Los ecologistas alertan del creciente deterioro del bosque de ribera del Umia
Lun, 10/05/2010
El Colectivo Ecoloxista do Salnés alerta del creciente deterioro del bosque de ribera del río Umia. Media docena de voluntarios del Colectivo realizaron ayer la inspección de primavera del Proxecto Ríos en un tramo del Umia -junto a la Ponte dos Padriños de Pontearnelas, corriente arriba-, y comprobaron que la franja de árboles que escolta el cauce fluvial es cada vez menor.
La coordinadora del Proxecto Ríos en O Salnés, Dolores Barreiro Santos, explica que "el bosque de ribera va a menos", y que se trata de una situación preocupante por varios motivos.
primer lugar, porque las raíces de los árboles son fundamentales para la fijación del terreno, y si éstas faltan el río erosionará y arrastrará a su paso una mayor cantidad de tierra de las orillas.
Los árboles son también necesarios para el mantenimiento del ecosistema, por lo que si escasean también podrían dejar de criar en la zona ciertos tipos de animales que ahora viven a orillas del Umia. Dolores Barreiro plantea además que la destrucción del bosque de ribera tiene un efecto negativo sobre el paisaje,ya que buena parte de la belleza de un río depende de su vegetación.
Los voluntarios del Colectivo Ecoloxista do Salnés manifiestan que buena parte de la culpa del deterioro del bosque de ribera se debe a acciones humanas, como los desbroces y talas, la ampliación de fincas o incluso la apertura de pistas y caminos. En este sentido, ayer señalaban que la creación del sendero peatonal realizado en esa zona de Pontearnelas ha sido fatídico para un buen número de árboles. En opinión de los ecologistas, es posible compatibilizar el uso lúdico del paisaje con la conservación de la naturaleza, pero el paseo fluvial de Pontearnelas está demasiado pegado al cauce del río.
Por otra parte, el Concello de Ribadumia pretende crear una senda paralela al Umia desde su desembocadura, entre Castrelo y Sisán, y Barrantes. Preguntada por su opinión hacia este proyecto, Barreiro dice que "antes de hacer una obra de este tipo las administraciones deben consultar con las personas que conocen el río", y que "nadie dice que no se puedan visitar los ríos, pero hay que respetarlos".
En este sentido, la voluntaria del Colectivo Ecoloxista manifiesta que en ocasiones se realizan obras excesivamente agresivas con la naturaleza, pero que tampoco tienen una utilidad clara. Como ejemplo, explica que en el paseo fluvial de Pontearnelas existen unas farolas que iluminan la zona por las noches. En su opinión, esas farolas pueden significar un trastorno muy importante para las aves nocturnas de la zona, y en cambio no tiene mucho sentido iluminar artificialmente un tramo de río donde no hay viviendas.
Durante la inspección de ayer, los ecologistas volvieron a ver dos plantas exóticas invasoras, la elodea denque ya habían visto en la inspección de mayo de 2009. Se supone que ambas especies llegaron al medio natural por accidente, procedentes de acuarios domésticos.
En cuanto a los análisis químicos del agua, y a falta de poder contrastar los datos en laboratorio, Barreiro entiende que los parámetros de nitrato o ph están siendo buenos, al menos hasta ahora.
Durante la jornada, los ecologistas coincidieron con algunos pescadores e incluso con uno de los agentes de conservación de la naturaleza de la zona. Estos transmitieron su percepción de que el volumen de peces es aceptable, lo que indicaría que la fauna se ha recuperado tras la catástrofe de la Brenntag, una empresa química que tenía su almacén en Caldas de Reis, y que en 2006 sufrió un grave incendio que terminó en un mortífero vertido al Umia. Proxecto Ríos es una iniciativa de la asociación ecologista Adega,a la que se han adherido numerosas entidades de toda Galicia, entre ellas el Colectivo Ecoloxista do Salnés. Se trata de un proyecto con el que se pretende conocer el estado de salud de los principales ríos gallegos, y proponer acciones para el mantenimiento ambiental de los mismos.
Dentro de Proxecto Ríos se hacen numerosas y variadas actividades, como charlas, excursiones o limpiezas, pero quizás la actuación estrella sean las inspecciones. Se realizan dos al año, una en primavera y otra en otoño, y consisten en la observación de los ríos y en la toma de muestras.
Posteriormente, los técnicos se reúnen y se analizan las muestras, realizando un informe con las conclusiones. Los voluntarios que participan en el proyecto toman analíticas muy diversas: desde la calidad y cantidad de bosque de ribera hasta la presencia o no de fauna y flora invasora, la existencia de contaminación biológica o la acidez del agua.
En el caso de O Salnés, el Colectivo Ecoloxista escogió el río Umia, y el punto de observación está situado en Pontearnelas, zona donde se encuentra la captación de agua que utiliza buena parte de la comarca para uso humano.
Otro de los parámetros que se utilizan en la investigación consiste en identificar los macroinvertebrados que puedan ser utilizados como bioindicadores de la calidad del agua. A este respecto, y tras la inspección de ayer, los ecologistas indican que vieron un menor número de invertebrados que puedan asociarse a una buena calidad del agua, frente a una cifra creciente de los que suelen vivir en cauces fluviales menos sanos.
Asimismo se detectó una mayor turbidez del agua que en otras ocasiones, aunque puede deberse al hecho de que el río baje con mucho caudal -aumentando el arrastre de tierra- por las lluvias de este invierno.
La coordinadora del Proxecto Ríos en O Salnés, Dolores Barreiro Santos, explica que "el bosque de ribera va a menos", y que se trata de una situación preocupante por varios motivos.
primer lugar, porque las raíces de los árboles son fundamentales para la fijación del terreno, y si éstas faltan el río erosionará y arrastrará a su paso una mayor cantidad de tierra de las orillas.
Los árboles son también necesarios para el mantenimiento del ecosistema, por lo que si escasean también podrían dejar de criar en la zona ciertos tipos de animales que ahora viven a orillas del Umia. Dolores Barreiro plantea además que la destrucción del bosque de ribera tiene un efecto negativo sobre el paisaje,ya que buena parte de la belleza de un río depende de su vegetación.
Los voluntarios del Colectivo Ecoloxista do Salnés manifiestan que buena parte de la culpa del deterioro del bosque de ribera se debe a acciones humanas, como los desbroces y talas, la ampliación de fincas o incluso la apertura de pistas y caminos. En este sentido, ayer señalaban que la creación del sendero peatonal realizado en esa zona de Pontearnelas ha sido fatídico para un buen número de árboles. En opinión de los ecologistas, es posible compatibilizar el uso lúdico del paisaje con la conservación de la naturaleza, pero el paseo fluvial de Pontearnelas está demasiado pegado al cauce del río.
Por otra parte, el Concello de Ribadumia pretende crear una senda paralela al Umia desde su desembocadura, entre Castrelo y Sisán, y Barrantes. Preguntada por su opinión hacia este proyecto, Barreiro dice que "antes de hacer una obra de este tipo las administraciones deben consultar con las personas que conocen el río", y que "nadie dice que no se puedan visitar los ríos, pero hay que respetarlos".
En este sentido, la voluntaria del Colectivo Ecoloxista manifiesta que en ocasiones se realizan obras excesivamente agresivas con la naturaleza, pero que tampoco tienen una utilidad clara. Como ejemplo, explica que en el paseo fluvial de Pontearnelas existen unas farolas que iluminan la zona por las noches. En su opinión, esas farolas pueden significar un trastorno muy importante para las aves nocturnas de la zona, y en cambio no tiene mucho sentido iluminar artificialmente un tramo de río donde no hay viviendas.
Durante la inspección de ayer, los ecologistas volvieron a ver dos plantas exóticas invasoras, la elodea denque ya habían visto en la inspección de mayo de 2009. Se supone que ambas especies llegaron al medio natural por accidente, procedentes de acuarios domésticos.
En cuanto a los análisis químicos del agua, y a falta de poder contrastar los datos en laboratorio, Barreiro entiende que los parámetros de nitrato o ph están siendo buenos, al menos hasta ahora.
Durante la jornada, los ecologistas coincidieron con algunos pescadores e incluso con uno de los agentes de conservación de la naturaleza de la zona. Estos transmitieron su percepción de que el volumen de peces es aceptable, lo que indicaría que la fauna se ha recuperado tras la catástrofe de la Brenntag, una empresa química que tenía su almacén en Caldas de Reis, y que en 2006 sufrió un grave incendio que terminó en un mortífero vertido al Umia. Proxecto Ríos es una iniciativa de la asociación ecologista Adega,a la que se han adherido numerosas entidades de toda Galicia, entre ellas el Colectivo Ecoloxista do Salnés. Se trata de un proyecto con el que se pretende conocer el estado de salud de los principales ríos gallegos, y proponer acciones para el mantenimiento ambiental de los mismos.
Dentro de Proxecto Ríos se hacen numerosas y variadas actividades, como charlas, excursiones o limpiezas, pero quizás la actuación estrella sean las inspecciones. Se realizan dos al año, una en primavera y otra en otoño, y consisten en la observación de los ríos y en la toma de muestras.
Posteriormente, los técnicos se reúnen y se analizan las muestras, realizando un informe con las conclusiones. Los voluntarios que participan en el proyecto toman analíticas muy diversas: desde la calidad y cantidad de bosque de ribera hasta la presencia o no de fauna y flora invasora, la existencia de contaminación biológica o la acidez del agua.
En el caso de O Salnés, el Colectivo Ecoloxista escogió el río Umia, y el punto de observación está situado en Pontearnelas, zona donde se encuentra la captación de agua que utiliza buena parte de la comarca para uso humano.
Otro de los parámetros que se utilizan en la investigación consiste en identificar los macroinvertebrados que puedan ser utilizados como bioindicadores de la calidad del agua. A este respecto, y tras la inspección de ayer, los ecologistas indican que vieron un menor número de invertebrados que puedan asociarse a una buena calidad del agua, frente a una cifra creciente de los que suelen vivir en cauces fluviales menos sanos.
Asimismo se detectó una mayor turbidez del agua que en otras ocasiones, aunque puede deberse al hecho de que el río baje con mucho caudal -aumentando el arrastre de tierra- por las lluvias de este invierno.