El plan de restauración del río Sella eleva su coste hasta los 11 millones
Jue, 06/05/2010
El proyecto de restauración fluvial del bajo Sella previsto por la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) para el tramo de río comprendido entre Las Rozas (Cangas de Onís) y Santianes del Agua (Ribadesella) casi duplicará su coste. Según adelantó ayer el presidente de la Confederación, Jorge Marquínez, el presupuesto del plan pasará de seis a once millones de euros. El proyecto de intervención a desarrollar en casi veinte kilómetros de río ya está terminado y en breve iniciará su fase de aprobación. «Hemos hecho consultas a Madrid para saber el tipo de trámite ambiental que se le debe dar, así que en un plazo breve de tiempo lo someteremos a información pública y al trámite ambiental preceptivo para su aprobación y posterior licitación», afirmó Marquínez.
Sin embargo, en su visita de ayer a Ribadesella, Jorge Marquínez no quiso aventurar plazos concretos acerca de su licitación y posterior inicio de las obras, ya que todo dependerá de la tramitación ambiental. El presidente de la CHC confía en que la información pública sea rápida, pero el resto del procedimiento administrativo no depende de su departamento sino de la Dirección de Calidad Ambiental del Ministerio que dirige Elena Espinosa. «Ellos son los que deben decidir si el proyecto, por su afección a Lugar de Interés Comunitario (LIC), requiere de una evaluación de impacto ambiental reglada o un trámite simplificado», explicó. Esa decisión condicionará los plazos. Marquínez espera que no sean demasiado largos ya que el proyecto elaborado por la consultora contratada por su departamento plantea una «mejora ambiental indiscutible».
Este plan de restauración del río Sella prevé un «rosario de actuaciones» en los concejos de Cangas de Onís, Parres y Ribadesella. Entre ellas, medidas de protección contra las inundaciones con la renaturalización de algunos tramos de ribera como el planteado para la localidad de Triongo. También se restaurarán espacios fluviales degradados, retirando los rellenos existentes, y se adaptarán sendas fluviales para el disfrute del entorno del río. A su vez, en un punto concreto se prevé una actuación de «cierta entidad» inversora. Es el caso de la que está prevista en Arriondas, «en la margen izquierda del río Chico», donde se recuperará una amplia zona para el uso público. Aquí se prevé el desmantelamiento de las instalaciones de la antigua depuradora, a excepción del edificio, y la demolición del puente de acceso a ésta para crear un área de embarque de canoas y un parque fluvial inundable con área de aparcamiento. A lo largo del río, hasta el puente de Santianes, se contempla la puesta en marcha de varios puntos para el embarque y desembarque de los excursionistas que desciendan el río en canoas turísticas. Jorge Marquínez visitó ayer el concejo de Ribadesella para firmar junto al alcalde del municipio, Ramón Canal, el convenio de colaboración por el que se acuerda la protección de los espacios colindantes con los ríos con mayor valor ambiental y mayor peligrosidad durante los procesos de inundación. Lugares todos ellos que quedarán preservados a través del nuevo Plan General de Ordenación como suelos de especial protección. «No es una norma restrictiva porque no se preserva la totalidad del área inundable, sino aquella zona mas peligrosa, la llamada vía de flujo preferente, aquellos puntos donde las crecidas del río pueden producir daños importantes por el calado de profundidad de la lámina o por la velocidad de la misma», explicó Marquínez. Según el presidente de la Confederación el convenio suscrito ayer es una «medida preventiva imprescindible» para que el desarrollo futuro sea seguro sin incurrir en los errores del pasado. El de Ribadesella es el séptimo municipio asturiano que suscribe este protocolo de protección de áreas inundables. Varias canoas descienden por el curso del río Sella.
Sin embargo, en su visita de ayer a Ribadesella, Jorge Marquínez no quiso aventurar plazos concretos acerca de su licitación y posterior inicio de las obras, ya que todo dependerá de la tramitación ambiental. El presidente de la CHC confía en que la información pública sea rápida, pero el resto del procedimiento administrativo no depende de su departamento sino de la Dirección de Calidad Ambiental del Ministerio que dirige Elena Espinosa. «Ellos son los que deben decidir si el proyecto, por su afección a Lugar de Interés Comunitario (LIC), requiere de una evaluación de impacto ambiental reglada o un trámite simplificado», explicó. Esa decisión condicionará los plazos. Marquínez espera que no sean demasiado largos ya que el proyecto elaborado por la consultora contratada por su departamento plantea una «mejora ambiental indiscutible».
Este plan de restauración del río Sella prevé un «rosario de actuaciones» en los concejos de Cangas de Onís, Parres y Ribadesella. Entre ellas, medidas de protección contra las inundaciones con la renaturalización de algunos tramos de ribera como el planteado para la localidad de Triongo. También se restaurarán espacios fluviales degradados, retirando los rellenos existentes, y se adaptarán sendas fluviales para el disfrute del entorno del río. A su vez, en un punto concreto se prevé una actuación de «cierta entidad» inversora. Es el caso de la que está prevista en Arriondas, «en la margen izquierda del río Chico», donde se recuperará una amplia zona para el uso público. Aquí se prevé el desmantelamiento de las instalaciones de la antigua depuradora, a excepción del edificio, y la demolición del puente de acceso a ésta para crear un área de embarque de canoas y un parque fluvial inundable con área de aparcamiento. A lo largo del río, hasta el puente de Santianes, se contempla la puesta en marcha de varios puntos para el embarque y desembarque de los excursionistas que desciendan el río en canoas turísticas. Jorge Marquínez visitó ayer el concejo de Ribadesella para firmar junto al alcalde del municipio, Ramón Canal, el convenio de colaboración por el que se acuerda la protección de los espacios colindantes con los ríos con mayor valor ambiental y mayor peligrosidad durante los procesos de inundación. Lugares todos ellos que quedarán preservados a través del nuevo Plan General de Ordenación como suelos de especial protección. «No es una norma restrictiva porque no se preserva la totalidad del área inundable, sino aquella zona mas peligrosa, la llamada vía de flujo preferente, aquellos puntos donde las crecidas del río pueden producir daños importantes por el calado de profundidad de la lámina o por la velocidad de la misma», explicó Marquínez. Según el presidente de la Confederación el convenio suscrito ayer es una «medida preventiva imprescindible» para que el desarrollo futuro sea seguro sin incurrir en los errores del pasado. El de Ribadesella es el séptimo municipio asturiano que suscribe este protocolo de protección de áreas inundables. Varias canoas descienden por el curso del río Sella.