El Sindicato de Riegos de Sueca que gestiona la inundación de más de 6.500 hectáreas de arrozal tiene previsto iniciar el próximo lunes el llenado de los campos de cultivo, al que se irán incorporando en los días siguientes otras comunidades de regantes.

Se trata, según reconoció el presidente de los regantes de Sueca, José Pascual Fortea, de la primera campaña "en muchos años" en la que no se esperan restricciones.

"En los últimos años nos hemos acostumbrado a cultivar recirculando el agua hasta tres veces pero parece que este año nos van a dar agua suficiente para mantener la inundación con el caudal del Júcar", aseguró José Pascual Fortea.

Otras fuentes sitúan en los primeros noventa el último año en el que el arrozal se inundó con "comodidad" y sin restricciones.

José Pascual apuntó ayer que el Sindicato pedirá, probablemente, aplazar hasta el jueves el llenado del arrozal debido a que existen problemas con el abonado previo a la inundación. "El terreno está muy húmedo y eso no es bueno; preferimos esperar a que seque un poco", añadió Fortea.

El aplazamiento pone en un grave aprieto a la Confederación Hidrográfica del Júcar que, literalmente, no tiene desde hace unos días más opción que dejar que el agua fluya al mar, donde terminarán ingentes volúmenes de agua que ya no pueden retener en los embalses.
En los últimos días, la CHJ está forzando el llenado de Tous, situándolo unos hectómetros por encima de lo que marcan sus normas de explotación y pidiendo a Iberdrola que retenga caudales en Cortes-La Muela. Sin embargo, a Tous están llegando 33 metros cúbicos por segundo que representan casi 3 hectómetros cúbicos diarios y cuyo único destino posible a partir de ahora es el mar, ya que ni siquiera La Albufera puede recibir más agua por las necesidades del arrozal.

Tampoco parece probable que la CHJ se la juegue en Contreras reteniendo las aguas del Cabriel sin estar seguros antes del comportamiento de la presa del Collado.

En cualquier caso, los caudales que bajan por el Júcar, el agua acumulada en el embalse de Bellús y el volumen disponible en Tous hacen que la Confederación prevea finalizar la campaña de riegos sin tocar la reserva de Alarcón (actualmente al 49%) y Contreras (al 100% si se tienen en cuenta las limitaciones de llenado).

En Alarcón solo se soltaría el agua necesaria para abastecer a Albacete, evitar que se seque el río y para el regadío manchego (sustitución de bombeos) y en Contreras se mantendría un régimen de entradas por salidas dejando escapar el caudal que llegue por el Cabriel.