Riegos del Alto Aragón aprueba un plan de mejora en el uso del agua
Sáb, 01/05/2010
Riegos del Alto Aragón aprobó ayer en su Asamblea General un plan de regulación interna que establece la construcción de balsas receptoras del agua del canal durante un periodo de 48 horas. Según informó el presidente, César Trillo, la financiación se llevará a cabo de forma solidaria por el conjunto de las comunidades de regantes y las actuaciones pertinentes, que tendrán carácter plurianual, comenzarán en breve.
Además de aprobar la memoria de actividades y las cuentas anuales del ejercicio 2009, los regantes discutieron los temas que más les preocupan. El que más polémica suscitó fue el de la demora del embalse de Biscarrués. El presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), Rafael Romeo, quien clausuró la jornada, explicó al respecto, en declaraciones a los medios de comunicación, que "el proyecto ya está concluido y se están dando pasos para que llegue cuanto antes una resolución positiva del impacto ambiental", ya que su tramitación se encuentra actualmente en manos del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM).
En este sentido, Trillo lamentó que por esta demora se hayan vertido este año 450 hectómetros cúbicos del río Gállego, y comparó la situación de Aragón, que sólo tiene una garantía de suministro para el regadío de un año, con la de otras comunidades autónomas, cuya capacidad de reserva es de tres años (Andalucía) o incluso de cinco (Extremadura). Aunque el presidente de Riegos del Alto Aragón valoró la campaña actual positivamente, anunció que si el año que viene se termina el ciclo húmedo no podrán abastecer a los regantes.
Además, la asociación también se quejó del retraso que afecta al resto de obras de regulación, como la de los nuevos planes hidrológicos y la larga tramitación del Plan de Sostenibilidad de Regadíos. Al respecto, Romeo respondió que sí que hacen falta más regulaciones en la Comunidad, aunque matizó que esto no quiere decir que los ríos aragoneses estén mal regulados. "Aragón es la Comunidad dentro de la Cuenca del Ebro que tiene mayor superficie de riego, y esto es gracias a los embalses. Esto no quiere decir que no haga falta completar esas obras de regulación para garantizar la totalidad de la superficie de riego que está contemplada en el Plan Hidrológico", señaló. En cuanto al proyecto de restitución territorial, el presidente de la CHE comunicó que está en la "lista de actuaciones prioritarias" para sacar a licitación por parte del MARM, y que se aprobará a lo largo de este ejercicio si hay disponibilidad presupuestaria.
El sector también manifestó su preocupación por la incidencia de la morosidad en la financiación relacionada con la modernización energética y de regadíos, dado que se trata de un sistema de gestión solidario.
Respecto al nuevo plan de regulación interna, César Trillo subrayó que el objetivo es conseguir un uso más eficiente del agua, de forma que si cae una tormenta o sopla el viento a 70 kilómetros por hora, puedan dejar de regar y almacenar el agua durante tres días. En concreto, el proyecto consiste en construir una serie de balsas intermedias a lo largo de los canales, de forma que se mejore la regulación interna y la capacidad de transporte de las acequias.
Además de aprobar la memoria de actividades y las cuentas anuales del ejercicio 2009, los regantes discutieron los temas que más les preocupan. El que más polémica suscitó fue el de la demora del embalse de Biscarrués. El presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), Rafael Romeo, quien clausuró la jornada, explicó al respecto, en declaraciones a los medios de comunicación, que "el proyecto ya está concluido y se están dando pasos para que llegue cuanto antes una resolución positiva del impacto ambiental", ya que su tramitación se encuentra actualmente en manos del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM).
En este sentido, Trillo lamentó que por esta demora se hayan vertido este año 450 hectómetros cúbicos del río Gállego, y comparó la situación de Aragón, que sólo tiene una garantía de suministro para el regadío de un año, con la de otras comunidades autónomas, cuya capacidad de reserva es de tres años (Andalucía) o incluso de cinco (Extremadura). Aunque el presidente de Riegos del Alto Aragón valoró la campaña actual positivamente, anunció que si el año que viene se termina el ciclo húmedo no podrán abastecer a los regantes.
Además, la asociación también se quejó del retraso que afecta al resto de obras de regulación, como la de los nuevos planes hidrológicos y la larga tramitación del Plan de Sostenibilidad de Regadíos. Al respecto, Romeo respondió que sí que hacen falta más regulaciones en la Comunidad, aunque matizó que esto no quiere decir que los ríos aragoneses estén mal regulados. "Aragón es la Comunidad dentro de la Cuenca del Ebro que tiene mayor superficie de riego, y esto es gracias a los embalses. Esto no quiere decir que no haga falta completar esas obras de regulación para garantizar la totalidad de la superficie de riego que está contemplada en el Plan Hidrológico", señaló. En cuanto al proyecto de restitución territorial, el presidente de la CHE comunicó que está en la "lista de actuaciones prioritarias" para sacar a licitación por parte del MARM, y que se aprobará a lo largo de este ejercicio si hay disponibilidad presupuestaria.
El sector también manifestó su preocupación por la incidencia de la morosidad en la financiación relacionada con la modernización energética y de regadíos, dado que se trata de un sistema de gestión solidario.
Respecto al nuevo plan de regulación interna, César Trillo subrayó que el objetivo es conseguir un uso más eficiente del agua, de forma que si cae una tormenta o sopla el viento a 70 kilómetros por hora, puedan dejar de regar y almacenar el agua durante tres días. En concreto, el proyecto consiste en construir una serie de balsas intermedias a lo largo de los canales, de forma que se mejore la regulación interna y la capacidad de transporte de las acequias.