Un físico vizcaíno crea un modelo para predecir lluvias torrenciales

Jue, 29/04/2010

El Correo

Alejandro Fernández Ferrero, físico baracaldés de 42 años, ha ideado un innovador modelo estadístico para la predicción de fuertes lluvias a corto plazo mediante el estudio y el comportamiento de las precipitaciones en un perímetro reducido -el Gran Bilbao-. Además, ha investigado hasta qué punto se pueden predecir sus frecuencias. El trabajo, resultado de la tesis doctoral -defendida en febrero en la UPV y aprobada "cum laudem" por el jurado-, pretende ser una «herramienta de ayuda» en la mejora de la gestión de la red de saneamiento del Gran Bilbao. Fernández Ferrero ha realizado el estudio compaginándolo con su trabajo en el Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia. «Intento acoplar un modelo de predicción de lluvias a uno hidráulico de gestión para la mejora óptima de la red», explica.
El joven investigador ha reunido información detallada de observaciones realizadas tanto en un periodo corto de tiempo, «entre 1999 y 2004», y en otro más largo que comprende los años transcurridos entre 1947, «cuando se empezaron a registrar las precipitaciones en el observatorio de Sondika», y 2004. «Es muy importante conocer los ciclos de retorno de las grandes lluvias, porque en función de su intensidad y del periodo se tienen que diseñar y calcular las nuevas infraestructuras hidráulicas».
Los tanques de tormenta son una pieza imprescindible de los ayuntamientos para evitar inundaciones. Cumplen tareas de almacenamiento, retención y encauzamiento del agua. Para su correcto funcionamiento se necesita conocer con antelación que va a llover con intensidad. Se calcula que hace falta un margen de seis horas para tenerlo todo preparado. Esta razón es la que ha llevado a Fernández ha realizar pruebas con su modelo de predicción, basado en la aplicación de diferentes técnicas de reducción a escala, la obtención de datos meteorológicos a tiempo real o las simulaciones. Considera que necesita de un mayor desarrollo para que la gestión en este campo sea totalmente automática y que, «por ahora, la supervisión humana es imprescindible». Por ello, reivindica a las instituciones una mayor investigación de los centros de predicción meteorológica al margen de su labor diaria.