El agro arremete contra la OCDE por una propuesta sobre recursos hídricos
Mié, 17/03/2010
Los representantes de los regantes de Aragón y las organizaciones agrarias Asaja y Uaga criticaron ayer la propuesta planteada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sobre la gestión financiera de los recursos hídricos. El organismo aboga por que los agricultores, que consumen en torno al 70 por ciento del agua disponible en el mundo, paguen las infraestructuras que utilizan para favorecer una mayor eficiencia de este recurso, que va a ser cada vez más escaso, según la OCDE.
El presidente de Riegos del Alto Aragón, César Trillo y el del Canal de Aragón y Cataluña, José Luis Pérez, aseguraron ayer que pagan, a largo plazo y por medio de cánones y tarifas, el cien por cien de los costes de las inversiones que realiza el Estado en las infraestructuras hídricas.
Pérez, se mostró desconcertado por el "desconocimiento" sobre el sistema tarifario del agua en los distintos países que evidencia la OCDE al plantear la medida. En España, los agricultores pagan el "cien por cien" de las inversiones en infraestructuras que ejecuta el Estado, aclaró, y precisó que su comunidad de regantes abona anualmente al Estado seis millones de euros en cánones y tarifas por el uso de las infraestructuras. Por todo ello, se ofreció para explicar a los técnicos de la OCDE los pormenores del sistema tarifario vigente en España.
Por su parte, César Trillo, quien también se mostró sorprendido, explicó que el Gobierno de España amortiza a largo plazo todas las infraestructuras hídricas que ejecuta y utilizan los agricultores para los cultivos de regadío.
La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ingresa al año doce millones de euros por las tarifas que abonan los agricultores por la explotación de las infraestructuras hídricas, destacó. En el Alto Aragón, hay más de 15.000 familias que dependen de las 130.000 hectáreas de cultivos de regadío que hay en esta zona, mientras que, en las tres provincias aragonesas, hay más de 400.000.
La OCDE, que con ocasión de una reunión de expertos iniciada el lunes presentó ayer tres estudios sobre la gestión financiera de los recursos hídricos, también advirtió de que los subsidios a la agricultura pueden incitar a un despilfarro del agua y a la contaminación.
En el informe titulado "Gestión sostenible de recursos hídricos en la agricultura" se dice que "en algunos países, con subvenciones agrícolas más bajas, incluyendo para el agua y la energía, los agricultores son más respetuosos con el entorno y más eficientes".
Además, sus autores insisten en que la agricultura "tiene que adoptar estrategias a largo plazo para mejorar el uso del agua plantando variedades de cultivos resistentes a las sequías o a las inundaciones que resultan del cambio climático".
El conocido como "Club de los países desarrollados" subrayó que la agricultura tendrá que doblar su producción para alimentar la población mundial en el horizonte de 2050, y para lograrlo el sector tiene que mejorar su eficiencia en el uso del agua.
Explicó que en zonas en las que el precio del agua para la agricultura ha aumentado, la producción no ha caído, y da el ejemplo de Australia, que ha logrado reducir a la mitad los recursos hídricos utilizados en el riego sin pérdida de ingresos.
El consumo de agua por la agricultura en el conjunto de la OCDE se mantuvo prácticamente estable entre 1990-1992 y 2002-2004, aunque hubo notables variaciones en uno y otro sentido en sus países miembros.
En Turquía los usos agrícolas representaron en torno a un 80 por ciento más en el periodo 2002-2004 que en 1990-1992, y los incrementos fueron también muy significativos en Nueva Zelanda (alrededor del 70 por ciento), Grecia (40 por ciento) y Corea del Sur (15 por ciento).
En España hubo un incremento, aunque fue algo inferior al de la UE, que se quedó por debajo del 10 por ciento. Además, las ganancias en eficiencia del agua utilizada por la agricultura han sido algo más importantes en nuestro país que en los últimos años que en el conjunto de la OCDE, pese al importante desarrollo de la superficie en regadío. La cantidad de agua utilizada por hectárea de regadío disminuyó en España un 9% entre el periodo 1990-92 y 2002-2004, mientras que la caída se limitó al 7% de media en los países OCDE, según un informe publicado ayer.
RESPUESTA DE ASAJA Y UAGA
También las organizaciones agrarias Asaja y Uaga manifestaron ayer su malestar por el planteamiento de la OCDE. "Gracias a gurús de este tipo, el mundo está hoy como está, con una crisis agudísima y ellos siguen con sus salarios y sus dietas, que no son precisamente de mileuristas", declaró el responsable de Agua de Asaja Aragón y presidente de la organización en Huesca, José Fernando Luna. Desde Asaja se hizo hincapié en que "los agricultores no consumen agua, transforman el agua en productos alimenticios o para energía, no es un malgasto porque es el ciclo del agua, que de la lluvia va a la tierra, de ésta a las plantas y con su evapotranspiración, de nuevo se convierte en agua". Por este motivo, considera que no se puede señalar, como lo ha hecho la OCDE, que despilfarran el agua, "porque no es cierto".
"Tampoco se cita por parte de ese organismo el CO2 que retiramos, etcétera", indicó la organización.
Luna remarcó las "graves contradicciones" en las que incurre, desde su punto de vista, la OCDE. "Dicen que en algunos países con subvenciones agrícolas bajas los agricultores son más respetuosos con el entorno y más eficientes, ya me explicarán cómo, pero es que después hablan de un mundo para 2050 en el que tendremos que doblar la producción de alimentos para atender a toda la población y por otro lado nos acusa de despilfarrar el agua. Además hay que recordar que en la OCDE está EEUU, el país que más ayudas agrícolas tiene, así que ya vale de demagogia", señaló. Asimismo, el responsable de Agua de Asaja Aragón aclaró que los agricultores de la Comunidad autónoma "son un ejemplo de esfuerzo hipotecándose en la modernización de regadíos, y aquí ya hay estrategias para mejorar la eficiencia" y recordó que desde la organización defienden que "la Universidad pueda estudiar y desarrollar cultivos resistentes a inundaciones y sequía, por ejemplo", adversidades que, según apuntó, pueden padecer "por el cambio climático".
Asaja subrayó además que la OCDE es un organismo que "también tiene parte de culpa en el gran crack económico" que se está atravesando y del que la agricultura es el "principal perjudicado".
"Es de una demagogia tremenda pedir que se bajen los subsidios agrícolas, cuando la agricultura sirve para alimentar a la población y no pidan en sus informes que cese la fabricación de armamento", criticó Luna y consideró que en las conclusiones la OCDE podría pedir "una mejora en los precios agrícolas porque si no, habrá menos producción por culpa de los abandonos; la agricultura es estratégica para el mundo".
La organización destacó que apuesta por los regadíos, que "generan vida y permiten que el agua "ruede" en el ciclo de la naturaleza; la biotecnología "para generar alimentos y combustibles no fósiles"; y por que la UE "desarrolle políticas de preferencia comunitaria con reducción de entradas de productos sin garantías de países terceros que son menos eficientes en su gestión".
Por su parte, el secretario provincial de Uaga en Huesca, David Solano, arremetió también contra la propuesta de la OCDE. "El agua es un factor de producción que necesitamos. Donde se plantea el reto de alimentar a más población no queda más remedio que incrementar la producción y la forma más natural, más ecológica de hacerlo, es regando", indicó, y consideró un absurdo remarcar que es el sector que consume más agua. "Es como acusar a los camioneros de gastar combustibles fósiles, es su trabajo. Habrá que pedirles (como ocurriría en el caso de los agricultores con el agua) que lo hagan de la forma más eficiente", subrayó.
Además, respecto al pago de las infraestructuras hídricas, Solano recordó que en la actualidad, las explotaciones de regadío están "bastante hipotecadas" tras haber apostado por unas infraestructuras más modernas. "Estamos haciendo un esfuerzo tremendo en la eficiencia del uso del agua" y apuntó, por ejemplo, que los regantes de Monegros están pagando "los embalses que se construyeron hace cincuenta o cien años, las infraestructuras de canalización y las de modernización o el cambiar cada año de sistema de riego".
Respecto a la idea de la OCDE de que los subsidios a la agricultura pueden incitar a un despilfarro del agua y a la contaminación, Solano resaltó que "la agricultura de regadío es la menos subsidiada de la Unión Europea". En este sentido, apuntó que, en el caso de las frutas y hortalizas, "son el paradigma del regadío" y no cuentan con esas subvención. "Esa visión (de la OCDE) es totalmente parcial y equivocada. Con esos datos no me extraña que saquen esas conclusiones", alertó.
El presidente de Riegos del Alto Aragón, César Trillo y el del Canal de Aragón y Cataluña, José Luis Pérez, aseguraron ayer que pagan, a largo plazo y por medio de cánones y tarifas, el cien por cien de los costes de las inversiones que realiza el Estado en las infraestructuras hídricas.
Pérez, se mostró desconcertado por el "desconocimiento" sobre el sistema tarifario del agua en los distintos países que evidencia la OCDE al plantear la medida. En España, los agricultores pagan el "cien por cien" de las inversiones en infraestructuras que ejecuta el Estado, aclaró, y precisó que su comunidad de regantes abona anualmente al Estado seis millones de euros en cánones y tarifas por el uso de las infraestructuras. Por todo ello, se ofreció para explicar a los técnicos de la OCDE los pormenores del sistema tarifario vigente en España.
Por su parte, César Trillo, quien también se mostró sorprendido, explicó que el Gobierno de España amortiza a largo plazo todas las infraestructuras hídricas que ejecuta y utilizan los agricultores para los cultivos de regadío.
La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ingresa al año doce millones de euros por las tarifas que abonan los agricultores por la explotación de las infraestructuras hídricas, destacó. En el Alto Aragón, hay más de 15.000 familias que dependen de las 130.000 hectáreas de cultivos de regadío que hay en esta zona, mientras que, en las tres provincias aragonesas, hay más de 400.000.
La OCDE, que con ocasión de una reunión de expertos iniciada el lunes presentó ayer tres estudios sobre la gestión financiera de los recursos hídricos, también advirtió de que los subsidios a la agricultura pueden incitar a un despilfarro del agua y a la contaminación.
En el informe titulado "Gestión sostenible de recursos hídricos en la agricultura" se dice que "en algunos países, con subvenciones agrícolas más bajas, incluyendo para el agua y la energía, los agricultores son más respetuosos con el entorno y más eficientes".
Además, sus autores insisten en que la agricultura "tiene que adoptar estrategias a largo plazo para mejorar el uso del agua plantando variedades de cultivos resistentes a las sequías o a las inundaciones que resultan del cambio climático".
El conocido como "Club de los países desarrollados" subrayó que la agricultura tendrá que doblar su producción para alimentar la población mundial en el horizonte de 2050, y para lograrlo el sector tiene que mejorar su eficiencia en el uso del agua.
Explicó que en zonas en las que el precio del agua para la agricultura ha aumentado, la producción no ha caído, y da el ejemplo de Australia, que ha logrado reducir a la mitad los recursos hídricos utilizados en el riego sin pérdida de ingresos.
El consumo de agua por la agricultura en el conjunto de la OCDE se mantuvo prácticamente estable entre 1990-1992 y 2002-2004, aunque hubo notables variaciones en uno y otro sentido en sus países miembros.
En Turquía los usos agrícolas representaron en torno a un 80 por ciento más en el periodo 2002-2004 que en 1990-1992, y los incrementos fueron también muy significativos en Nueva Zelanda (alrededor del 70 por ciento), Grecia (40 por ciento) y Corea del Sur (15 por ciento).
En España hubo un incremento, aunque fue algo inferior al de la UE, que se quedó por debajo del 10 por ciento. Además, las ganancias en eficiencia del agua utilizada por la agricultura han sido algo más importantes en nuestro país que en los últimos años que en el conjunto de la OCDE, pese al importante desarrollo de la superficie en regadío. La cantidad de agua utilizada por hectárea de regadío disminuyó en España un 9% entre el periodo 1990-92 y 2002-2004, mientras que la caída se limitó al 7% de media en los países OCDE, según un informe publicado ayer.
RESPUESTA DE ASAJA Y UAGA
También las organizaciones agrarias Asaja y Uaga manifestaron ayer su malestar por el planteamiento de la OCDE. "Gracias a gurús de este tipo, el mundo está hoy como está, con una crisis agudísima y ellos siguen con sus salarios y sus dietas, que no son precisamente de mileuristas", declaró el responsable de Agua de Asaja Aragón y presidente de la organización en Huesca, José Fernando Luna. Desde Asaja se hizo hincapié en que "los agricultores no consumen agua, transforman el agua en productos alimenticios o para energía, no es un malgasto porque es el ciclo del agua, que de la lluvia va a la tierra, de ésta a las plantas y con su evapotranspiración, de nuevo se convierte en agua". Por este motivo, considera que no se puede señalar, como lo ha hecho la OCDE, que despilfarran el agua, "porque no es cierto".
"Tampoco se cita por parte de ese organismo el CO2 que retiramos, etcétera", indicó la organización.
Luna remarcó las "graves contradicciones" en las que incurre, desde su punto de vista, la OCDE. "Dicen que en algunos países con subvenciones agrícolas bajas los agricultores son más respetuosos con el entorno y más eficientes, ya me explicarán cómo, pero es que después hablan de un mundo para 2050 en el que tendremos que doblar la producción de alimentos para atender a toda la población y por otro lado nos acusa de despilfarrar el agua. Además hay que recordar que en la OCDE está EEUU, el país que más ayudas agrícolas tiene, así que ya vale de demagogia", señaló. Asimismo, el responsable de Agua de Asaja Aragón aclaró que los agricultores de la Comunidad autónoma "son un ejemplo de esfuerzo hipotecándose en la modernización de regadíos, y aquí ya hay estrategias para mejorar la eficiencia" y recordó que desde la organización defienden que "la Universidad pueda estudiar y desarrollar cultivos resistentes a inundaciones y sequía, por ejemplo", adversidades que, según apuntó, pueden padecer "por el cambio climático".
Asaja subrayó además que la OCDE es un organismo que "también tiene parte de culpa en el gran crack económico" que se está atravesando y del que la agricultura es el "principal perjudicado".
"Es de una demagogia tremenda pedir que se bajen los subsidios agrícolas, cuando la agricultura sirve para alimentar a la población y no pidan en sus informes que cese la fabricación de armamento", criticó Luna y consideró que en las conclusiones la OCDE podría pedir "una mejora en los precios agrícolas porque si no, habrá menos producción por culpa de los abandonos; la agricultura es estratégica para el mundo".
La organización destacó que apuesta por los regadíos, que "generan vida y permiten que el agua "ruede" en el ciclo de la naturaleza; la biotecnología "para generar alimentos y combustibles no fósiles"; y por que la UE "desarrolle políticas de preferencia comunitaria con reducción de entradas de productos sin garantías de países terceros que son menos eficientes en su gestión".
Por su parte, el secretario provincial de Uaga en Huesca, David Solano, arremetió también contra la propuesta de la OCDE. "El agua es un factor de producción que necesitamos. Donde se plantea el reto de alimentar a más población no queda más remedio que incrementar la producción y la forma más natural, más ecológica de hacerlo, es regando", indicó, y consideró un absurdo remarcar que es el sector que consume más agua. "Es como acusar a los camioneros de gastar combustibles fósiles, es su trabajo. Habrá que pedirles (como ocurriría en el caso de los agricultores con el agua) que lo hagan de la forma más eficiente", subrayó.
Además, respecto al pago de las infraestructuras hídricas, Solano recordó que en la actualidad, las explotaciones de regadío están "bastante hipotecadas" tras haber apostado por unas infraestructuras más modernas. "Estamos haciendo un esfuerzo tremendo en la eficiencia del uso del agua" y apuntó, por ejemplo, que los regantes de Monegros están pagando "los embalses que se construyeron hace cincuenta o cien años, las infraestructuras de canalización y las de modernización o el cambiar cada año de sistema de riego".
Respecto a la idea de la OCDE de que los subsidios a la agricultura pueden incitar a un despilfarro del agua y a la contaminación, Solano resaltó que "la agricultura de regadío es la menos subsidiada de la Unión Europea". En este sentido, apuntó que, en el caso de las frutas y hortalizas, "son el paradigma del regadío" y no cuentan con esas subvención. "Esa visión (de la OCDE) es totalmente parcial y equivocada. Con esos datos no me extraña que saquen esas conclusiones", alertó.