Varios ayuntamientos de La Mancha conquense, entre ellos el de La Pedroñeras, y varias comunidades de regantes de la zona han acordado encargar un nuevo estudio técnico para demostrar a la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) que las masas de agua Rus-Valdelobos y Altomira no están sobreexplotadas. Además, han decidido presentar alegaciones al borrador del Plan Hidrológico Nacional (PHN) por los recortes que contempla el documento. «En el caso de Altomira se pasará de los 27 hectómetros cúbicos actuales a 17», algo que para el portavoz de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) y concejal de Agricultura en el Consistorio pedroñero, Francisco Javier Moya, es «lamentable». «No entendemos a qué lumbreras se le ha podido ocurrir reducir el consumo de esta comarca a 17 hectómetros cúbicos para 2027», agregó Moya, al tiempo que denunció que el texto no recoge las necesidades futuras de la comarca. Además, aseguró que la recarga natural de esta masa de agua es muy superior a la que se consume, de unos 135 hectómetros cúbicos según la CHG. La única explicación que se puede dar, ironizó Moya, es que «con el expolio en el tema del agua» que hay en la zona y la posible instalación de un cementerio nuclear de residuos radioactivos en Villar de Cañas, la Confederación Hidrográfica del Guadiana calcula que dentro de casi dos décadas en la comarca habrá 10.000 habitantes y no 40.000 como actualmente. Por todo ello, aseguró que seguirán luchando para demostrar que esta masa de agua no está sobreexplotada. «Desde UPA, que estamos solos, estamos buscando un estudio serio y riguroso para presentar alegaciones y que en el Plan Hidrológico Nacional conste que las necesidades no son de 17 sino de 50». De no ser así, auguró un futuro muy negro para los agricultores de una comarca que está siendo «la cantimplora» de otros acuíferos sobreexplotados.