Las sanciones por vertidos a los ríos de las Cuencas se duplicaron en el último año

Lun, 15/02/2010

La Nueva España

La Confederación Hidrográfica del Cantábrico abrió en 2009 un total de nueve expedientes sancionadores por vertidos a los ríos de los valles del Nalón y del Caudal, casi el doble de los que fueron incoados en el año anterior. Además, a lo largo del pasado año prosiguió la tramitación de cinco expedientes más, abiertos en ejercicios anteriores, y se resolvieron otros cuatro. Asimismo, se impusieron multas por valor de 6.550 euros (que se elevan a más de 66.000 euros si se tienen en cuenta las resueltas el pasado mes). El río Nalón y, concretamente, el concejo de Laviana fueron los focos que registraron un mayor número de vertidos. El más grave de todos ellos fue el que se produjo a la altura del coto de pesca sin muerte de Puente de Arco y acabó con cientos de truchas. La distribución por comarcas revela que fue el valle del Nalón el que capitalizó las sanciones económicas por multas impuestas por la Confederación Hidrográfica en las Cuencas, para sumar un total de 6.550 euros. La tendencia se ha mantenido en lo que va de 2010. En apenas un mes, los técnicos de la Confederación ya han resuelto tres expedientes sancionadores, que han supuesto la imposición de 60.610 euros en concepto de multa y 426 más por reparaciones por los daños ocasionados al dominio hidráulico. En la relación de expedientes incoados por la Confederación Hidrográfica en la comarca del Nalón en el año 2009, Laviana aparece como el concejo más perjudicado por los vertidos a los ríos. De hecho, cuatro de los siete vertidos investigados (en 2008 sólo se incoaron tres) se detectaron en el concejo del alto Nalón, frente a los dos localizados en Langreo y otro más que se produjo en San Martín del Rey Aurelio. Asimismo, la Confederación tramitó a lo largo del pasado año tres expedientes sancionadores más (en Caso, Langreo y Sobrescobio) y resolvió otros cuatro, que supusieron casi 10.000 euros en sanciones, tanto en concepto de daños como por multas. La incidencia de vertidos fue menor en la comarca del Caudal que en la cuenca vecina, según los datos facilitados por la Confederación Hidrográfica del Cantábrico. En concreto, en 2009 se abrieron dos expedientes por vertidos en el Caudal (en Aller y Mieres) y se prosiguió la tramitación de otros tantos, que habían sido incoados en 2008 en Lena y Riosa. Las indemnizaciones impuestas por daños a los cauces fluviales alcanzaron los 953 euros, casi 200 euros más de la cifra que se había registrado el ejercicio anterior. Asimismo, la propuesta de sanción económica para los dos expedientes por vertidos incoados el pasado año suma 18.030 euros. De todos los vertidos registrados el pasado año en los ríos de las Cuencas, el más grave se produjo en el coto sin muerte de Puente de Arco, en el cauce del Nalón. De forma paralela a la investigación abierta por la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, el Ayuntamiento de Laviana decidió, tras un acuerdo plenario alcanzado por unanimidad, demandar al Consistorio de San Martín del Rey Aurelio por los «daños y perjuicios» causados, al entender que la mortandad de peces fue causada por un vertido de cloro de la traída de agua del concejo vecino. El Ayuntamiento de Laviana realizará una serie de peritaciones que determinarán los daños causados a la economía del concejo para presentar una demanda en la que exigirá daños y perjuicios. El Ayuntamiento de San Martín entiende, por el contrario, que el arreglo de la red de agua en Puente de Arco que supuestamente pudo ocasionar el vertido se realizó de forma adecuada. Las primeras previsiones apuntan a que el coto sin muerte de Puente de Arco deberá estar cerrado tres años antes de que pueda regenerarse. Otro de los vertidos más significativos localizados en el pasado año se produjo en las inmediaciones de la localidad lavianesa de Barredos, también en el río Nalón, a mediados del mes de junio. El suceso se produjo en una zona situada junto al pozo Carrio de Hunosa, en la que la Asociación de Pescadores y Amigos del Nalón había soltado la semana anterior un total de 30.000 alevines con el objeto de repoblar el río.