Las lluvias y las nevadas registradas en la Región de Murcia durante el primer mes del año han tenido un claro beneficiado: los embalses de la cuenca del Segura, que han incrementado sus existencias en 97 hectómetros cúbicos, dejando así unos 332 hectómetros cúbicos. Si a esta cifra se le añaden las aportaciones de agua que llegan desde el trasvase Tajo-Segura, las reservas de la cuenca ascenderían a 461 hectómetros cúbicos y se situarían al 40,4 por ciento de su capacidad total, es decir, los embalses que menor agua almacenan.
En el conjunto del país, los pantanos españoles están al 68,8 por ciento con 37.896 hectómetros cúbicos de agua embalsada, lo que supone un aumento de 364 hectómetros, un 0,7 por ciento, respecto a los niveles de hace una semana pasada.
En comparación con el pasado año, los pantanos del Segura tienen 182 hectómetros cúbicos más que en la misma fecha de 2009 y 263 hectómetros más que la media que suele almacenar en esta época del año, que se situaría en los 198 hectómetros cúbicos.
Este último mes ha sido «más húmedo de lo habitual», lo que ha contribuido a acumular existencias propias en la cuenca, no obstante, este hecho contrasta con que el pasado otoño fuera uno de los más secos de los últimos años. Esto evidencia la inestabilidad hidrológica de la cuenca del Segura y que recomienda mantener las actuales restricciones. Por ello, a pesar de esta mejora en las reservas gracias a las lluvias, la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) mantendrá su política de prudencia en el desembalse de recursos para garantizar el suministro a todos los usuarios a largo plazo. Asimismo, continuará con la limitación de hasta el 75 por ciento en los derechos de riego, una medida que cuenta con el respaldo de los regantes y que persigue asegurar un ritmo constante y prolongado de desembalses. Sin embargo, la CHS aseguró que estudiará posibles cambios en esta política si en los próximos meses sigan siendo tan lluviosos como diciembre y enero.