El Hondo está «agonizando». Así de contundente se mostraba ayer el portavoz de la comunidad Riegos de Levante, Ángel Urbina, quien achacaba directamente la situación a las restricciones de los usos (principalmente el riego), aprobadas por la Conselleria de Medio Ambiente desde su declaración como parque natural. Paradójicamente, las lluvias de este otoño no han aliviado la precariedad de este paraje, afectado gravemente por las sequías del último lustro y que han provocado graves episodios de botulismo con las consiguientes muertes de aves y un considerable incremento en la salinidad de las aguas. En vez de mejorar, la situación «ha ido empeorando hasta un momento en el que podemos decir que El Hondo se está muriendo, pero no sólo para los regantes, sino también para las aves», explica Urbina, quien apunta como prueba que cada vez la avifauna es más escasa. Precisamente es el decreto de la malvasía, creado para la protección de esta especie en peligro y que también pretende ayudar a otras aves amenazadas, una de las principales causas del deterioro del enclave, según asegura Urbina. El decreto entrará en vigor el próximo lunes, mientras desde octubre Riegos de Levante no ha podido hacer uso de las aguas de El Hondo al haber estado roto su canal principal, que ahora está siendo reparado por la Conselleria de Medio Ambiente. «La reparación, a pesar de que se ha gestionado de forma urgente, no va a llegar a tiempo para que podamos elevar aguas con las aportaciones de las últimas lluvias», lamenta Urbina. Y los embalses principales se encuentran, uno prácticamente vacío, el de Levante, y otro, el de Poniente, lleno de «aguas de muy mala calidad que elevamos desde los azarbes para evitar el peligro de inundaciones en municipios cercanos como San Fulgencio», apunta Urbina. La citada normativa autonómica impide, en época considerada de cría para las aves (del 1 de febrero al 31 de agosto), los cambios bruscos en los niveles de agua en El Hondo. «Como todavía no se ha aprobado la orden que regula qué se considera cambio brusco, Riegos de Levante no va a utilizar El Hondo, con lo que el paraje se va a convertir en una perfecta salina». La legislación así lo dice y por ello, el gerente de esta entidad está imputado y a la espera de la resolución judicial. «Que ahora el juez determine de quién es la culpa de que las aves no hayan podido nidificar en El Hondo este año. La perspectiva es terrorífica y parece que ni a la conselleria ni a los ecologistas le importe», señala Ángel Urbina. Los regantes exigen que la normativa se concrete, «así como el plan rector de uso y gestión del parque, con el fin de permitir el riego y la introducción de agua en cualquier época, como se ha hecho toda la vida», señala el portavoz de los regantes. Riegos de Levante «es y ha sido siempre el más interesado y el que más ha cuidado a las aves de El Hondo. De hecho, siempre se les ha dado de comer, tanto ahora como cuando se podía cazar». Además, la entidad de riego dispone desde hace 22 años «de un biólogo que ha velado por que las anátidas estuvieran en las mejores condiciones posibles», concluye Urbina.

El portavoz de Riegos de Levante, Ángel Urbina, mostraba ayer la desazón de la comunidad de agricultores frente a los últimos acontecimientos. «Estamos ya cansados de que pisoteen todos nuestros derechos y de que siempre seamos los regantes los que paguemos todo», asegura Urbina, quien lamenta que «primero fue cazar, luego pescar y ahora tampoco podemos regar». Los regantes rechazan la «indefensión» frente a la Generalitat y la «presión» que sufren de parte de los grupos conservacionistas. «Para conservar El Hondo deberían unirse a nosotros para luchar por un agua de calidad y por un caudal asegurado, ya que la sequía, igual que ha afectado a nuestros campos, también ha perjudicado a las aves», expone el portavoz de Riegos de Levante.