El caudal del Pisuerga baja a menos de la mitad en un día
Lun, 18/01/2010
El Pisuerga recuperó ayer su línea habitual después del atracón de agua que desbordó sus límites naturales durante la jornada anterior. El río fue volviendo poco a poco a su cauce y el caudal menguó a una velocidad vertiginosa hasta situarse en torno a los 500 metros cúbicos, es decir, menos de la mitad de los 1.190 que llegó a alcanzar a media tarde del sábado. La festividad dominical retrasó hasta hoy la hora de hacer balance de los daños materiales causados por la histórica crecida del Pisuerga, que marcó su quinta marca en los últimos cuarenta años. La peor parte se la llevó Cabezón de Pisuerga, donde el caudal alcanzó los 1.330 metros cúbicos ?tan sólo 535 llevaba a las 14.00 horas de ayer? y anegó entre 70 y 80 hectáreas de tierras de cultivo en el entorno de la Vega. Allí estaban, en plena zona inundable, las máquinas que construyen los cimientos de la futura línea ferroviaria de la variante de mercancías. Los destrozos aguas arriba fueron mucho menores si bien la fuerza del río arrancó baldosines y dañó el mobiliario urbano de los paseos inundados de Las Moreras. Los vallisoletanos volvieron a acercarse ayer a las riberas a ver pasar un río que desde primera hora de la mañana abandonó la zona peatonal. cional y Municipal, explicó De la Higuera. Aunque en Zamora la avenida no alcanzó tanto nivel como en Toro, el agua subió dos metros bajo el Puente Nuevo, como se constataba en el marcador instalado en uno de los pilares. Protección Civil y Fuerzas de Seguridad estuvieron pendientes de si el agua llegaba a las casas o ganaderías más próximas al río, por si fuera necesaria alguna evacuación, aunque no se llegó a esa situación. Objeto de especial interés fue el Valderaduey en su desembocadura, por el riesgo de inundaciones si el Duero no da abasto a acoger el caudal. No obstante, las aguas del afluente bajaban ayer tranquilas. Tal como adelantó la subdelegada, en función de los datos recogidos en la estación de Villamarciel, el caudal se estabilizó por la tarde y a última hora empezó a bajar, siguiendo la tónica que se había registrado horas antes en la estación de la localidad vallisoletana. Pero la imagen que ofrecía el Duero atrajo también a muchos capitalinos, que se acercaron a ver y hacer fotografías del río desbordado. Durante la jornada de ayer se empezó también a desembalsar, en los embalses de Castro y Villalcampo, en un volumen de entre 500 y 1.000 metros cúbicos por segundo.