Resuelven el misterio de las emigraciones de los manatíes del río Amazonas
Jue, 14/01/2010
Un equipo de expertos brasileños y británicos ha resuelto el misterio que rodeaba la migración de los manatíes. Estos animales emprenden un «peligroso viaje», a juicio de los científicos, desde aguas superficiales a otras más profundas. Hasta ahora, se desconocía el motivo de este traslado, pero los científicos creen que se trata de una forma de evitar ataques de depredadores como caimanes, jaguares o el ser humano en la temporada en que las aguas están más bajas.
El hallazgo explica que el manatí amazónico o «Trichechus inunguis» es un mamífero grande que se alimenta de plantas y vive en aguas dulces. Debido a su particular forma se lo describe como una mezcla entre una foca y un hipopótamo.
Esta especie puede encontrarse únicamente en la cuenca del Amazonas, desde la boca del río hasta el origen de los tributarios de Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana y Perú. En concreto, los investigadores de este estudio trabajaron con las especies que habitan las reservas de Mamiraua y Amana en el noroeste de Brasil.
Estos animales consumen plantas acuáticas por el equivalente al ocho por ciento de su peso corporal. Cuando las aguas bajan, entre octubre y noviembre, los animales comienzan a migrar a través de las rías. Los científicos creen que esta migración se debe a que resulta peligroso para ellos permanecer en aguas poco profundas. Si no se moviesen, quedarían atrapados y expuestos a caimanes, jaguares y humanos.
El hallazgo explica que el manatí amazónico o «Trichechus inunguis» es un mamífero grande que se alimenta de plantas y vive en aguas dulces. Debido a su particular forma se lo describe como una mezcla entre una foca y un hipopótamo.
Esta especie puede encontrarse únicamente en la cuenca del Amazonas, desde la boca del río hasta el origen de los tributarios de Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana y Perú. En concreto, los investigadores de este estudio trabajaron con las especies que habitan las reservas de Mamiraua y Amana en el noroeste de Brasil.
Estos animales consumen plantas acuáticas por el equivalente al ocho por ciento de su peso corporal. Cuando las aguas bajan, entre octubre y noviembre, los animales comienzan a migrar a través de las rías. Los científicos creen que esta migración se debe a que resulta peligroso para ellos permanecer en aguas poco profundas. Si no se moviesen, quedarían atrapados y expuestos a caimanes, jaguares y humanos.