La consellera de Agricultura, Maritina Hernández, advirtió ayer de que la pérdida del aporte hídrico que significa el trasvase Tajo-Segura "pondría en peligro más del 65% de la producción agrícola de la provincia de Alicante y, concretamente, amenaza directamente a algunos de los cultivos más rentables y competitivos de nuestra Comunidad como la granada, la uva de mesa del Vinalopó o la producción de pimiento, así como la citricultura del sur de la provincia". Maritina Hernández señaló que estas producciones y el conjunto de la agricultura de la Comunidad "generan riqueza, empleo, son el principal soporte de nuestra balanza comercial en estos momentos y un sector estratégico para el desarrollo de nuestra economía, pero para ello es necesario que llegue agua de calidad, en cantidad suficiente y a un precio asequible, porque nuestra preocupación es que nuestros agricultores puedan seguir trabajando", según denunció en un comunicado.
La titular de Agricultura recordó que "la Comunidad Valenciana necesita el trasvase del Ebro, el del Júcar-Vinalopó y la permanencia, sin fecha de caducidad, del Tajo-Segura, para garantizar el futuro de la agricultura de la Comunidad", y aseguró que "desde el Consell se continuará trabajando por la llegada del agua porque es un recurso de todos y los trasvases son una solución viable desde el punto de vista técnico y sostenible para hacer realidad el principio de solidaridad que debe existir entre los españoles y entre los territorios".
Hernández insistió en que "necesitamos agua para garantizar el futuro de nuestra agricultura, del conjunto de los sectores productivos, del abastecimiento humano, y, en definitiva, del desarrollo de la Comunidad.
Maritina Hernández recordó que la Comunidad Valenciana es líder en la reutilización del agua para regadío, ya que supone el 46,6% del total que se reutiliza en España, muy por delante de la siguiente comunidad, Andalucía, que supone el 9,1%. En este sentido, recordó que el 70% de la superficie de regadío de la Comunidad ya cuenta con sistemas de riego localizado, "lo que nos sitúa 28 puntos por encima de la media estatal".
La titular de Agricultura subrayó que el Consell "trabaja por cumplir sus compromisos con los ciudadanos, como es el de modernizar el 100% de la superficie de cultivos de regadío de la Comunidad", y señaló que son ya más de 235.000 hectáreas las que disponen de la tecnología necesaria para optimizar el agua.
El Gobierno tendría que pagar la friolera de 21.000 millones de euros (diez mil en la provincia de Alicante) a los agricultores, empresas y ayuntamientos que reciben agua del trasvase Tajo-Segura si se cerrara esta infraestructura. La cifra fue aportada la Confederación Empresarial de la Provincia de Alicante (Coepa), el pasado otoño durante la tercera y definitiva entrega del informe encargado por la patronal a la Universidad de Alicante para analizar las repercusiones que tendría para la provincia la eliminación del Tajo-Segura.