El Gobierno da el visto bueno a una nueva central subterránea en los cañones del río Sil
Mar, 29/12/2009
El río Sil tendrá una nueva central hidroeléctrica. El Gobierno ha dado el visto bueno a Iberdrola para la creación de San Pedro II con la publicación en el BOE (Boletín Oficial del Estado) de la declaración de impacto ambiental de las obras. El Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino concluye en este documento que, dadas las características del proyecto, «quedará adecuadamente protegido el medio ambiente y los recursos naturales». Así será siempre y cuando la empresa cumpla con las medidas correctoras o minimizadoras del impacto que se proponen. Entre ellas, destaca la condición de establecer un caudal mínimo de 1.650 litros por segundo. Este punto es de especial importancia tras las quejas de colectivos ecologistas y de empresarios turísticos por el secado del Sil que provocaron las obras del embalse de Santo Estevo, actualmente en ejecución. Precisamente, el ministerio recuerda a través de un comunicado que «dado que el proyecto tiene su emplazamiento dentro de la Ribeira Sacra, uno de los principales destinos turísticos de la provincia de Ourense, se contempla la restauración, la revegetación y el acondicionamiento paisajístico de la zona de actuación». De hecho, todas las actuaciones que afecten a la zona de explotación turística durante la ejecución de las obras tendrán que ser comunicadas a la Dirección Xeral de Turismo de la Xunta. Por otro lado, la nueva central de Santo Estevo II será construida en caverna y, por lo tanto, según el ministerio, la afección al paisaje será «mínima». A pesar de ello, una de las exigencias del Gobierno es que Iberdrola escoja de entre las cuatro alternativas previstas para la instalación una que va situada en el margen izquierdo del río que reduce los niveles de excavación en un 10% y de demolición, en un 50%. La mortandad de peces se ve además reducida con este sistema. Finalmente, mientras duren las obras se vigilará la calidad de las aguas con controles periódicos y se el movimiento de tierras se alejará lo máximo posible del cauce.