La Mancha húmeda se convertirá en museo
Mar, 29/12/2009
La Fundación Jardín Botánico de Castilla-La Mancha y el Consorcio del Alto Guadiana firmarán un convenio de colaboración para la instalación en el recinto del Jardín de un conjunto dedicado a la interpretación de los paisajes, flora, vegetación y otros valores naturales asociados a los humedales manchegos, según anunció ayer en Albacete el consejero de presidencia del Gobierno regional, José Valverde. Se pretende que esté visitable a partir de junio de 2010.
El Jardín Botánico, inaugurado en mayo de 2003, es una institución creada y diseñada para conservar el patrimonio cultural de Castilla-La Mancha, para generar y transmitir conocimientos y mensajes relacionados con el mundo de las plantas. Un espacio donde la conservación, la cultura, la educación y el esparcimiento confluyen en una oferta polivalente dirigida a toda la sociedad. Un lugar preparado para la celebración de eventos científicos, culturales y sociales. En este contexto, se plantea la posibilidad de incorporar, dentro de su diseño e instalaciones, un conjunto temático que permita recrear los paisajes de los humedales manchegos, convirtiéndose en un centro de interpretación de los ecosistemas de la Cuenca Alta del Guadiana, de su régimen y funcionamiento hidráulico, de su biodiversidad y muy especialmente de su flora y vegetación.
El proyecto permitiría, además, interpretar y dar a conocer el Plan Especial del Alto Guadiana (Peag), incorporando no sólo paisajes, comunidades y especies de plantas, sino trasladando también, de forma continua, los objetivos, desarrollo y logros del Peag gracias al centro de visitantes que el conjunto incorporará. Para ello el Jardín Botánico dispone ya de un área de 11.200 metros cuadrados, en avanzado estado de urbanización, con dos lagunas: una circular , de 780 metros cuadrados de superficie, y otra irregular, de 810 metros cuadrados, junto con senderos y puentes ubicados en un lugar de acceso y perspectivas privilegiadas dentro del recinto. La inversión prevista asciende, según dijo el consejero, a 540.000 euros e incluye la mejora y construcción de nuevas infraestructuras -caminos, pasarelas, instalaciones hidráulicas-, un proyecto de paisajismo, nuevas plantaciones y señalética, así como la instalación de un centro de interpretación con sus elementos de expografía.
El director científico del Jardín Botánico, Esteban Hernández, destacó la importancia del proyecto, que «dará a conocer los cerca de 450 humedales de Castilla-La Mancha», entre los que enumeró, de la provincia de Albacete, los de Higueruela, Pétrola y Alcázar de San Juan. Hernández señaló que se trata de «mostrar una flora y una vegetación complejas y diversas, de un interés biológico singular», explicando que «el patrimonio natural se convierte en patrimonio cultural cuando el hombre aprende a manejarlo y a vivir de él».
Riqueza natural
El proyecto recrearía paisajes y comunidades propias de las zonas endorreicas manchegas, con saladares, carrizales, masegales, juncales, tarajales, adelfares, alisedas, fresnedas, olmedas y choperas, rodeados de espartizales, tomillares y encinares adehesados. Todo el conjunto quedaría inserto en un paisaje agrícola donde la huella del hombre estará presente por las sensaciones de los cultivos de cereal, viñedo, cultivo de almendros y olivares.
Los visitantes de cualquier edad y procedencia -escolares, universitarios, turistas, tercera edad y público en general- podrían disfrutar y conocer el mundo de los humedales manchegos, de su flora y vegetación, con todas las comodidades y nulo impacto ecológico que representará la visita de un conjunto natural instalado en el espacio urbano.
El Jardín Botánico, inaugurado en mayo de 2003, es una institución creada y diseñada para conservar el patrimonio cultural de Castilla-La Mancha, para generar y transmitir conocimientos y mensajes relacionados con el mundo de las plantas. Un espacio donde la conservación, la cultura, la educación y el esparcimiento confluyen en una oferta polivalente dirigida a toda la sociedad. Un lugar preparado para la celebración de eventos científicos, culturales y sociales. En este contexto, se plantea la posibilidad de incorporar, dentro de su diseño e instalaciones, un conjunto temático que permita recrear los paisajes de los humedales manchegos, convirtiéndose en un centro de interpretación de los ecosistemas de la Cuenca Alta del Guadiana, de su régimen y funcionamiento hidráulico, de su biodiversidad y muy especialmente de su flora y vegetación.
El proyecto permitiría, además, interpretar y dar a conocer el Plan Especial del Alto Guadiana (Peag), incorporando no sólo paisajes, comunidades y especies de plantas, sino trasladando también, de forma continua, los objetivos, desarrollo y logros del Peag gracias al centro de visitantes que el conjunto incorporará. Para ello el Jardín Botánico dispone ya de un área de 11.200 metros cuadrados, en avanzado estado de urbanización, con dos lagunas: una circular , de 780 metros cuadrados de superficie, y otra irregular, de 810 metros cuadrados, junto con senderos y puentes ubicados en un lugar de acceso y perspectivas privilegiadas dentro del recinto. La inversión prevista asciende, según dijo el consejero, a 540.000 euros e incluye la mejora y construcción de nuevas infraestructuras -caminos, pasarelas, instalaciones hidráulicas-, un proyecto de paisajismo, nuevas plantaciones y señalética, así como la instalación de un centro de interpretación con sus elementos de expografía.
El director científico del Jardín Botánico, Esteban Hernández, destacó la importancia del proyecto, que «dará a conocer los cerca de 450 humedales de Castilla-La Mancha», entre los que enumeró, de la provincia de Albacete, los de Higueruela, Pétrola y Alcázar de San Juan. Hernández señaló que se trata de «mostrar una flora y una vegetación complejas y diversas, de un interés biológico singular», explicando que «el patrimonio natural se convierte en patrimonio cultural cuando el hombre aprende a manejarlo y a vivir de él».
Riqueza natural
El proyecto recrearía paisajes y comunidades propias de las zonas endorreicas manchegas, con saladares, carrizales, masegales, juncales, tarajales, adelfares, alisedas, fresnedas, olmedas y choperas, rodeados de espartizales, tomillares y encinares adehesados. Todo el conjunto quedaría inserto en un paisaje agrícola donde la huella del hombre estará presente por las sensaciones de los cultivos de cereal, viñedo, cultivo de almendros y olivares.
Los visitantes de cualquier edad y procedencia -escolares, universitarios, turistas, tercera edad y público en general- podrían disfrutar y conocer el mundo de los humedales manchegos, de su flora y vegetación, con todas las comodidades y nulo impacto ecológico que representará la visita de un conjunto natural instalado en el espacio urbano.