Cartografía en el Ebro. Un estudio mostrará las zonas con mayor probabilidad de inundarse en caso de riada

Lun, 21/12/2009

ABC

En los meses de primavera las crecidas del Ebro son algo de lo más habitual. El deshielo, junto con las tormentas típicas de esta época del año, provoca las avenidas del río. Los municipios ribereños están acostumbrados a vivir con incertidumbre los meses previos al verano, miran al río con la esperanza de que les dé una tregua y no anegue campos y, en algunos casos, perjudique incluso el casco urbano. Su cercanía al Ebro les juega más de una mala pasada. Ahora un estudio va a mostrar cuáles son las zonas que mayor probabilidad tienen de inundarse con las riadas. Así se creará el Sistema Nacional de Cartografía de Zonas Inundables en la Cuenca del Ebro. El objetivo es conocer mejor el medio para tratar de paliar los efectos de las riadas. Elaborar estos mapas costará más de seis millones de euros y pondrá de relieve el riesgo de inundación que hay en los municipios ribereños dependiendo del caudal del río. Tecnología 3D El estudio se realizará a través de cartografía en tres dimensiones y ortofotografías que permiten medir distancias reales. Aunque estas tecnologías ya se ha utilizado puntualmente, el sistema se va a extender a toda la Cuenca del Ebro. Para ello, el primer paso será la definición de los tramos que se van a estudiar. Debido al alto coste económico de esta tecnología, la Confederación Hidrográfica del Ebro se ha visto obligada a priorizar zonas. La cuenca del Ebro tiene más de 12.000 kilómetros y según la técnico encargada de dirigir el proyecto, Marisa Moreno, «sería imposible» analizar cada uno de los tramos con todas las variables. Una vez que se haya decidido sobre zonas se va a actuar, varias avionetas sobrevolarán el perímetro para obtener cartografía digital y es a partir de aquí cuando se inicia el estudio en sí. A través de un programa digital, se aplicarán sobre la zona diversos caudales del Ebro que mostrarán qué zonas se inundarían en caso de que el río llevase esa cantidad de agua. De esta forma se obtiene un «completo y exhaustivo estudio» de las riadas y sus consecuencias, explica Moreno. Se aplicará una amplia gama de caudales para que los resultados sean lo más reales posible. En la práctica, la Confederación Hidrográfica del Ebro podrá usar esta herramienta, que quedará a disposición de todas las administraciones y usuarios en internet, para mejorar la planificación urbanística de los municipios ribereños. Es decir, si se pide una licencia de obras para construir una instalación a una determinada distancia del río, ya se sabrá de antemano si puede sufrir daños debido a la riadas. El estudio intentará, por tanto, evitar que en un futuro se construya en zonas con alto riesgo de inundabilidad. De esta forma se pretende minimizar las consecuencias de riadas futuras, previniendo antes de que se dé el problema. Un ejemplo muy claro se da en la localidad zaragozana de Novillas. Su casco urbano se encuentra a escasos metros del cauce del río, por eso, una avenida ordinaria puede tener consecuencias muy negativas en el municipio, y más ahora que el cauce es menor debido a la suciedad. Gracias a este nuevo estudio, la localidad podrá planificar su crecimiento urbanístico atendiendo al riesgo de inundaciones. Es sólo un ejemplo, ya que la cercanía al Ebro perjudica, en épocas de riadas, a varias poblaciones aragonesas.