La Región de Murcia se ha consolidado en materia de agua como una zona modélica en España y Europa en aprovechamiento de los recursos hídricos, liderando todos los parámetros de buena gestión.
La Región constituye un ejemplo internacional en materia de depuración, reutilización de aguas residuales, y modernización de regadíos, y alcanza niveles de eficiencia espectaculares. Pero a pesar del trabajo realizado, Murcia tiene un déficit hídrico estructural declarado que sólo se soluciona con trasvases.
El Gobierno regional ha completado en los últimos años la red de depuradoras en casi todos los municipios, cumpliendo de esta forma el objetivo que se marcó el Ejecutivo murciano con la puesta en marcha del Plan General de Saneamiento y Depuración, dotado de seiscientos millones de euros.
Murcia recupera prácticamente la totalidad de sus aguas, volúmenes adicionales que una vez reutilizados, se destinan en su mayoría a fines agrícolas. El sistema integral de depuración de la Región permite recuperar más de cien hectómetros cúbicos de agua al año.
La cuenca del Segura reutiliza el cien por cien de sus aguas mientras que la media de España es del 13,2 por ciento, según datos del Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino, que ha reconocido el esfuerzo de la Región en esta materia al tener las aguas del Segura la máxima calidad del conjunto de los ríos de España. En este sentido, destaca el empeño de la Región en reducir la contaminación orgánica del Segura, ya que es inferior a tres miligramos por litro en el cien por cien del río, mientras que la media española en ese mismo intervalo es del 83 por ciento.
Las nuevas depuradoras puestas en marcha por el Gobierno regional cuentan con los más modernos y avanzados sistemas de depuración, con tratamientos terciarios, pioneros en España y Europa, que han contribuido a una mejora sustancial de la calidad del agua depurada.
El sistema de tratamiento terciario permite actualmente eliminar en la Región el 97,6 por ciento de la carga contaminante de las aguas reutilizadas, superando el 75 por ciento que exige la minuciosa normativa de la Unión Europea.
Las plantas de depuración están diseñadas con los niveles de exigencia del estado de California, uno de los códigos más rigurosos del mundo occidental en esta materia.
De esta manera, la Comunidad no solamente elimina la contaminación orgánica, sino también los contaminantes nutrientes, y hace hincapié en mantener la transparencia del agua y desinfección, que hacen el agua depurada asimilable al agua prepotable.
La pretensión en la gestión de los recursos hídricos es absoluta. El 98 por ciento de la población urbana está conectada a depuradoras, con una capacidad potencial de recuperación de más de 500.000 metros cúbicos al día. No obstante, el objetivo próximo del Gobierno regional es completar la red de saneamiento y depuración con los núcleos de población diseminados a través de una amplia red de colectores, que supondrán más de doscientos kilómetros de tuberías en quince municipios de la Región. La Consejería de Agricultura y Agua está satisfecha con lo conseguido hasta el momento, aún así, la Comunidad no cesará en la búsqueda de alternativas a los costes energéticos, uno de los retos en depuración y un recurso de que somos dependientes del exterior.