El nivel de las aguas del Miño llegó a subir en Lugo más de dos metros
Mar, 08/12/2009
El desbordamiento llegó a alcanzar el local social de los vecinos de A Ponte, situado lejos del caudal del río Hace ya muchos años que la crecida del Miño no alcanzó los niveles de las últimas horas. Las aguas llegaron a subir, entre la tarde y la noche del pasado domingo, más de dos metros, de acuerdo con los datos aportados en diversos establecimientos situados en las proximidades de la corriente. Dos centros lúdicos, situados en el barrio de A Ponte, pagan especialmente las consecuencias de las intensas lluvias: el club fluvial y el balneario. En la primera de las instalaciones el agua llegó a la sala de calderas y provocó que la piscina no pudiese funcionar en el transcurso de la jornada de ayer. En la estación termal tuvieron bastantes problemas porque el agua llegó al alféizar de las ventanas situadas en uno de los frontales del jardín de la entrada. Algunas salas de la parte baja -como por ejemplo la destinada a pulverizaciones y duchas nasales y también la piscina termal- tuvieron que ser cerradas al público. El establecimiento tenía una ocupación en este puente superior al 80% y no hubo anulaciones, a pesar de que algunos clientes fueron informados telefónicamente por la dirección de la situación planteada por la tromba de agua. Los servicios pudieron ofrecerse con normalidad en la parte nueva del establecimiento. Donde tuvieron que echar el cerrojo definitivamente fue en el Restaurante O Muíño. El agua entró por todas partes. Incluso estuvo a punto de hacerlo por las ventanas. En el local destinado a pulpería, situado en las inmediaciones del local principal de restauración, la crecida llegó a cubrir las mesas. El depósito del combustible también quedó como si flotase dentro del agua, al igual que unas bombonas. La zona de aparcamientos y también la terraza tampoco pudieron ser utilizados a lo largo de la jornada de ayer. Es posible que el restaurante no pueda funcionar en unos días debido a los daños ocasionados por la espectacular crecida. Ayer por la mañana, numerosos lucenses se acercaron a las zona inundadas próximas a la capital para ver la crecida y hacer fotos. En algunos lugares no quedó ni tan siquiera sitio para poder aparcar.