La tarifa del agua de la capital bajará en 2010 una media del 2,5%
Mar, 17/11/2009
El mensaje lanzado hace varios meses por el equipo de gobierno del PP anunciando la congelación de los tributos municipales deja de tener efecto para las tarifas del agua. La determinación adoptada por la Empresa Municipal de Agua (Emasa) es que el precio que se cobra en este momento a los usuarios por el consumo de tan preciado líquido se abarate. Así lo confirmó ayer la concejala de Economía y Hacienda, Carolina España, quien precisó que en términos globales el descenso respecto a los dígitos actuales será de unos 3,6 céntimos de euro por cada metro cúbico de agua consumida, lo que viene a suponer alrededor del 2,5% de la factura. No obstante, este porcentaje variará en función de la cantidad que gaste por cada cliente.
La medida llama la atención en el actual contexto económico y contrasta con el importante aumento de la tarifa acordada por el Consistorio para 2009, que fue del 4,8%. La también portavoz del PP en la Casona del Parque justificó la decisión adoptada, que deberá ser aprobada en el consejo de Emasa, en la eliminación de uno de los cánones que se ha venido cobrando a la sociedad de aguas desde 1992, por un valor total de 34 millones de euros. Como consecuencia de ello, "a los ciudadanos les va a salir más barata el agua", apostilló España.
En términos generales, la idea es que para un hogar medio, que pueda consumir alrededor de 12 metros cúbicos al mes, la rebaja suponga un 2,6%, dato que podría bajar a un 1% ó 0,5% en el caso de aquellos usuarios o empresas que más derroche de agua tengan. Así, si se toma como referencia los 3,6 céntimos a los que aludió la responsable del departamento de Economía, la disminución en el recibo medio sería de 43,2 céntimos al mes, lo que al año se traduciría en algo más de cinco euros.
En cualquier caso, si la acción beneficia el bolsillo de los malagueños, la incidencia negativa se dejará notar sobre los ingresos previstos por la empresa municipal. En este sentido, fuentes próximas a la empresa indicaron que los datos apuntan a que se puede producir una caída respecto a la facturación de este ejercicio, que rondará los 60 millones de euros.No obstante, las fuentes indicaron que conforme "a las reglas del mercado", el augurio es que en el momento en que baje el precio del agua, "suba el consumo". Más aún en una época en que la sombra de la sequía y las advertencias de las administraciones sobre la misma parecen ya lejanas.
La medida llama la atención en el actual contexto económico y contrasta con el importante aumento de la tarifa acordada por el Consistorio para 2009, que fue del 4,8%. La también portavoz del PP en la Casona del Parque justificó la decisión adoptada, que deberá ser aprobada en el consejo de Emasa, en la eliminación de uno de los cánones que se ha venido cobrando a la sociedad de aguas desde 1992, por un valor total de 34 millones de euros. Como consecuencia de ello, "a los ciudadanos les va a salir más barata el agua", apostilló España.
En términos generales, la idea es que para un hogar medio, que pueda consumir alrededor de 12 metros cúbicos al mes, la rebaja suponga un 2,6%, dato que podría bajar a un 1% ó 0,5% en el caso de aquellos usuarios o empresas que más derroche de agua tengan. Así, si se toma como referencia los 3,6 céntimos a los que aludió la responsable del departamento de Economía, la disminución en el recibo medio sería de 43,2 céntimos al mes, lo que al año se traduciría en algo más de cinco euros.
En cualquier caso, si la acción beneficia el bolsillo de los malagueños, la incidencia negativa se dejará notar sobre los ingresos previstos por la empresa municipal. En este sentido, fuentes próximas a la empresa indicaron que los datos apuntan a que se puede producir una caída respecto a la facturación de este ejercicio, que rondará los 60 millones de euros.No obstante, las fuentes indicaron que conforme "a las reglas del mercado", el augurio es que en el momento en que baje el precio del agua, "suba el consumo". Más aún en una época en que la sombra de la sequía y las advertencias de las administraciones sobre la misma parecen ya lejanas.