La CHE inicia otra zona de inundabilidad para mitigar riadas
Mar, 17/11/2009
La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) inició ayer las obras de la que será la tercera zona de inundabilidad controlada en el eje del Ebro, en Pina. Esta se sitúa aguas arriba del núcleo urbano del municipio, aprovechando el meandro de su margen izquierda, y está diseñada para mejorar la protección ante una avenida.
La creación de estas áreas es una medida consensuada en la Comisión del Tramo Medio del Ebro, donde han participado los gobiernos de La Rioja, Navarra y Aragón, expertos y los alcaldes de las localidades afectadas. Su finalidad es crear un espacio que se llenará de agua de forma controlada durante las riadas, reduciendo así los caudales.
Junto con esta zona de inundabilidad se construirá otra en el mismo término municipal. Además, se está ejecutando una más en el término municipal de Pradilla, cuyas obras se iniciaron el pasado mes de octubre y ya está prácticamente concluida la situada en la localidad de Novillas. La previsión es que las obras sean ya efectivas en tres meses.
Las zonas de inundabilidad son la respuesta de la CHE a las demandas de la zona, donde alcaldes y agricultores han manifestado en reiteradas ocasiones el peligro de las riadas. Los ediles han reivindicado repetidamente medidas para evitar las consecuencias de las crecidas, como la creación de aliviaderos naturales, la construcción de compuertas en las motas de defensa y, sobre todo, la retirada de gravas y vegetación del cauce, la petición más polémica, puesto que la zona esté declarada como Lugar de Interés Comunitario (LIC), lo que dificulta cualquier actuación.
SOLUCIONES
La CHE ha intentado responder a estas reivindicaciones con la creación de zonas de inundación controlada y cauces de alivio, pero no con la limpieza del cauce, una actuación imposible hasta no contar con los preceptivos permisos medioambientales. Así, desde desde algunos sectores se consideran estas medidas "insuficientes", como expresó ayer Antonio Manero, portavoz de la Plataforma de Afectados por las Riadas del Ebro, que engloba a sindicatos de riegos y agrarios, cooperativas agrícolas, ayuntamientos y particulares.
Manero reiteró que las zonas de inundación "solo benefician al tramo donde están construidas y perjudican a las zonas que quedan abajo", ya que, según argumentó, si se evitan las inundaciones en lugares que antes quedaban anegados al paso de, por ejemplo, 1.000 metros cúbicos de agua, el problema se traslada agudizado a los municipios que se encuentren más adelante en el río. "Lo que hay que hacer es limpiar el río", insistió.
La creación de estas áreas es una medida consensuada en la Comisión del Tramo Medio del Ebro, donde han participado los gobiernos de La Rioja, Navarra y Aragón, expertos y los alcaldes de las localidades afectadas. Su finalidad es crear un espacio que se llenará de agua de forma controlada durante las riadas, reduciendo así los caudales.
Junto con esta zona de inundabilidad se construirá otra en el mismo término municipal. Además, se está ejecutando una más en el término municipal de Pradilla, cuyas obras se iniciaron el pasado mes de octubre y ya está prácticamente concluida la situada en la localidad de Novillas. La previsión es que las obras sean ya efectivas en tres meses.
Las zonas de inundabilidad son la respuesta de la CHE a las demandas de la zona, donde alcaldes y agricultores han manifestado en reiteradas ocasiones el peligro de las riadas. Los ediles han reivindicado repetidamente medidas para evitar las consecuencias de las crecidas, como la creación de aliviaderos naturales, la construcción de compuertas en las motas de defensa y, sobre todo, la retirada de gravas y vegetación del cauce, la petición más polémica, puesto que la zona esté declarada como Lugar de Interés Comunitario (LIC), lo que dificulta cualquier actuación.
SOLUCIONES
La CHE ha intentado responder a estas reivindicaciones con la creación de zonas de inundación controlada y cauces de alivio, pero no con la limpieza del cauce, una actuación imposible hasta no contar con los preceptivos permisos medioambientales. Así, desde desde algunos sectores se consideran estas medidas "insuficientes", como expresó ayer Antonio Manero, portavoz de la Plataforma de Afectados por las Riadas del Ebro, que engloba a sindicatos de riegos y agrarios, cooperativas agrícolas, ayuntamientos y particulares.
Manero reiteró que las zonas de inundación "solo benefician al tramo donde están construidas y perjudican a las zonas que quedan abajo", ya que, según argumentó, si se evitan las inundaciones en lugares que antes quedaban anegados al paso de, por ejemplo, 1.000 metros cúbicos de agua, el problema se traslada agudizado a los municipios que se encuentren más adelante en el río. "Lo que hay que hacer es limpiar el río", insistió.