Medio Ambiente elaborará un plan de gestión de la trucha común para conservar la especie en los ríos valencianos
Dom, 15/11/2009
La Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda elaborará un plan de gestión de la trucha común en la Comunitat Valenciana con el objetivo de conservar los ejemplares de esta especie en los ríos, especialmente las que tienen un origen autóctono.
Ésta es una de las conclusiones a las que se ha llegado tras realizar un estudio genético de las poblaciones de trucha de los ríos valencianos, concretamente en los ríos Palancia y Villahermosa en Castellón y Ebrón, Vallanca y Turia en la provincia de Valencia, según informó la Generalitat en un comunicado.
La directora general de Gestión del Medio Natural, Mª Ángeles Centeno, explicó que la Conselleria de Medio Ambiente ha llevado a cabo este estudio "para conocer de primera mano cómo se debe actuar para conservar las poblaciones existentes, ya que el conocimiento genético de la misma es esencial para aplicar los proyectos de gestión de la especie". Asimismo, recordó que hace años se reintroducían en los ríos valencianos trucha de origen centroeuropeo.
"No es lo mismo que las truchas tengan una variedad atlántica, que viven mejor en ríos con otras condiciones que de una variedad mediterránea, mucho más adaptables a los ríos tranquilos característicos de nuestro territorio", aseguró la directora general.
Centeno indicó que de esta manera, se podrá planificar el trabajos y las futuras repoblaciones en los ríos "para lograr que aumenten y mejoren las poblaciones de esta especie ya que se fomentarán los tipos que sean más adaptables a las condiciones de los ecosistemas acuáticos de la Comunitat".
Entre estos trabajos que se van a llevar a cabo destaca la elaboración de un plan de gestión de la trucha común en la Comunitat Valenciana, que permita garantizar su supervivencia, recuperar su espacio en los ríos, garantizar un aprovechamiento sostenible y mejorar las poblaciones existentes.
Además, se van a crear unos reservorios de seguridad que garanticen la supervivencia de la especie en cualquier tramo habitado, evitando que la especie pudiese llegar a situaciones de riesgo de extinción, pero sin que esto suponga la eliminación como especie pescable en aquellas zonas que con una adecuada gestión se pueda permitir.
Igualmente, se establecerán los medios necesarios para obtener las mejores técnicas de reproducción y cría, que den lugar a los protocolos de trabajo de esta especie, con el fin de garantizar su supervivencia y colonización de nuevos tramos y se realizarán los estudios de las posibles afecciones patológicas de la especie tanto en el medio natural como en los centros de cría y producción, de forma que se disponga de los conocimientos necesarios para combatir cualquier problema que surgiese y que agravase su situación.
Como resultados más significativos del estudio genético de las poblaciones de trucha común destaca la existencia en bajo grado de residuos genéticos de origen centroeuropeo, así como la ausencia de síntomas genéticos característicos de introgresión reciente coincidiendo con el cese de repoblaciones de trucha común de origen centroeuropeo a principios de los años 90.
Según se muestra en este estudio, las poblaciones analizadas mantienen viables la diversidad genética del área geográfica mediterránea y además cabe resaltar dos unidades de conservación operativas para la trucha común, la cuenca alta del Turia y las de Castellón.
Ésta es una de las conclusiones a las que se ha llegado tras realizar un estudio genético de las poblaciones de trucha de los ríos valencianos, concretamente en los ríos Palancia y Villahermosa en Castellón y Ebrón, Vallanca y Turia en la provincia de Valencia, según informó la Generalitat en un comunicado.
La directora general de Gestión del Medio Natural, Mª Ángeles Centeno, explicó que la Conselleria de Medio Ambiente ha llevado a cabo este estudio "para conocer de primera mano cómo se debe actuar para conservar las poblaciones existentes, ya que el conocimiento genético de la misma es esencial para aplicar los proyectos de gestión de la especie". Asimismo, recordó que hace años se reintroducían en los ríos valencianos trucha de origen centroeuropeo.
"No es lo mismo que las truchas tengan una variedad atlántica, que viven mejor en ríos con otras condiciones que de una variedad mediterránea, mucho más adaptables a los ríos tranquilos característicos de nuestro territorio", aseguró la directora general.
Centeno indicó que de esta manera, se podrá planificar el trabajos y las futuras repoblaciones en los ríos "para lograr que aumenten y mejoren las poblaciones de esta especie ya que se fomentarán los tipos que sean más adaptables a las condiciones de los ecosistemas acuáticos de la Comunitat".
Entre estos trabajos que se van a llevar a cabo destaca la elaboración de un plan de gestión de la trucha común en la Comunitat Valenciana, que permita garantizar su supervivencia, recuperar su espacio en los ríos, garantizar un aprovechamiento sostenible y mejorar las poblaciones existentes.
Además, se van a crear unos reservorios de seguridad que garanticen la supervivencia de la especie en cualquier tramo habitado, evitando que la especie pudiese llegar a situaciones de riesgo de extinción, pero sin que esto suponga la eliminación como especie pescable en aquellas zonas que con una adecuada gestión se pueda permitir.
Igualmente, se establecerán los medios necesarios para obtener las mejores técnicas de reproducción y cría, que den lugar a los protocolos de trabajo de esta especie, con el fin de garantizar su supervivencia y colonización de nuevos tramos y se realizarán los estudios de las posibles afecciones patológicas de la especie tanto en el medio natural como en los centros de cría y producción, de forma que se disponga de los conocimientos necesarios para combatir cualquier problema que surgiese y que agravase su situación.
Como resultados más significativos del estudio genético de las poblaciones de trucha común destaca la existencia en bajo grado de residuos genéticos de origen centroeuropeo, así como la ausencia de síntomas genéticos característicos de introgresión reciente coincidiendo con el cese de repoblaciones de trucha común de origen centroeuropeo a principios de los años 90.
Según se muestra en este estudio, las poblaciones analizadas mantienen viables la diversidad genética del área geográfica mediterránea y además cabe resaltar dos unidades de conservación operativas para la trucha común, la cuenca alta del Turia y las de Castellón.