Manos voluntarias analizan y limpian el río Henares

Dom, 15/11/2009

EFE

Los ríos de España viven una delicada situación por la escasez de agua, por el estrechamiento de sus caudales naturales y por la contaminación causada por el hombre, que ahora se presta voluntario para arreglar lo que durante años ha degradado.
Al trasiego habitual de "domingueros" que acuden durante el fin de semana a orillas del río Henares a pasear o montar en "bici", se suman estos meses grupos de voluntarios de la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA) que se dedican a analizar las aguas y limpiar las márgenes del río.
Estudiantes de Ciencias Ambientales de la Universidad de Alcalá de Henares, el punto de partida de ACA, así como gente de los municipios del corredor del Henares contribuyen cada sábado y domingo a restaurar el ecosistema fluvial del Henares, degradado por la presión urbanística de la zona corredor que lleva su nombre.
Su actividad se enmarca dentro del programa de Voluntariado en Ríos que puso en marcha el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino dentro de la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos hace dos años y que aparte de en la cuenca del Tajo, se desarrolla
en la del Ebro, Duero, Júcar, Guadalquivir, Guadiana y el Norte.
En dicho programa colaboran este año 52 asociaciones que tratan de que los 30.000 voluntarios que se "remangaron" en 2008 en pos de la salud de los ríos sean este año 50.000.
Del Henares y de implicar a la gente que allí vive, se encarga la Asociación de Ciencias Ambientales, que ha iniciado una campaña de voluntariado este otoño para prestar atención a un río "antes olvidado", explica el presidente de ACA, Roberto Ruiz.
La actividad se desarrolla entre los municipios madrileños de Alcalá de Henares, San Fernando de Henares, Torrejón de Ardoz y los ceracenses, como Guadalajara capital, Sigüenza, Azuqueca de Henares y Jadraque.
Según el día, los equipos coordinados de voluntarios limpian las márgenes del río o analizan el agua, al tiempo que reciben educación ambiental por parte de los monitores que les acompañan, que les explican el "porqué de la actividad, cómo está el río, cómo debería estar y cuáles son las características de su flora, fauna y geología", matiza Ruiz.
"Ríos y acuíferos están muy relacionados, se transmiten agua y además de agua, lo que hay en él: contaminación. Pero el río tiene una capacidad de auto-regeneración que no tienen los acuíferos", recuerda siempre a los voluntarios Javier antes de comenzar la faena.
La actividad más científica de los voluntarios es la de análisis físico-químico, en la que novatos y experimentados se meten de lleno en el agua para recoger muestras de agua y analizar a continuación parámetros como el PH, la dureza, la turbidez y los nitratos que hay presentes en el agua.
A este análisis químico le sigue el biológico, donde se repara en los microinvertebrados, organismos que según la especie a la que pertenezcan dan idea de cuál es la calidad del agua.
En las batidas de limpieza los voluntarios cambian el instrumental científico por bolsas amarillas de basura, donde se depositan los desperdicios que contaminan las riberas y el propio agua.
En tramos como el que pasa por Alcalá de Henares, el ecosistema fluvial concentra gran cantidad de residuos, resultado de tres actividades fundamentales: el "botellón", la pesca y el "cruising", la práctica que hace referencia a los encuentros sexuales esporádicos en zonas públicas.
La reacción de los voluntarios es siempre la misma: "A la gente le gusta disfrutar del campo, pero lo manchan y esperan a que otros lo limpien", se quejan mientras rastrean en busca de cualquier resto de basura.
La actividad que desarrolla ACA en el Henares en colaboración con la ONG Green Cross, tiene su réplica en otros puntos de la región y en otros ríos, como el Jarama, donde la organización Jarama Vivo y la asociación Unipesca han organizado labores de limpieza de forma puntual.
Sin embargo, el programa de Voluntariado en Ríos, más allá del trabajo de campo, resuelve un problema de competencias entre las confederaciones hidrográficas y los ayuntamientos, que aparece cuando el río atraviesa varios municipios o zonas alejadas.
La fuerza de los voluntarios ayuda y da a conocer la problemática de la calidad de los ríos y hace que los ayuntamientos que no tenían este asunto como prioridad actúen, asegura el coordinador del programa de Voluntariado en Ríos del ministerio, Francisco Javier Sánchez.
El responsable del programa se muestra satisfecho, porque los voluntarios han contribuido sobre todo a que "los ríos vuelvan a estar de moda en España".