Segovia deja de tomar agua del Pontón Alto
Mié, 04/11/2009
Las peores previsiones están empezando a cumplirse. El pasado jueves, el alcalde de Segovia, Pedro Arahuetes, aseguraba que la ciudad sólo podría tomar agua del Pontón Alto una semana más, porque el nivel estaba a punto de descender por debajo de la toma inferior de la presa. A día de hoy, todavía es posible captar agua del maltrecho embalse para el abastecimiento de la capital, pero el Ayuntamiento de Segovia decidió ayer cortar por lo sano y cerrar el grifo, sobre todo en atención a las demandas de los municipios que integran la Mancomunidad de La Atalaya -La Lastrilla, San Cristóbal de Segovia, Palazuelos de Eresma y Trescasas-, que han pedido al Consistorio de la capital que deje de tomar agua del Pontón porque ellos sólo tienen garantizado el agua para unos días.
A mediodía de ayer, a través de un comunicado, el Ayuntamiento informaba que la ciudad se abastece ya del embalse de Puente Alta, en Revenga, y de los acuíferos de Madrona: «El estado del Pontón Alto es el peor de su historia y aunque las previsiones indican que en los próximos días podría llegar la lluvia, lo cierto es que la sequía continúa», se justificaba el Ayuntamiento.
En efecto, el descenso de las temperaturas y el aumento de la nubosidad no ha traído la lluvia esperada, al menos de momento. Como la situación es límite, el Consistorio ha preferido no apurar y dejar los 1,1 hectómetros cúbicos que actualmente contiene el Pontón Alto para el abastecimiento exclusivo de los municipios de La Atalaya. «De esta manera -subraya el Ayuntamiento de Segovia- se garantiza el suministro a los vecinos de Segovia capital y se colabora con la Mancomunidad de La Atalaya contribuyendo a retrasar los problemas de abastecimiento que pueda sufrir su población si el nivel de agua del Pontón sigue bajando por la falta de lluvia».
Ahora, con la nueva situación, Segovia tiene garantizados casi tres meses de suministro, lo que pueda dar de sí el pantano de Revenga -que actualmente posee 1,2 hectómetros cúbicos, es decir, menos que el Pontón Alto, aunque parezca más- y los acuíferos de Madrona. Muy mal se tendría que poner la situación para llegar a una situación límite, teniendo en cuenta que ya no tardará en nevar en la sierra y que esa nieve acabará recargado los embalses.
El Pontón Alto, enclavado entre los términos municipales de San Ildefonso y Palazuelos de Eresma, es un embalse de muy poca capacidad. En su vaso sólo caben 7,42 hectómetros cúbicos de agua y tiene una superficie de cuenca de 150 kilómetros cuadrados, con una longitud de costa de 12 kilómetros.
Al tener tan escasa capacidad, es un pantano que se vacía y se recarga muy rápidamente. Desde que se construyera y entrara en servicio, en el mes de febrero de 1993, nunca había estado en la situación en que ahora se encuentra.
La imagen es desoladora. Sólo el pequeño caudal del río Eresma abastece el embalse, y desde la cola, en el entorno de Robledo, hasta la presa, el paisaje de tierras secas lo dice todo. Ya junto a la bóveda de la pared se puede comprobar el escaso volumen de agua que queda.
La situación es excepcional y de auténtica angustia. El año pasado por estas fechas, el Pontón Alto tenía almacenados 5,4 hectómetros cúbicos de agua. Sólo es cuestión de comparar y esperar a que las nubes se decidan por fin a romper.
A mediodía de ayer, a través de un comunicado, el Ayuntamiento informaba que la ciudad se abastece ya del embalse de Puente Alta, en Revenga, y de los acuíferos de Madrona: «El estado del Pontón Alto es el peor de su historia y aunque las previsiones indican que en los próximos días podría llegar la lluvia, lo cierto es que la sequía continúa», se justificaba el Ayuntamiento.
En efecto, el descenso de las temperaturas y el aumento de la nubosidad no ha traído la lluvia esperada, al menos de momento. Como la situación es límite, el Consistorio ha preferido no apurar y dejar los 1,1 hectómetros cúbicos que actualmente contiene el Pontón Alto para el abastecimiento exclusivo de los municipios de La Atalaya. «De esta manera -subraya el Ayuntamiento de Segovia- se garantiza el suministro a los vecinos de Segovia capital y se colabora con la Mancomunidad de La Atalaya contribuyendo a retrasar los problemas de abastecimiento que pueda sufrir su población si el nivel de agua del Pontón sigue bajando por la falta de lluvia».
Ahora, con la nueva situación, Segovia tiene garantizados casi tres meses de suministro, lo que pueda dar de sí el pantano de Revenga -que actualmente posee 1,2 hectómetros cúbicos, es decir, menos que el Pontón Alto, aunque parezca más- y los acuíferos de Madrona. Muy mal se tendría que poner la situación para llegar a una situación límite, teniendo en cuenta que ya no tardará en nevar en la sierra y que esa nieve acabará recargado los embalses.
El Pontón Alto, enclavado entre los términos municipales de San Ildefonso y Palazuelos de Eresma, es un embalse de muy poca capacidad. En su vaso sólo caben 7,42 hectómetros cúbicos de agua y tiene una superficie de cuenca de 150 kilómetros cuadrados, con una longitud de costa de 12 kilómetros.
Al tener tan escasa capacidad, es un pantano que se vacía y se recarga muy rápidamente. Desde que se construyera y entrara en servicio, en el mes de febrero de 1993, nunca había estado en la situación en que ahora se encuentra.
La imagen es desoladora. Sólo el pequeño caudal del río Eresma abastece el embalse, y desde la cola, en el entorno de Robledo, hasta la presa, el paisaje de tierras secas lo dice todo. Ya junto a la bóveda de la pared se puede comprobar el escaso volumen de agua que queda.
La situación es excepcional y de auténtica angustia. El año pasado por estas fechas, el Pontón Alto tenía almacenados 5,4 hectómetros cúbicos de agua. Sólo es cuestión de comparar y esperar a que las nubes se decidan por fin a romper.