Restos de medicamentos en las aguas de la Comunidad de Madrid

Lun, 02/11/2009

Los resultados principales de este trabajo llevado a cabo por el grupo de investigación en Salud Pública y Ecotoxicología "ToxAmb" de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) muestran la presencia de 55 medicamentos y 3 metabolitos de los principales grupos terapéuticos en los ríos más importantes de la Comunidad de Madrid y en el agua potable de las principales zonas de abastecimiento de la región. Se trata de los llamados "contaminantes emergentes".

Las 55 sustancias analizadas se encontraron en concentraciones muy bajas excepto para 13 medicamentos cuyas concentraciones superaron la media de 1µg/L, como el diclofenaco, ibuprofeno, metronidazol, cafeína, paraxentina, atenolol y bezafibrato. Del mismo modo, han descubierto concentraciones muy bajas de nicotina, cafeína y cotinina en el agua potable de las principales zonas de suministro de la Comunidad.
Destacan especialmente las concentraciones del antiepiléptico carbamazepina que es el que se detectó en concentraciones más altas en el Arroyo del Bodonal (río Jarama), el cual recibe aguas de la depuradora de Tres Cantos.
Respecto a los grupos terapéuticos prescritos en la comunidad de Madrid, los que se han encontrado en mayores cantidades han sido cardiovasculares, analgésicos y broncodilatores, mientras que antibióticos y antiepilépticos se encontraron en menor cantidad.
En relación al agua potable, ésta fue analizada en las principales zonas de abastecimiento de toda la Comunidad (5 en total) donde se encontró un número reducido de medicamentos.
Sin embargo, se detectaron trazas de cafeína y cotinina en todas las muestras, mientras que nicotina y carbamazepina fueron encontrados en el 60% de los casos. Por su parte, el antidepresivo venlafaxina sólo se halló en una muestra.

CONSECUENCIAS

Estos medicamentos de uso humano y sus metabolitos encontrados en los principales ríos de la región quedarían incluidos en lo que actualmente conocemos como "contaminantes emergentes". No obstante, a día de hoy, no existe una legislación que regule los niveles máximos de las concentraciones de medicamentos en el agua, las estaciones de depuración de aguas (EDAR) no cuentan con la tecnología adecuada para su eliminación, y ya son muy numerosos los estudios europeos que evidencian la presencia de este tipo de contaminantes en sus ríos. A pesar de ello, existe poca información en la literatura científica acerca de los posibles efectos negativos para la salud pública.
Igualmente, se desconoce el efecto de exposiciones continuadas a bajas dosis de estas sustancias sobre los organismos acuáticos y especialmente cuál puede ser su efecto sobre la salud humana. En consecuencia, este grupo de investigadores encabezado por las doctoras Myriam Cátala y Yolanda Valcárcel llevan a cabo estudios ecotoxicológicos realizados con embriones de pez cebra que "nos pueden ayudar a conocer el efecto de estas sustancias en fases biológicas críticas", como aseguran las responsables de la investigación. A pesar del desconocimiento que existe respecto a este tema, algunos estudios existentes indican que las concentraciones de los fármacos y metabolitos en el agua son muy bajas como para presentar un problema de salud pública. Sin embargo, existe una creciente preocupación entre los ecotoxicólogos por la posibilidad de que los medicamentos, junto con otros contaminantes, puedan actuar de forma cooperativa a concentraciones consideradas seguras, con un efecto sinérgico en lo que se denomina "toxicidad de mezclas", especialmente en exposiciones crónicas que pueden constituir una seria amenaza para los organismos acuáticos.
España es actualmente el octavo país del mundo en consumo de fármacos, a pesar de que ocupa el puesto 29 en cuanto a población. El gasto farmacéutico acumulado desde octubre de 2007 a septiembre de 2008 fue de 879.041.463 € en recetas facturadas por el Sistema Nacional de Salud. Esto supone un crecimiento del 5,98 % respecto al año anterior. En la comunidad de Madrid el gasto fue de 96.749.926 €.