Chapapote fluvial en los Pirineos

Vie, 23/10/2009

Endesa ha cubierto de lodos varios cauces de los Pirineos por el desembalse de la presa de Tavascán, en el río pirenaico de alta montaña Noguera de Cardós, en el término de Lladorre (Lérida).
La ingente cantidad de lodos vertidos afecta más de 12 km de ríos, llegando incluso a la localidad de Sort, afectando al Parque Natural del Alto Pirineo y a la Red Natura 2000. Los fangos depositados en el cauce alcanzan una profundidad variable, rondando el metro en algunas zonas.
Este vertido repentino ha provocado el arrasamiento completo de la fauna y flora del río, y particularmente de la más ligada al lecho fluvial. Además el vertido ha degradado fuertemente el estado geomorfológico y el hábitat acuático, del que depende toda la comunidad biológica asociada al río.
Los daños a la fauna de invertebrados y peces, y a la vegetación de la zona han sido enormes. Además del impacto directo sobre la flora y la fauna, la gravísima degradación del hábitat acuático y ripario que ha producido el vertido impedirá o dificultará enormemente la recolonización por parte de las especies afectadas y su recuperación El vertido ha enfangado el presente y el futuro de toda la comunidad biológica, anfibios, peces (truchas), y las numerosas especies de aves y mamíferos que se alimentan de unos y otros, algunas protegidas -por ejemplo, la nutria.
No sería comprensible que este vaciado se hubiese realizado, al parecer, sin los permisos pertinentes y sin estudio de impacto ambiental, mucho menos siendo operaciones de mantenimiento recurrentes en muchas presas y embalses, totalmente previsibles. Tampoco se entiende la insensibilidad y negligencia de las autoridades al no realizar ni siquiera un rescate previo de los peces, cuando el vaciado se informó a bombo y platillo 24 horas antes. Y menos se justifica cómo se ha podido autorizar y ejecutar esta operación sin las más mínimas medidas preventivas y correctoras capaces de evitar o minimizar un desastre anunciado. Para mal de males, la agresión se ha perpetrado en la época de migración de la trucha, afectando a su reproducción, en una zona de Reserva Genética de dicha especie.
Es por todo ello que AEMS-Rios con Vida ha denunciado los hechos ante la Fiscalía de Lérida, con el fin de esclarecer si se han cometidos los delitos contra los recursos naturales, estragos y daños catastróficos, así como negligencias en todo este lamentable episodio. De existir, exigimos la recuperación del medio, así como la imposición de las sanciones y medidas coercitivas que determine la Justicia, incluyendo la caducidad de la concesión.