El río Genal se ha convertido en uno de los pocos cauces "vivos" de España, según los resultados de un estudio que han realizado expertos de la Fundación Nueva Cultura del Agua y que fue presentado ayer. No obstante, los investigadores también reflejan que la buena salud de la que goza este río de la Serranía de Ronda tiene diversas amenazas. Una de ellas, la extracción de agua en la parte baja del cauce, donde se concentra un importante número de hectáreas de cultivos de regadío, principalmente, aguacates y cítricos. Este hecho estaría provocando que el río se quede seco durante mucho más tiempo del natural, provocando el corte de la comunicación entre el Genal y el Guadiaro, imposibilitando de este modo el tránsito de peces entre uno y otro.
Pero ésta no es la única amenaza que se cierne sobre este paraje. A ello hay que sumar el que ninguno de los 15 municipios que coinciden con su cuenca depure sus aguas residuales y que todos las viertan directamente al río. De hecho, los técnicos han detectado algunos indicadores, como la turbidez del agua o los niveles de amonio y nitritos, que vienen a poner de manifiesto que es un aspecto que debe tomarse en consideración si se quiere mantener la "buena calidad" que tienen las aguas en estos momentos.
En este sentido, el estudio propone la puesta en funcionamiento de sistemas de depuración mediante filtros verdes, que están recomendados para localidades de menos de 20.000 habitantes. De momento, el Genal parece tener una gran capacidad de autodepuración, aunque los técnicos temen que este hecho también haya podido estar provocado por las abundantes lluvias caídas durante el pasado año. Por ello, temen que en años más secos se pueda a volver a producir una mortandad de peces, como ya ha ocurrido en otros momentos.
Además, otros hechos, como el recrecimiento de pozas naturales para el baño, también originan cada año importantes daños en los diferentes hábitat que tiene el río, al utilizarse para ello maquinaria pesada dentro del propio cauce. Mientras tanto, la presencia de cinco especies de peces nativos y de dos libélulas de antes de la glaciación, son el ejemplo de que este río sigue resistiendo las acometidas del hombre, por lo que se recomienda realizar una campaña de difusión en los 8.500 habitantes del valle para que sean conscientes de su riqueza y de la necesidad de conservarlo.