Las extracciones de Matalascañas ponen en peligro las lagunas de Doñana

Jue, 15/10/2009

Un equipo de la Universidad de Sevilla ha analizado las variables que está causando la actividad humana sobre las lagunas del Parque Nacional de Doñana. Se ha podido comprobar que las extracciones de agua subterráneas del municipio onubense de Matalascañas han creado esta regresión.
La mitología de seguimiento de estas lagunas combina los estudios botánicos actuales con documentos antiguos y mapas. El estudio publicado en la prestigiosa revista Journal of Marine Science tiene por objeto el estudio de los cambios en la vegetación periangular de Doñana y ver sus impactos.

Conclusiones

Para Arturo Sousa, autor principal del estudio e investigador del Departamento de Biología de las Plantas y Ecología de la Universidad de Sevilla, “las lagunas se encuentran en un franco proceso de regresión sobre todo por las extracciones de aguas subterráneas procedentes de Matalascañas”, que está localizado en el límite externo del Parque Nacional de Doñana, a poca distancia de las lagunas”.
La metodología de medida de la calidad de las lagunas se basa en los cambios en la vegetación de alrededor de la laguna. De esta manera se puede estudiar casi en tiempo real el impacto antrópico sobre estas lagunas, y “el posible efecto negativo que sobre ellas pueda tener el Calentamiento Global en el futuro”, añade el botánico.

No todos los efecto negativos son antrópicos

Según los investigadores, no todos los efectos son relativos a acciones humanas. En el pasado, las tendencias climáticas también han tenido un impacto negativo en las lagunas de Doñana. Sousa, declaró que “previo a la actividad antrópica, las lagunas iniciaron una lenta regresión por el avance de las dunas, que coincide con las fases más secas del período climático conocido como ‘Pequeña Edad del Hielo’ (de comienzos del siglo XIV a mediados del XIX), y probablemente también por el inicio del calentamiento global actual”.
“Si la frecuencia y duración de los periodos secos aumentan, así como las sequías en general, la desaparición de las lagunas podrían extenderse, por otros ecosistemas costeros del Mediterráneo”, concluyó diciendo Sousa.