La cuenca del Ebro se dota de una red de desinfección contra el mejillón cebra

Lun, 28/09/2009

ABC

El mejillón cebra se ha extendido como plaga aprovechando, sobre todo, el casco de las embarcaciones. A través de grandes buques consiguió viajar desde su hábitat originario —los mares Negro y Caspio— a otros puntos del planeta. Y las pequeñas barcas que navegan por embalses y ríos también han actuado como vehículos de «contagio» de la plaga: a su casco se pueden adherir larvas o pequeños ejemplares de mejillón cebra que son capaces de aguantar con vida fuera del agua y, cuando esa barca llega a otro embalse, colonizarlo. Para evitar esto, desde hace años se insiste en que es fundamental que quienes realizan actividades lúdicas en embalses y zonas de recreo de ríos potencialmente afectados por el mejillón cebra extremen las medidas de limpieza de embarcaciones y útiles, para que no ayuden a la extensión de este molusco. Para facilitar esas tareas de limpieza, en los últimos años se han construido estaciones de desinfección en varios puntos de la cuenca del Ebro, gravemente afectada por esta especie invasora. Las que ya hay, funcionan en los embalses zaragozanos de Mequinenza y La Tranquera, en el Bajo Ebro,en el embalse oscense de Lanuza, en las presas catalanas de Rialb, Talarn y San Lorenzo de Montgay, en el pantano vasco de Ullívarri y en el embalse del Ebro, en Cantabria. En varias provincias A ellas se van a sumar trece estaciones de limpieza más en otros tantos puntos de esta cuenca hidrológica. Los ha proyectado la Confederación Hidrográfica del Ebro. Una de ellas ya se ha terminado de construir, en el embalse de La Estanca de Alcañiz (Teruel). Están en obras las de Miranda de Ebro (Burgos) y Alloz (Navarra). Y en los próximos meses se irán construyendo diez más, en los embalses de Sobrón (Álava), González Lacasa (La Rioja), Talarn y Rialb (Lérida); El Grado, Barasona, Mediano, Búbal y La Sotonera, en la provincia de Huesca; y en el embalse zaragozano de Ribarroja, en Mequinenza. La construcción de este tipo de estaciones de lavado y desinfección de embarcaciones es costosa. Por ejemplo, la que se ha empezado a instalar en el embalse oscense de El Grado cuenta con un presupuesto de 60.000 euros. Tendrá una plataforma de lavado dotada con un sistema de recogida de aguas, un sistema drenante y una sala técnica para el uso de agua clorada a alta presión y a una temperatura superior a los 60 grados. La creación de esta red de estaciones de desinfección de embarcaciones forma parte del «Plan de Choque» diseñado por la CHE contra el mejillón cebra. En él, una parte fundamental consiste en el control de la navegación. Buena parte de los proyectos se desarrollan en coordinación con las Comunidades. Las estaciones de desinfección de embarcaciones pueden ser promovidas tanto por la iniciativa pública como por la privada.