La gestión adaptativa del ciclo del agua, clave para mantener Doñana
Vie, 25/09/2009
"El problema del cambio climático en Doñana es que no cae en el vacío, sino en un territorio con una fuerte interferencia del hombre". El profesor de Geografía Física de la Universidad de Huelva, Francisco Borja, dedicó ayer su ponencia a los efectos de este fenómeno sobre el espacio natural. Unos efectos que se agravan en el caso de la comarca porque ya existen unos problemas previos de malas prácticas en la gestión de la cuenca, sobreexplotación del acuífero y alteraciones de la dinámica litoral. Es a ese "territorio alterado" al que se suma el cambio climático, que supondrá un empeoramiento de las condiciones.
Con una subida de las temperaturas de unos 2 grados que ya es inevitable según los científicos, "tenemos que prepararnos". Según los estudios realizados, en Andalucía habrá un incremento medio de entre 2 y 4 grados en las temperaturas medias diarias, con una disminución de las precipitaciones de hasta un 15% y una subida del nivel del mar de entre 15 y 50 centímetros. Frente a estos efectos, Borja aboga por "una gestión adaptativa del ciclo integral del agua", que combata los problemas actuales existentes en Doñana.
Por ejemplo, la ocupación del dominio público hidráulico, un grave problema en el entorno del arroyo del Partido, donde "hay quien forma su "corralito" para el ganado en torno a un arroyo"; las deforestaciones en la parte alta de la cuenca o las alteraciones de los cauces de los afluentes del Partido. Otro problema es según Borja la falta de recarga y contaminación del acuífero Almonte-Marismas, que se agravará con la disminución de la humedad (menos recarga y mayor concentración de contaminantes). Y también la fuerte intervención en la costa, con espigones, puertos y otras infraestructuras que repercuten en la dinámica costera. "El destino del espacio natural no está en lo que hagas dentro de la valla, sino en lo que se hace en su entorno", concluye el profesor.
Con una subida de las temperaturas de unos 2 grados que ya es inevitable según los científicos, "tenemos que prepararnos". Según los estudios realizados, en Andalucía habrá un incremento medio de entre 2 y 4 grados en las temperaturas medias diarias, con una disminución de las precipitaciones de hasta un 15% y una subida del nivel del mar de entre 15 y 50 centímetros. Frente a estos efectos, Borja aboga por "una gestión adaptativa del ciclo integral del agua", que combata los problemas actuales existentes en Doñana.
Por ejemplo, la ocupación del dominio público hidráulico, un grave problema en el entorno del arroyo del Partido, donde "hay quien forma su "corralito" para el ganado en torno a un arroyo"; las deforestaciones en la parte alta de la cuenca o las alteraciones de los cauces de los afluentes del Partido. Otro problema es según Borja la falta de recarga y contaminación del acuífero Almonte-Marismas, que se agravará con la disminución de la humedad (menos recarga y mayor concentración de contaminantes). Y también la fuerte intervención en la costa, con espigones, puertos y otras infraestructuras que repercuten en la dinámica costera. "El destino del espacio natural no está en lo que hagas dentro de la valla, sino en lo que se hace en su entorno", concluye el profesor.