El 30% de los cabezales de las duchas albergan "Mycobacterium avium"

Mar, 15/09/2009

La ducha diaria además de ser higiénica y tonificante también tiene sus inconvenientes, ya que puede facilitar el acceso a una bacteria patógena que se inserta en la ducha y cae directamente sobre la cara, según un estudio llevado a cabo por Norman Pace, de la Universidad de Colorado, en Boulder, que se publica hoy en Proceedings of the National Academy of Sciences. El citado grupo ha utilizado métodos de alta tecnología para analizar cincuenta cabezas de duchas de nueve ciudades norteamericanas y ha visto que cerca del 30 por ciento albergan Mycobacterium avium, un patógeno que se asocia a infecciones respiratorias en sujetos inmunocomprometidos y en ocasiones en algunos sanos. Pace dice que no es sorprendente encontrar patógenos en las aguas de los abastecimientos municipales. "Hemos visto que M. avium y algunos patógenos asociados se pueden colar en las duchas. Si te estás dando una ducha y dejas caer el agua sobre tu rostro puedes recibir una cantidad excesiva de esta bacteria".Los autores del trabajo recuerdan un estudio llevado a cabo en el Hospital Nacional Judío, en Denver, en el que se observaba un aumento de las infecciones pulmonares denominadas tuberculosas atípicas, producidas por M. avium, en sujetos que se duchan con frecuencia. El agua que sale a través de la cabeza de la ducha puede ayudar a distribuir los patógenos que se suspenden fácilmente en el aire, se inhalan y llegan hasta los pulmones. No obstante, Pace tranquiliza diciendo que no es peligroso ducharse, sobre todo los sujetos sanos. Deben tener más cuidado los que sufren alteraciones en el sistema inmunitario. También ha comentado que las cabezas de ducha de metal pueden ser una buena alternativa para evitar la transmisión de estas bacterias, ya que las de plástico son capaces de cobijar más patógenos, con lo cual se liberan junto con el agua. (PNAS; DOI: 10.1073/ pnas. 0908446106).El agua que sale a través de la cabeza de la ducha puede ayudar a distribuir los patógenos que se suspenden fácilmente en el aire