Medio Ambiente aprueba el uso de bacterias para descontaminar el Magro
Jue, 10/09/2009
El Ministerio de Medio Ambiente ha adjudicado por casi 2, 6 millones de euros la recuperación medioambiental del río Magro, uno de los cauces que junto al Albaida estuvieron catalogados hasta hace muy poco como uno de los más contaminados de España.
El proyecto responde a la necesidad de rehabilitar un río en el que la apertura de nuevas depuradoras en Caudete,Utiel, San Antonio y Requena, entre otras- no ha sido suficiente para restaurar su capacidad para generar biodiversidad debido a los lodos acumulados durante cuarenta años de actividad agroalimentaria e industrial. Para ello se va a utilizar una nueva técnica denominada "biorremediación" que deja en manos de las bacterias el trabajo sucio de recuperar los depósitos acumulados frente a la alternativa, mucho más contaminante y costosa- de extraer mecánicamente los lodos del fondo del río.
La actuación afecta a un tramo de 70 kilómetros comprendido entre el nacimiento real del río, en el llamado río Madre, en Caudete de las Fuentes, hasta el embalse de Forata, actualmente eutrofizado -falto de oxígeno por exceso de nutrientes- y sin posibilidades de recuperación pese a las elevadas inversiones realizadas por la Generalitat en la depuración de sus aguas.
Desde principios de siglo, las bodegas y alcoholeras de forma puntual y, a partir de los años setenta, el vertido continuo de las industrias de curtidos -sales y cromo- y el procedente de las ciudades de Requena-Utiel - al que se han sumado posteriormente el de las granjas- ha deteriorado el río Magro hasta un punto de no retorno.
Ensayos
Previamente a la actuación, la Confederación Hidrográfica del Júcar, en colaboración con la Universitat de Valencia ha experimentado en 7 cauces contaminados de la Comunitat y de Castilla-La Mancha, incluido el propio río Magro, el uso de microorganismos para solucionar los problemas medioambientales del río.
En estos ensayos se han tratado 7.442 metros cúbicos de sedimentos que han permitido la eliminación casi natural de 4.761 metros cúbicos de residuos . Y todo aplicando unicamente 371 kilogramos de un producto compuesto por bacterias y enzimas específicas para direccionar los tratamientos.
Según fuentes de la Confederación Hidrográfica del Júcar, este tratamiento carece de toxicidad para los ecosistemas acuáticos y solo genera sales, agua y algunos gases.
El proyecto aprobado incluye también la plantación de 11.524 árboles y la incorporación de 2.550 plantas acuáticas para incrementar la biodiversidad del ecosistema fluvial.
El proyecto responde a la necesidad de rehabilitar un río en el que la apertura de nuevas depuradoras en Caudete,Utiel, San Antonio y Requena, entre otras- no ha sido suficiente para restaurar su capacidad para generar biodiversidad debido a los lodos acumulados durante cuarenta años de actividad agroalimentaria e industrial. Para ello se va a utilizar una nueva técnica denominada "biorremediación" que deja en manos de las bacterias el trabajo sucio de recuperar los depósitos acumulados frente a la alternativa, mucho más contaminante y costosa- de extraer mecánicamente los lodos del fondo del río.
La actuación afecta a un tramo de 70 kilómetros comprendido entre el nacimiento real del río, en el llamado río Madre, en Caudete de las Fuentes, hasta el embalse de Forata, actualmente eutrofizado -falto de oxígeno por exceso de nutrientes- y sin posibilidades de recuperación pese a las elevadas inversiones realizadas por la Generalitat en la depuración de sus aguas.
Desde principios de siglo, las bodegas y alcoholeras de forma puntual y, a partir de los años setenta, el vertido continuo de las industrias de curtidos -sales y cromo- y el procedente de las ciudades de Requena-Utiel - al que se han sumado posteriormente el de las granjas- ha deteriorado el río Magro hasta un punto de no retorno.
Ensayos
Previamente a la actuación, la Confederación Hidrográfica del Júcar, en colaboración con la Universitat de Valencia ha experimentado en 7 cauces contaminados de la Comunitat y de Castilla-La Mancha, incluido el propio río Magro, el uso de microorganismos para solucionar los problemas medioambientales del río.
En estos ensayos se han tratado 7.442 metros cúbicos de sedimentos que han permitido la eliminación casi natural de 4.761 metros cúbicos de residuos . Y todo aplicando unicamente 371 kilogramos de un producto compuesto por bacterias y enzimas específicas para direccionar los tratamientos.
Según fuentes de la Confederación Hidrográfica del Júcar, este tratamiento carece de toxicidad para los ecosistemas acuáticos y solo genera sales, agua y algunos gases.
El proyecto aprobado incluye también la plantación de 11.524 árboles y la incorporación de 2.550 plantas acuáticas para incrementar la biodiversidad del ecosistema fluvial.