La organización ecologista Adega denunció ayer que se está tramitando la construcción de 14 nuevas centrales hidráulicas en los ríos Miño y Sil, que se sumarían a la levantada por Iberdrola en Santo Estevo, lo que repercutirá "negativamente" en el turismo. En un comunicado, Adega señaló que las futuras instalaciones, con un total de 1.310 megavatios previstos, supondrían un "brutal impacto" en la zona, y denunció la "incompetencia" de la Xunta por no haber licitado, desde 2001, el plan rector de uso y gestión medioambiental del cañón del Sil, así como de otros muchos espacios protegidos. "La Administración ambiental gallega está poniendo en riesgo el objetivo principal para el que fue creada: la protección y conservación de nuestro patrimonio natural, convirtiéndose de hecho en uno de los principales factores de su degradación", señala el comunicado de Adega.

Caudal mínimo

La nota de la organización ecologista interviene en un momento de polémica por supuestas irregularidades en obras que se llevan a cabo en la central de Santo Estevo, informa Efe. En este sentido, el conselleiro de Medio Rural, Samuel Juárez, afirmó ayer que los caudales mínimos del río Sil "se cumplen" a pesar de las obras que la compañía eléctrica Iberdrola acomete en el embalse de Santo Estevo, denunciadas ante la Fiscalía por el BNG y agentes forestales del Seprona.