Varios pueblos aguardan la potabilizadora de Cuéllar para acabar con el arsénico de sus aguas

Lun, 10/08/2009

El Norte de Castilla

Segovia está encarando uno de los veranos más tranquilos en cuanto a sequía se refiere porque los acuíferos y pantanos presentan reservas suficientes para abastecer a todos esos vecinos estacionales, que cuadriplican la población rural durante los meses de julio y agosto.
Otra cosa muy distinta es que todo ese agua pueda beberse, porque la contaminación del agua subterránea por arsénico en unos casos, y por nitritos y nitratos procedentes de la filtración de purines en otros, continúa siendo un verdadero problema en determinadas poblaciones.
La abundante nieve del pasado invierno no ha servido para reducir los niveles de contaminación en el agua potable, y pueblos como Navalmanzano, Sanchonuño, Pinarejos o Carbonero de Ahusín ha tenido que acudir al abastecimiento mediante agua mineral para dar cobertura a las necesidades elementales de sus vecinos.

Obras previstas

Hasta que las obras previstas llamadas a solucionar estos problemas estén terminadas, estos pueblos tendrán en el convenio contra la sequía su principal aliado, porque les garantiza el suministro de agua potable a través de camiones-cisterna o agua mineral embotellada, al menos durante los meses de verano.
El mapa de los pueblos con problemas de abastecimiento nos lleva directamente al corredor que traza la carretera entre Segovia y Cuéllar. El problema de estos pueblos no es la escasez, sino la calidad, porque la presencia de arsénico en sus acuíferos es notable. Municipios como Navalmanzano -que pidió a la Diputación ser incluido en el convenio de sequía para seguir recibiendo agua mineral durante el estío-, Sanchonuño, Pinarejos o Carbonero de Ahusín llevan meses consumiendo agua embotellada por el alto nivel de arsénico de sus aguas subterráneas.
La solución pasa por la construcción de la estación potabilizadora que la Junta tiene previsto ejecutar ya en Cuéllar. La obra, que ya está adjudicada y contratada, tomará el agua del río Cega, lo potabilizará en la planta de Cuéllar y lo conducirá por gravedad hasta las localidades afectadas.
En otras zonas con dificultades históricas de falta de agua ya se ha actuado o se está ejecutando la infraestructura que ha de poner fin a las zozobras.