El consejero de Ordenación del Territorio de Castilla-La Mancha, Julián Sánchez Pingarrón, manifestó ayer la oposición de su Gobierno a una nueva venta de derechos de uso del agua del Tajo de los regantes de Estremera (Madrid) a los del Tajo-Segura. El Gobierno castellanomanchego recibió el pasado viernes la documentación por parte del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino sobre la nueva operación de compraventa de derechos sobre los 31,5 hectómetros cúbicos de agua del Tajo que corresponden a los regantes de Estremera. El consejero dejó claro que su Gobierno se opondrá a la operación y anunció que se presentarán las pertinentes alegaciones para evitarla. «Es un trasvase, independientemente de que se compren o no los derechos del agua, que pasa del Tajo al Segura, y nos oponemos a que se produzca esa compraventa de derechos», aseveró el consejero de Ordenación del Territorio. Pingarrón también manifestó el rechazo de la Junta al trasvase para regadíos que ha propuesto la Comisión de Explotación del trasvase y sobre el que debe decidir el Consejo de Ministros. «Los pantanos de cabecera están en una situación de excepcionalidad», recordó Sánchez Pingarrón, quien insitió en en que un trasvase para regadíos ahora sería una «imprudencia». Mientras, la Plataforma en Defensa de los Ríos Tajo y Alberche de Talavera acusó ayer al Ministerio de Medio Ambiente de «prevaricación» en la concesión de agua del trasvase a los regantes de la cuenca del Segura al presuponer «excedentes calculados a mediados de los años sesenta del siglo pasado». La plataforma dio a conocer ayer los argumentos del Ministerio para desestimar las alegaciones presentadas por ésta a finales de mayo «contra la pretensión del ministerio de dar la propiedad de las aguas del Tajo a los regantes del trasvase, es decir, las concesiones por 75 años de 450 hectómetros cúbicos».