Ecologistas alertan que desertificación avanza y afecta a Parques Nacionales

Jue, 18/06/2009

EFE

Las principales organizaciones ecologistas
han alertado de que España sigue siendo el país de Europa con mayor
grado de desertificación, un proceso que sigue avanzando y que está
afectando ya a los Parques Nacionales, las "joyas" de la
biodiversidad.


Con motivo de la celebración, hoy, del Día Mundial de Lucha
contra la Desertificación, que este año se centra en el tema
"Conservar el suelo y el agua = Asegurar nuestro futuro común", los
ecologistas quieren llamar la atención sobre este fenómeno, que en
España afecta a más del treinta por ciento del territorio.


En declaraciones a Efe, el responsable de contaminación de
Greenpeace, Julio Barea, ha subrayado que la desertificación es un
problema grave que amenaza ya a los Parques Nacionales, y ha avisado
de que "detrás de las Tablas de Daimiel, que ya no existen, va
Doñana".


"Si ni siquiera somos capaces de cuidar joyas de nuestra
biodiversidad como son los Parques Nacionales, cómo vamos a cuidar
la ladera oeste del Monte Pelado de Ciudad Real", se pregunta este
ecologista.


Las causas que provocan la desertificación como el cambio
climático, la sobreexplotación de los acuíferos y de los recursos
hídricos o la agricultura intensiva "no se están atajando", según
Barea, quien ha asegurado que "plantar cinco arbolitos" no es la
solución, sino más bien "poner paños calientes al señor al que le
han amputado las dos piernas".


Se ha mostrado "bastante pesimista" respecto a las acciones
puestas en marcha en España para frenar el proceso a pesar de que
existe un Plan Nacional de lucha contra la desertificación.


De la situación de Doñana ha alertado también WWF, que ha
presentado un informe sobre las necesidades de agua de los ríos,
arroyos y marismas de este espacio protegido, para garantizar su
supervivencia a medio y largo plazo.


Esta organización ecologista ha advertido de que, si se siguen
sobreexplotando los acuíferos, Doñana sufrirá "irremediablemente" el
mismo proceso que el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, que
apenas cuenta con un 1 por ciento de superficie inundada.


El Día Mundial de Lucha contra la Desertización y la Sequía fue
instituido por la ONU en 1994 para sensibilizar de la necesidad de
luchar contra este fenómeno, que supone la pérdida del potencial
productivo, económico y biológico de los ecosistemas.


Según los datos de Naciones Unidas, la degradación del suelo
afecta a 1.200 millones de personas que viven fundamentalmente de la
agricultura y la ganadería, y unos 200 millones sufren los efectos
de la desertización hasta el extremo de verse obligados a abandonar
sus tierras y emigrar a otras zonas.


No obstante, la investigadora del CSIC Mónica García, que
actualmente desarrolla su trabajo en Doñana, ha asegurado a Efe que
tener un dato consistente a escala mundial o española sobre
desertificación es complicado y lo que existe hasta ahora son mapas
de riesgo.


A su juicio, no se puede decir que la desertificación avanza como
si fuera el desierto, pero sí que la presión humana, interactuando
con el clima, hace que se sobreexploten los recursos y se produzca
una pérdida del potencial de los ecosistemas.


Por ello, no es un proceso que se propague de forma uniforme,
sino heterogénea, pues depende del uso del suelo en cada territorio,
aunque "el panorama en algunas zonas no es tan catastrofista como a
primera vista se puede pensar".


Esta investigadora coincide con las organizaciones ecologistas en
que en Doñana podría ocurrir lo mismo que en el Parque de las Tablas
de Daimiel si se sigue urbanizando y se siguen sobreexplotando los
recursos como hasta ahora.


Para atajar el problema de la desertificación, a su juicio, "es
importante primero medir lo que está ocurriendo y luego ser
conscientes de a dónde nos pueden llevar ciertos modelos de
desarrollo".