Las extracciones de agua de Ipalán no afectan a los nacientes
Lun, 15/06/2009
Un estudio elaborado por un equipo de geólogos de la Universidad Rey Juan Carlos, de Madrid, concluye que las extracciones que se realizan en la galería de Ipalán, en la capital gomera, no afectan al caudal de los nacientes de la Isla.
La Gomera tiene dos grandes balsas de agua subterránea conectadas entre sí, las taparuchas (un tipo de dique) son claves para su distribución y las extracciones de la galería de Ipalán, en San Sebastián, no afectan al caudal de los nacientes de la isla. Éstas son algunas de las conclusiones provisionales del estudio sobre las taparuchas y las aguas subterráneas que desarrolla desde hace tres años en la Isla el equipo de geólogos de la Universidad Rey Juan Carlos, de Madrid, dirigido por Álvaro Márquez.
Los científicos se desplazan periódicamente a La Gomera para llevar a cabo este proyecto, financiado parcialmente por el Ministerio de Educación y Ciencia, y que consiste en conocer al detalle las taparuchas y los acuíferos de la Isla, así como en localizar y averiguar hacia dónde se mueven las aguas subterráneas.
Los objetivos se centran en evitar que se repitan errores cometidos en el pasado en otras Islas del Archipiélago y determinar los lugares adecuados donde ubicar pozos y galerías, para una correcta gestión del agua, y prevenir que se sequen los nacientes y la pérdida de aguas subterráneas, declararon a la agencia Efe los expertos.
El equipo destaca la importancia de la orientación de las taparuchas para conocer el origen geológico de La Gomera, formada, según afirman, por varios antiguos volcanes superpuestos, y cuyos barrancos permiten estudiar su estructura interior.
Insisten en que las taparuchas son claves en la distribución del agua de la Isla, al funcionar como presas de contención del agua en profundidad.
Los geólogos sostienen que La Gomera cuenta con dos acuíferos conectados entre sí, situados uno en la parte alta y el otro en la parte baja de la Isla.
Aseguran que La Gomera carece de un estudio sistemático sobre el caudal del agua de los nacientes, por lo que analizan dos veces al año los caudales de varios nacientes importantes para ver su evolución y su relación con las lluvias.
Mantienen que los Chorros de Epina se secaron por la falta de lluvias durante tres años "muy secos" y se nutren de un acuífero diferente al que da agua a la galería de Ipalán, y añaden que este hecho lo avala el gran caudal de agua que de ellos emana este año.
Opinan que las extracciones de agua de San Sebastián no afectan a lugares lejanos como los Chorros de Epina o Taguluche, aunque admiten que en algunos casos ciertas obras de extracción podrían influir en el caudal de determinados nacientes cercanos.
Los expertos alaban las virtudes del Plan Hidrológico de La Gomera, ya que está orientado a no afectar a los nacientes, y aseguran que en general en la Isla "se hagan las cosas bien".
"No se extrae por las galerías y sondeos más agua de la que entra en los acuíferos", exponen, aunque insisten en la necesidad de continuar con los estudios para conocer mejor cuánta agua de lluvia y niebla entra en los acuíferos de la Isla, algo que por el momento no se ha podido precisar.
El equipo de geólogos de la Universidad Rey Juan Carlos considera que si se continúa por este camino no habrá problemas en el futuro con el agua en La Gomera, de la que destacan su "excelente" calidad.
La Gomera tiene dos grandes balsas de agua subterránea conectadas entre sí, las taparuchas (un tipo de dique) son claves para su distribución y las extracciones de la galería de Ipalán, en San Sebastián, no afectan al caudal de los nacientes de la isla. Éstas son algunas de las conclusiones provisionales del estudio sobre las taparuchas y las aguas subterráneas que desarrolla desde hace tres años en la Isla el equipo de geólogos de la Universidad Rey Juan Carlos, de Madrid, dirigido por Álvaro Márquez.
Los científicos se desplazan periódicamente a La Gomera para llevar a cabo este proyecto, financiado parcialmente por el Ministerio de Educación y Ciencia, y que consiste en conocer al detalle las taparuchas y los acuíferos de la Isla, así como en localizar y averiguar hacia dónde se mueven las aguas subterráneas.
Los objetivos se centran en evitar que se repitan errores cometidos en el pasado en otras Islas del Archipiélago y determinar los lugares adecuados donde ubicar pozos y galerías, para una correcta gestión del agua, y prevenir que se sequen los nacientes y la pérdida de aguas subterráneas, declararon a la agencia Efe los expertos.
El equipo destaca la importancia de la orientación de las taparuchas para conocer el origen geológico de La Gomera, formada, según afirman, por varios antiguos volcanes superpuestos, y cuyos barrancos permiten estudiar su estructura interior.
Insisten en que las taparuchas son claves en la distribución del agua de la Isla, al funcionar como presas de contención del agua en profundidad.
Los geólogos sostienen que La Gomera cuenta con dos acuíferos conectados entre sí, situados uno en la parte alta y el otro en la parte baja de la Isla.
Aseguran que La Gomera carece de un estudio sistemático sobre el caudal del agua de los nacientes, por lo que analizan dos veces al año los caudales de varios nacientes importantes para ver su evolución y su relación con las lluvias.
Mantienen que los Chorros de Epina se secaron por la falta de lluvias durante tres años "muy secos" y se nutren de un acuífero diferente al que da agua a la galería de Ipalán, y añaden que este hecho lo avala el gran caudal de agua que de ellos emana este año.
Opinan que las extracciones de agua de San Sebastián no afectan a lugares lejanos como los Chorros de Epina o Taguluche, aunque admiten que en algunos casos ciertas obras de extracción podrían influir en el caudal de determinados nacientes cercanos.
Los expertos alaban las virtudes del Plan Hidrológico de La Gomera, ya que está orientado a no afectar a los nacientes, y aseguran que en general en la Isla "se hagan las cosas bien".
"No se extrae por las galerías y sondeos más agua de la que entra en los acuíferos", exponen, aunque insisten en la necesidad de continuar con los estudios para conocer mejor cuánta agua de lluvia y niebla entra en los acuíferos de la Isla, algo que por el momento no se ha podido precisar.
El equipo de geólogos de la Universidad Rey Juan Carlos considera que si se continúa por este camino no habrá problemas en el futuro con el agua en La Gomera, de la que destacan su "excelente" calidad.