Acciona Aguas decidirá en 15 días si rescinde su contrato de la gestión de la EDAR de Cangas
Mar, 02/06/2009
La empresa Acciona Aguas, que gestiona la Estación Depuradora de Aguas Residuales de Cangas, se otorga un plazo de 15 días para decidir definitivamente si abandona el servicio o lo mantiene. Abogados y representantes de la empresa mantuvieron ayer un nuevo encuentro con la alcaldesa Clara Millán, el segundo en el plazo de un mes. Tampoco en esta ocasión dejaron ver sus propuestas, pero sí se dio a entender que la empresa quiere en quince días tener solucionado este asunto. También es cierto que desde Acciona Agua se había manifestado hace quince días que las negociaciones iban mucho más lentas de lo previsto. Desde el gobierno local se barajaba la posibilidad de que la empresa que atiende el servicio de suministro de agua se hiciera cargo de gestionar la EDAR, propuesta incluso que realizó Acciona, porque considera lógico que sea una misma empresa que se encargue del agua y del saneamiento.
No obstante, la empresa parece que no quiere irse con las manos vacías. De hecho, ya no se va, porque a principios de año inició una intensa campaña de cobro de recibos atrasados de saneamiento que levantó las protestas de los contribuyentes, ya que se le pasaban recibos pendientes desde 2004. La alcaldesa intervino para que la empresa fuera flexible a la hora de los cobros y el concejal de Obras y Servicios, Héctor Otero, hacía un llamamiento desesperado a que no se pagaran los recibos, algo que criticó la regidora local. El anuncio de que se emprendían las negociaciones para una rescisión amistosa del contrato de la EDAR fue realizado el día 5 de diciembre, esa misma semana, Acciona Agua había iniciado el cobro de sus recibos atrasados. En diciembre, las partes había señalado que el acuerdo estaba muy adelantado y que la rescisión podría firmarse en semanas. Pero ya transcurrieron cinco meses y apenas hubo movimientos.
Morosidad
La empresa decidió emprender la vía de la rescisión cuando desde el gobierno local se rechazó la posibilidad de incrementar la tasa de saneamiento. Acciona considera que la gestión de la EDAR con los precios actuales es inviables, además de la queja de la alta morosidad.
El contrato de adjudicación del servicio a la empresa Pridesa (luego absorbida por el grupo Acciona) fue firmado en 1998, cuando era alcalde otro militante del BNG, Euloxio López. El PP siempre sostuvo que esta adjudicación se había realizado a una empresa que había ofertado una baja temeraria. El contrato que liga al Concello de Cangas con Acciona finaliza en mayo de 2014. Una de las cuestiones que propiciaron también que se abriera la puerta a la negociación fue la firme decisión de la empresa de no soportar los gastos de mantenimiento del tratamiento terciario, en el que se invirtió en el 2007 un millón de euros y que todavía hoy está sin funcionar precisamente por estas cuestión, ya que Concello tampoco asume su mantenimiento.
Otro de los asuntos que todavía está sin resolver y que hirió de gravedad las relaciones entre las partes fue el hecho de que el juzgado número tres de lo Contencioso Administrativo de Pontevedra condenara al Concello de Cangas a indemnizar a una vecina con 264.000 euros por daños de la EDAR, mientras que la empresa quedaba liberada de toda responsabilidad, fallo que el Concello recurrió.
El concejal Héctor Otero desconocía ayer en qué situación de la negociación se encontraban las partes. Sí dejaba claro que con esta empresa no había deudas pendientes, por lo que el desenlace no debería de tardar en producirse.
No obstante, la empresa parece que no quiere irse con las manos vacías. De hecho, ya no se va, porque a principios de año inició una intensa campaña de cobro de recibos atrasados de saneamiento que levantó las protestas de los contribuyentes, ya que se le pasaban recibos pendientes desde 2004. La alcaldesa intervino para que la empresa fuera flexible a la hora de los cobros y el concejal de Obras y Servicios, Héctor Otero, hacía un llamamiento desesperado a que no se pagaran los recibos, algo que criticó la regidora local. El anuncio de que se emprendían las negociaciones para una rescisión amistosa del contrato de la EDAR fue realizado el día 5 de diciembre, esa misma semana, Acciona Agua había iniciado el cobro de sus recibos atrasados. En diciembre, las partes había señalado que el acuerdo estaba muy adelantado y que la rescisión podría firmarse en semanas. Pero ya transcurrieron cinco meses y apenas hubo movimientos.
Morosidad
La empresa decidió emprender la vía de la rescisión cuando desde el gobierno local se rechazó la posibilidad de incrementar la tasa de saneamiento. Acciona considera que la gestión de la EDAR con los precios actuales es inviables, además de la queja de la alta morosidad.
El contrato de adjudicación del servicio a la empresa Pridesa (luego absorbida por el grupo Acciona) fue firmado en 1998, cuando era alcalde otro militante del BNG, Euloxio López. El PP siempre sostuvo que esta adjudicación se había realizado a una empresa que había ofertado una baja temeraria. El contrato que liga al Concello de Cangas con Acciona finaliza en mayo de 2014. Una de las cuestiones que propiciaron también que se abriera la puerta a la negociación fue la firme decisión de la empresa de no soportar los gastos de mantenimiento del tratamiento terciario, en el que se invirtió en el 2007 un millón de euros y que todavía hoy está sin funcionar precisamente por estas cuestión, ya que Concello tampoco asume su mantenimiento.
Otro de los asuntos que todavía está sin resolver y que hirió de gravedad las relaciones entre las partes fue el hecho de que el juzgado número tres de lo Contencioso Administrativo de Pontevedra condenara al Concello de Cangas a indemnizar a una vecina con 264.000 euros por daños de la EDAR, mientras que la empresa quedaba liberada de toda responsabilidad, fallo que el Concello recurrió.
El concejal Héctor Otero desconocía ayer en qué situación de la negociación se encontraban las partes. Sí dejaba claro que con esta empresa no había deudas pendientes, por lo que el desenlace no debería de tardar en producirse.