La compañía eléctrica Endesa experimentará en breve un nuevo sistema en la lucha sin cuartel contra el mejillón cebra en el tramo final del río Ebro. Se trata de localizar los bancos sumergidos en aguas profundas mediante una embarcación de superficie equipada con un sonar que permite detectar las colonias de la especie de forma remota. El sistema técnico, coordinado por Endesa, ha sido cofinanciado por el Ministerio de Medio Ambiente y desarrollado por las universidades de Barcelona y Politécnica y la empresa Ecohydros.
Las pruebas se iniciarán en el pantano de Riba-roja. Tanto allí como en Mequinenza y Flix, los atascos producidos por este tipo de mejillones en las captaciones de agua de las tres hidroeléctricas ya han costado a Endesa más de 2 millones de euros.
Las técnicas de hidroacústica permitirán esquivar la complicada orografía de los lechos fluviales para detectar esta especie invasiva procedente del mar Caspio. El mejillón cebra arrasa a su paso: es capaz de acumular entre 250.000 y 750.000 ejemplares por metro cuadrado, con un espesor total de 15 centímetros y obstruye canales de riegos, tuberías de empresas hidroeléctricas y centrales nucleares.

UNIÓN"La lucha contra este mejillón nos ha unido a todos", comenta Oriol Osan, portavoz de Endesa. En su control y erradicación colaboran distintas organizaciones ecologistas y las confederaciones hidrográficas afectadas, varias universidades, instituciones e incluso la Guardia Civil.
La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) aplica un plan de choque presupuestado en más de 90 millones de euros para controlar la plaga. Ahora, la nueva estrategia de Endesa ofrece nuevas esperanzas para ganar la batalla definitiva a la especie invasora.