El mejillón cebra coloniza ya más de 200 instalaciones en el eje del Ebro
Lun, 18/05/2009
La plaga de mejillón cebra se está generalizando y afecta ya a decenas de industrias, riegos y abastecimientos de la cuenca. La mayor parte de las instalaciones colonizadas por este molusco invasor pertenecen a usuarios del eje Ebro y del Canal Imperial. No obstante, también se están empezando a detectar problemas en redes y tuberías de algunos afluentes como el Guadalope o el Guadalopillo.
"En la Confederación tenemos constancia oficial de unos 40 casos, pero el número real de afectados es muy superior. Podemos decir que hay más de 200 e igual nos seguimos quedando cortos -indica la jefa del servicio de Control Ecológico de la CHE, Concha Durán-. Hay que tener en cuenta que muchos de los usuarios que detectan el problema no nos lo comunican, y también hay una parte que todavía ni siquiera lo sabe".
Conviene recordar, como referencia, que solo en el eje del Ebro hay inventariadas unas 300 empresas que tienen autorización para hacer vertidos al río y unas 220 captaciones de agua para uso de boca, industrial o agrícola. Además, muchas de esas captaciones son acequias de las que a su vez cogen agua varios usuarios. En el Canal Imperial, por su parte, funcionan otras 260 tomas.
Durán explica que las instalaciones con más daños siguen siendo las centrales nucleares -Ascó y Garoña- y las plantas hidroeléctricas. No obstante, cada vez son más las empresas, las comunidades de regantes y los abastecimientos que se ponen en contacto con la Confederación o con los gobiernos autonómicos para comunicar que han detectado mejillón cebra en sus redes o que quieren adoptar medidas preventivas para evitar el problema. La última consulta ha sido la del Consorcio de Aguas de Tarragona, que teme que el bivalvo llegue a esta zona de Cataluña a través del minitrasvase.
El mejillón cebra, una especie tremendamente dañina por las alteraciones ambiéntales que provoca y por su ingente capacidad para obstruir tuberías, fue detectada en el Bajo Ebro catalán en 2001. En 2004 se comprobó que había conseguido remontar el río hasta Mequinenza, y en septiembre de 2006 se habían localizado ejemplares en Escatrón.
Un goteo constante de casos
Por esas fechas se supo que a lo largo de esos cinco años la plaga había logrado saltar hasta la cabecera de la cuenca y a varios afluentes, lo que significaba que sus larvas bajaban libremente por todo el eje del Ebro adhiriéndose a cualquier estrato duro -y por tanto, también a las tuberías-.
Desde entonces, el goteo de noticias sobre nuevas afecciones a los distintos usuarios de la demarcación ha sido incesante desde Álava hasta Cataluña. Solo en Aragón, la CHE tiene conocimiento de al menos 20 casos, aunque insiste en que en realidad son muchos más. Entre las entidades que se han puesto en contacto con el organismo de cuenca están los ayuntamientos de Fayón, Chiprana, Alagón, Novillas y Fuentes; comunidades de regantes de Gelsa, del canal Calanda-Alcañiz, del Guadalope y del Guadalopillo; la Base Aérea de Zaragoza; industrias que tienen captaciones en el Ebro o en el Canal Imperial; la sociedad estatal Acuaebro?
"Ahora mismo, quien más lo está sufriendo son las comunidades de regantes, porque normalmente no tienen recursos para hacer frente a la inversión que supone eliminar la plaga -explica la jefa del servicio de Control Ecológico de la Confederación-. En cualquier caso, el nivel de afección depende de muchos factores. De hecho, hay usuarios que tienen una de sus tomas totalmente colonizada por el mejillón mientras que la otra está libre de la plaga".
Durán recuerda que la CHE cuenta con un servicio de asesoramiento gratuito para usuarios afectados que incluye un estudio de sus instalaciones y un informe en el que los técnicos del organismo de cuenca recomiendan qué soluciones deben adoptarse.
"Lo que intentamos es ayudar y al mismo tiempo evitar que la gente pueda provocar un daño ecológico aplicando productos químicos por su cuenta", detalla la bióloga. Los métodos de erradicación más habituales son el uso de peróxido de hidrógeno y cloro, y entre las medidas preventivas destaca la instalación de filtros.
El impacto ya es millonario
Todavía no hay datos sobre que los costes que está conllevando la plaga de mejillón cebra en la cuenca del Ebro. No obstante, la Confederación tiene previsto realizar un estudio económico sobre la incidencia de esta invasión.
Un informe prospectivo presentado en 2007 vaticinó que hasta el año 2025 el impacto económico del mejillón en la cuenca superaría los 40 millones de euros. Sin embargo, todo apunta a que ese cálculo se va a quedar corto. Solo el sistema de filtros colocado en el trasvase Ebro-Pas-Besaya para evitar que las larvas de la especie lleguen a Cantabria ha costado unos 6 millones de euros.
A esa cifra hay que sumarle, por ejemplo, los 5 millones de euros que el Plan E ha destinado a la lucha contra las especies invasoras en la cuenca del Ebro. Además, en los años 2007 y 2008 la CHE ha invertido 1,4 millones más en medidas de control y prevención, cantidad que no incluye otras partidas menores de los gobiernos autonómicos.
En cuanto a los gastos que están teniendo que afrontar las instalaciones afectadas, hay que recordar que el Ayuntamiento de Fayón ha tenido que gastar unos 600.000 euros en su red de agua. Un programa de eliminación en unas instalaciones puede costar, como mínimo, entre 60.000 y 120.000 euros.
Por su parte, la empresa Sirasa, estima que, en el mejor de los casos, la lucha contra el mejillón cebra encarecerá un 10% la tarifa del agua de los regantes afectados. Según esta sociedad, en las comunidades grandes el coste de un sistema de cloración y filtración del agua puede alcanzar los 600.000 euros, cantidad a la que hay que sumar otros 40.000 euros anuales para mantenimiento.
"En la Confederación tenemos constancia oficial de unos 40 casos, pero el número real de afectados es muy superior. Podemos decir que hay más de 200 e igual nos seguimos quedando cortos -indica la jefa del servicio de Control Ecológico de la CHE, Concha Durán-. Hay que tener en cuenta que muchos de los usuarios que detectan el problema no nos lo comunican, y también hay una parte que todavía ni siquiera lo sabe".
Conviene recordar, como referencia, que solo en el eje del Ebro hay inventariadas unas 300 empresas que tienen autorización para hacer vertidos al río y unas 220 captaciones de agua para uso de boca, industrial o agrícola. Además, muchas de esas captaciones son acequias de las que a su vez cogen agua varios usuarios. En el Canal Imperial, por su parte, funcionan otras 260 tomas.
Durán explica que las instalaciones con más daños siguen siendo las centrales nucleares -Ascó y Garoña- y las plantas hidroeléctricas. No obstante, cada vez son más las empresas, las comunidades de regantes y los abastecimientos que se ponen en contacto con la Confederación o con los gobiernos autonómicos para comunicar que han detectado mejillón cebra en sus redes o que quieren adoptar medidas preventivas para evitar el problema. La última consulta ha sido la del Consorcio de Aguas de Tarragona, que teme que el bivalvo llegue a esta zona de Cataluña a través del minitrasvase.
El mejillón cebra, una especie tremendamente dañina por las alteraciones ambiéntales que provoca y por su ingente capacidad para obstruir tuberías, fue detectada en el Bajo Ebro catalán en 2001. En 2004 se comprobó que había conseguido remontar el río hasta Mequinenza, y en septiembre de 2006 se habían localizado ejemplares en Escatrón.
Un goteo constante de casos
Por esas fechas se supo que a lo largo de esos cinco años la plaga había logrado saltar hasta la cabecera de la cuenca y a varios afluentes, lo que significaba que sus larvas bajaban libremente por todo el eje del Ebro adhiriéndose a cualquier estrato duro -y por tanto, también a las tuberías-.
Desde entonces, el goteo de noticias sobre nuevas afecciones a los distintos usuarios de la demarcación ha sido incesante desde Álava hasta Cataluña. Solo en Aragón, la CHE tiene conocimiento de al menos 20 casos, aunque insiste en que en realidad son muchos más. Entre las entidades que se han puesto en contacto con el organismo de cuenca están los ayuntamientos de Fayón, Chiprana, Alagón, Novillas y Fuentes; comunidades de regantes de Gelsa, del canal Calanda-Alcañiz, del Guadalope y del Guadalopillo; la Base Aérea de Zaragoza; industrias que tienen captaciones en el Ebro o en el Canal Imperial; la sociedad estatal Acuaebro?
"Ahora mismo, quien más lo está sufriendo son las comunidades de regantes, porque normalmente no tienen recursos para hacer frente a la inversión que supone eliminar la plaga -explica la jefa del servicio de Control Ecológico de la Confederación-. En cualquier caso, el nivel de afección depende de muchos factores. De hecho, hay usuarios que tienen una de sus tomas totalmente colonizada por el mejillón mientras que la otra está libre de la plaga".
Durán recuerda que la CHE cuenta con un servicio de asesoramiento gratuito para usuarios afectados que incluye un estudio de sus instalaciones y un informe en el que los técnicos del organismo de cuenca recomiendan qué soluciones deben adoptarse.
"Lo que intentamos es ayudar y al mismo tiempo evitar que la gente pueda provocar un daño ecológico aplicando productos químicos por su cuenta", detalla la bióloga. Los métodos de erradicación más habituales son el uso de peróxido de hidrógeno y cloro, y entre las medidas preventivas destaca la instalación de filtros.
El impacto ya es millonario
Todavía no hay datos sobre que los costes que está conllevando la plaga de mejillón cebra en la cuenca del Ebro. No obstante, la Confederación tiene previsto realizar un estudio económico sobre la incidencia de esta invasión.
Un informe prospectivo presentado en 2007 vaticinó que hasta el año 2025 el impacto económico del mejillón en la cuenca superaría los 40 millones de euros. Sin embargo, todo apunta a que ese cálculo se va a quedar corto. Solo el sistema de filtros colocado en el trasvase Ebro-Pas-Besaya para evitar que las larvas de la especie lleguen a Cantabria ha costado unos 6 millones de euros.
A esa cifra hay que sumarle, por ejemplo, los 5 millones de euros que el Plan E ha destinado a la lucha contra las especies invasoras en la cuenca del Ebro. Además, en los años 2007 y 2008 la CHE ha invertido 1,4 millones más en medidas de control y prevención, cantidad que no incluye otras partidas menores de los gobiernos autonómicos.
En cuanto a los gastos que están teniendo que afrontar las instalaciones afectadas, hay que recordar que el Ayuntamiento de Fayón ha tenido que gastar unos 600.000 euros en su red de agua. Un programa de eliminación en unas instalaciones puede costar, como mínimo, entre 60.000 y 120.000 euros.
Por su parte, la empresa Sirasa, estima que, en el mejor de los casos, la lucha contra el mejillón cebra encarecerá un 10% la tarifa del agua de los regantes afectados. Según esta sociedad, en las comunidades grandes el coste de un sistema de cloración y filtración del agua puede alcanzar los 600.000 euros, cantidad a la que hay que sumar otros 40.000 euros anuales para mantenimiento.