El Gobierno central demolió 235 azudes desde el 2004
Dom, 17/05/2009
El Ministerio de Medio Ambiente emprendió hace tiempo un plan para inventariar y ordenar las concesiones hidráulicas que, en el caso de Galicia, se articuló a través de la Confederación Hidrográfica del Norte. Desde el 2004 hasta el 2008, este organismo abrió 1.103 expedientes de extinción de concesiones, la mayor parte (692) en las cuencas de la provincia de Lugo, por 358 en Ourense y 53 en Pontevedra. Una vez completados los trámites de fin de concesión, la confederación consiguió la demolición de 141 azudes que cortaban los cauces lucenses, 83 en Ourense y once en las cuencas de Pontevedra. En total, 235. Los azudes son las construcciones transversales de altura igual o inferior a diez metros para provocar el remanso del río y así desviar el caudal hacia una toma. Las presas, en cambio, son aquellas en que la altura de la pared supera los diez metros y eleva notablemente el nivel del agua. Derribos En el documento preliminar del Plan Sectorial Hidroeléctrico de Galicia-Costa se recoge «un inventario de obstáculos hidromorfolóxicos por concas co obxecto de eliminalos para mellorar a accesibilidade das especies migradoras e a conectividade do resto das especies». Descartada una nueva escala en Frieira que sustituya en esa presa del Miño a la inútil que ya existe, las medidas correctoras se han centrado en ríos donde sí puede mejorarse la situación. En el Eo, tras años de trámites, se logró derribar la presa de Abres. Pero quedan otras abandonadas, como la de aguas abajo de Pé de Viña, la de Ron..., y en el Masma, el intento sobre el Pozo do Capitán derivó en un proceso judicial. La Xunta ya estimó como imposible abordar el rescate con dinero público de todas las concesiones en vigor, pero, en aras de cumplir la directiva marco de agua para el 2015, planteó exigir medidas correctoras y vetar nuevos aprovechamientos en zonas fluviales aún no muy transformadas. La mayoría de las demoliciones afectaron únicamente a los muros (alguno se levantó para antiguas pesqueiras de anguilas y lampreas) que cortocircuitaban el cauce (156) y en 41 casos fueron derribadas también las ruinas de los propios molinos. En cinco puntos más se tiraron otros edificios abandonados junto a esas represas. En muchos casos han llegado antes los concellos, expropiando y rehabilitando con fondos europeos muchos de ellos. El Ayuntamiento de Narón expropió el de Ponte Xuvia y planteó hacerse con otra decena de molinos de agua, viento y uno de mareas en As Aceas, que alimentaron su red industrial en los siglos XVII y XVIII.