Las zonas de inundación controlada con las que la Confederación pretende reducir los daños de las riadas del Ebro empezarán a dejarse notar a partir del 2010. El organismo de cuenca ya ha empezado a acondicionar en Novillas la primera de esas áreas agrícolas que se anegarán voluntariamente durante las grandes avenidas para reducir los daños que se puedan producir aguas abajo. Además, sus técnicos esperan tener acabadas otras seis actuaciones a finales de este año.


"En total, las siete primeras zonas de inundabilidad controlada podrán almacenar más de 10 hm3 , un volumen de caudal suficiente como para reducir la altura de agua -explicó el jefe del área de Gestión Medioambiental de la CHE, Lorenzo Polanco-. Todavía no sabemos cuánto bajará, pero hay que tener en cuenta que 10 centímetros menos puede ser la diferencia entre un desbordamiento o nada".


El área inundable de Novillas está situada aguas abajo del casco urbano, en un meandro situado en la margen derecha del río. Gracias a las compuertas que la Confederación está instalando en la mota que discurre por ese tramo, en caso de avenida ordinaria -a partir de 1.800 m3/s- el agua entrará en esa zona de campos anegando un máximo de 315 hectáreas y laminando hasta 3,3 hm3 de caudal.


Actualmente, la CHE está estudiando una docena de nuevos emplazamientos para estas actuaciones. En principio, tres de ellas se harán en Alfaro (La Rioja), otra se acondicionará en Quinto y una sexta, en Pina de Ebro. "Nuestro objetivo es tener siete este año, pero cuantas más hagamos más reduciremos el nivel de las avenidas", destacó Polanco, quien insistió en que sin la colaboración de los agricultores y los ayuntamientos será "imposible" hacer nada.