Autorizada una subvención de 200.000 euros para incrementar la vigilancia en los ríos de Navarra

Mar, 31/03/2009

Europa Press

El Gobierno de Navarra autorizó en su sesión de hoy la concesión directa de una subvención de 200.000 euros para que cuatro asociaciones de pescadores colaboren, junto con el departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, la Guardia Civil y la Policía Foral, en la vigilancia de los ríos de Navarra.

La medida, que se adopta por segundo año consecutivo, se enmarca dentro del Plan de actuación para la mejora de la calidad ambiental de los ríos navarros, cuyo objetivo es el mantenimiento de la población de trucha en sus aguas.

La subvención servirá para la contratación de un total de cinco vigilantes encargados de controlar los ríos situados en la vertiente cantábrica y en las cuencas del Arakil, Ega, Arga y Aragón.

La ayuda contempla 40.000 euros para el Club Deportivo de Cazadores y Pescadores del Valle de Baztan, encargada de la vigilancia de la cuenca cantábrica (ríos Leitzaran, Urumea, Baztan-Bidasoa y Arritzakun-Urritzate); y otros 40.000 euros para la Asociación de Cazadores y Pescadores Deportivos de Pamplona, responsable de los cotos de la cuenca del Arakil (ríos Arakil, Basaburua, Larraun y Araxes).

También asigna 40.000 euros para la Sociedad de Cazadores y Pescadores Deportivos de Estella, encargada de la vigilancia en la cuenca del Ega (ríos Ega, Urederra, Irantzu y Salado), y 80.000 euros más para el Club de Pescadores Deportivos Río Arga, responsable de los cotos de las cuencas del Arga (ríos Arga, Erro, Areta, Irati, Urrobi y Luyaide) y del Aragón (río Salazar, Eska y Aragón).

Estos vigilantes apoyarán, por segundo año consecutivo, a los guardas forestales del Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, el Seprona de la Guardia Civil y la Policía Foral en las labores que vienen realizando, con la finalidad de reducir el furtivismo y controlar los vertidos, las extracciones y manejos irregulares de los caudales de los ríos.

MEJORAS EN EL HÁBITAT

El Plan de actuación para la mejora de la calidad ambiental de los ríos, puesto en marcha en enero del pasado año con el objetivo de recuperar la población de trucha en sus aguas, contempla, además de la prohibición de la pesca de trucha común en la región salmonícola superior y las labores de vigilancia, introducir mejoras en el hábitat; controlar la población de cormoranes; repoblar el río Bidasoa con trucha línea; incrementar las especies pescables; y aumentar el cupo y el período de pesca del salmón.

En cuanto a la mejora del hábitat, el Gobierno de Navarra tiene previsto construir este año cuatro escalas de peces, al objeto de aumentar la permeabilidad de los ríos de la región salmonícola y permitir, así, a los peces (salmones y truchas, principalmente) remontar el cauce de los ríos.

Estas actuaciones se llevarán a cabo en la presa de Murgues en Igantzi (río Bidasoa), en la piscifactoría de Leitza (río Erasote) y, las dos restantes, en la presa de la central de Oronoz-Mugairi en Baztan (regata Marín y regata Cebería). Cuando se ejecute la de Murgues, el cien por cien del Bidasoa será permeable hasta Elizondo, es decir, que los peces no tendrán ningún obstáculo para remontar el río desde el mar hasta el Valle de Baztan.

Estas actuaciones se suman a las ocho realizadas en 2008. El pasado año, el Gobierno de Navarra, en colaboración con la Obra Social la Caixa, creó ocho escalas de peces y derribó parcialmente una presa. Se construyó una escala en el río Baztan (presa de Txokoto en Elizondo), otra en la regata Artesiaga (molino de Irurita) y una más en la regata Tximista (molino de Etxalar).

Las cinco restantes se construyeron en el río Salazar (presas de Ochagavía, Ezcároz, Electra-molino de Oronz, Electra-molino de Esparza de Salazar y Electra-molino de Sarriés). Asimismo, se derribó parcialmente la presa de Opoka en Elizondo (río Baztan).

Todas estas actuaciones tienen por objeto incrementar la población de trucha común en Navarra, siguiendo con la tendencia iniciada en 2008, tras el descenso sufrido en años anteriores. Según un estudio presentado a finales del año pasado, la población media de trucha común para el conjunto de los ríos de la cuenca salmonícola era de 1.869 truchas por hectárea, un 14% más que en 2007, aunque por debajo de lo deseable (2.000-4.000 truchas por hectárea).

Se trata, por tanto, de una densidad de población débil. Sin embargo, el estudio indica que la población de trucha había aumentado en todos los rangos de edad, lo que debería tener un reflejo directo en el aumento del potencial reproductor. De hecho, se espera que este potencial aumente este año un 29% respecto a 2008, ya que se cuenta con la presencia de individuos adultos que, en circunstancias normales, hubieran desaparecido por la extracción pesquera.