Lanzarote acoge unas jornadas sobre la revisión del Plan Hidrológico de la isla

Mar, 17/03/2009

Europa Press

La Dirección General de Aguas del Gobierno de Canarias y el Consejo Insular de Aguas de Lanzarote organizan para el próximo miércoles en la sede del Cabildo unas jornadas informativas sobre el proceso de revisión del Plan Hidrológico de la isla.

El objetivo de estas jornadas es dar a conocer el significado y alcance de la Directiva Marco del Agua, así como su repercusión en la planificación hidrológica, que implica entre otras medidas, la actualización de los Planes Hidrológicos de cada isla, según informa el Ejecutivo regional en un comunicada.

Estas jornadas se celebrarán a partir de las 10.00 horas en el salón de actos del Cabildo. A las mismas asistirán el director general de Aguas, Mariano de León Reyes, así como el vicepresidente del Consejo Insular de Aguas, Fabián Atamán Martín, y representantes de otros organismos e instituciones de la isla.

Las ponencias correrán a cargo del gerente del Consejo Insular de Aguas de Lanzarote, José Juan Hernández Duchemín, que hablará acerca del vigente Plan Hidrológico de Lanzarote, así como de Celeste Arévalo González, técnico de la Dirección General de Aguas del Gobierno de Canarias, que expondrá una nociones básicas sobre la Directiva Marco del Agua y las directrices de la planificación.

A continuación intervendrá Diana Rodríguez Suárez, técnico de la empresa A.T. Hidrotécnia, que explicará las etapas iniciales en la revisión del Plan Hidrológico de Lanzarote. Las jornadas concluirán con un debate-coloquio entre todos los asistentes.

La Directiva Marco del Agua establece la necesidad de fomentar la participación pública y activa de todas las partes interesadas en la aplicación de sus directrices, y en especial en la elaboración, revisión y actualización de los planes hidrológicos de cuenca (Planes Hidrológicos Insulares).

MARCO COMUNITARIO DE ACTUACIÓN

La aplicación de la Directiva Marco del Agua, por la que se establece un marco comunitario de actuación en el ámbito de la política de aguas, supone un reto importante, dado que se trata de una normativa compleja, con unos objetivos ambiciosos y que debe llevarse a la práctica con un calendario muy exigente.

La dificultad en la aplicación de la Directiva se refiere, en algunos casos, a la falta de definiciones concretas o a la dificultad de obtener un acuerdo sobre el significado e interpretación de algunos conceptos básicos y, en otros, a la falta de medios técnicos apropiados o incluso de la necesaria información requerida para la aplicación.

La Directiva establece numerosas tareas y actividades que definen su proceso de implementación. Se trata de un proceso cíclico de largo plazo, con una serie de hitos bien definidos, cuyo primer ciclo termina en el 2015, que es el primer plazo para la consecución de los objetivos ambientales fijados en la Directiva.

Para alcanzar este objetivo se aborda un proceso de planificación hidrológica que incluye, entre otros factores, la gestión integrada por demarcación; el análisis económico (considerando el aspecto económico como elemento racionalizados de la toma de decisiones); y la participación pública, cubriendo todas las aguas: continentales (superficiales y subterráneas), de transición y costeras.

La Directiva no especifica el procedimiento necesario para llevar a cabo los Planes Hidrológicos Insulares, dejando en manos de los Estados miembros la naturaleza específica del proceso de planificación. En Canarias partimos de la existencia en cada isla de un Plan Hidrológico, con un contenido que responde a lo estipulado en la Ley de Aguas de Canarias.

Además del actual contenido de los planes insulares, un elemento clave para la realización de los nuevos planes lo constituyen los informes ya realizados para cumplir los requerimientos derivados de los artículos 5 y 6 de la Directiva. Estos informes fueron remitidos a la Comisión Europea durante el año 2005, y su principal objetivo ha sido realizar un diagnóstico del estado de las masas de agua de las islas.

Este diagnóstico incluye la descripción de cada isla y de sus principales impactos: caracterización de las masas de agua y análisis de las repercusiones de la actividad humana en éstas; análisis económico del uso del agua; identificación de las zonas protegidas (aguas destinadas a consumo humano, usos recreativos, baño, pesca y zonas vulnerables y sensibles y de alto valor ambiental); y establecimiento de los programas de seguimiento del estado de las aguas.

AUMENTO EN LA TRANSPARENCIA EN LA GESTIÓN DEL AGUA

El marco para la planificación integral del agua debe estar regido por un aumento en la transparencia en la gestión del agua, así como en ofrecer cauces para el diálogo que faciliten la resolución de conflictos. En este sentido, la Directiva Marco establece como principio rector una activa participación pública, y define un marco institucional que permite la coordinación de las medidas que propugna con las previstas en otro tipo de gestiones como pueden ser la económica, ambiental o territorial.

La aplicación de la Directiva es susceptible de propiciar diversos enfoques por parte de los actores involucrados, lo que puede llevar a la aparición de distintas posturas en cuanto a la disposición del empleo de los recursos hídricos, hecho del que hay que tomar conciencia. El acercamiento entre esas distintas posturas puede conseguirse, en gran medida, a través de un proceso ordenado de participación e información al público interesado.

Otro aspecto a tener en cuenta es la necesaria coordinación con todos los actores implicados, y la clara definición de relación e intercambio de información entre Ministerio de Medio Ambiente, Gobierno de Canarias, Consejos Insulares, usuarios, comunidades de regantes, asociaciones de aprovechamientos hidráulicos, y otras instituciones.