La extracción de agua subterránea y una planta invasora amenazan Doñana

Lun, 16/03/2009

ABC

Las alarmas han vuelto a saltar en el parque nacional de Doñana. Un informe elaborado por investigadores de la Estación Biológica de Doñana, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, advierte de que en los últimos veinte años se ha producido un alarmante descenso del nivel de la capa freática producido por la extracción de aguas subterráneas para el abastecimiento de la urbanización de Matalascañas. Según el informe, firmado por la investigadora Carmen Díaz Paniagua, el mantenimiento del acuífero es «la pieza clave de la conservación de Doñana. Pero desde hace varias décadas se llevan a cabo extracciones de aguas subterráneas de alarmante magnitud que han producido un importante deterioro de los ecosistemas del parque». Esta situación va a ser tratada en el seno de la Comisión de Agua del Espacio Natural de Doñana (figura que engloba al parque natural y al nacional) que ha sido convocada de manera urgente. Sin embargo, no es la única amenaza que se cierne sobre el parque nacional y, sobre todo, sus lagunas y marismas. Un estudio del Grupo de Investigación del Agua del CSIC, al que ha tenido acceso ABC, revela que un pequeño helecho acuático invasor (Azolla filiculoides)está empobreciendo el ecosistema. Sólo mide 3-4 centímetros y necesita mucho fósforo para vivir, lo que ya denota la mala calidad del agua que llega a los humedales de la región. Eutrofización Y es que Doñana, a pesar de considerarse la perla de nuestros espacios protegidos, no está libre de contaminación. La eutrofización de los suelos producida por una excesiva carga ganadera, los vertidos de los terrenos situados al norte y oeste del parque nacional dedicados a la agricultura intensiva, y de los núcleos urbanos próximos (El Rocío), el elevado tránsito entre estas zonas (como ocurre en la Romería del Rocío) y la influencia del tráfico marítimo y fluvial, están actuando como fuentes generadoras de contaminación, lo que favorece la introducción y expansión de plantas invasoras. El fósforo, principal factor de crecimiento de la «azolla» llega a la marisma por los distintos aportes de agua, ya sean superficiales o subterráneas, incluso después de haber pasado por las depuradoras. Según las fuentes consultadas, el agua que sale de las depuradoras debe tener un máximo de 2 miligramos de fósforo por litro. Sin embargo, por ejemplo, la depuradora de El Rocío ha vertido agua a veces con 13 miligramos. Sea como fuere, con 0,3 miligramos de fósforo por litro de agua la «azolla» ya se dispara. La «azolla» apareció por primera vez en la marisma de Doñana en 2000. Como su presencia está condicionada por la inundación de la marisma, fue en 2007 cuando alcanzó su máxima extensión. Cubrió más de 4.300 hectáreas, esto es, un 15% de la marisma (que tiene una superficie de 27.000 hectáreas). Aunque a veces también la entrada abundante de agua cuando la «azolla» aún no ha madurado provoca el lavado de la marisma y la disolución del fósforo en el agua con lo que la «azolla» desaparece, como ocurrió en 2008. Modifica el ecosistema Hay que tener en cuenta que este helecho flota en el agua formando densas capas de color pardo-rojizo de más de 10 centímetros de espesor, por lo que no deja pasar la luz. Esto hace que la vegetación sumergida muera en menos de un mes por la falta de oxígeno. Por tanto, se está modificando el ecosistema acuático de la marisma. Y erradicar la «azolla» es tremendamente difícil, pues el movimiento del agua hace que se acumule entre los carrizos de las márgenes, donde puede haber aves nidificando.