La UCV cataloga más de 300 fuentes y antiguos lavaderos de los siglos XVI al XIX en el interior de Castellón
Lun, 09/03/2009
El Instituto Universitario Valenciano de Etnología de la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir (UCV) ha catalogado más de 300 fuentes y antiguos lavaderos de los siglos XVI y XIX situados en las comarcas del interior de Castellón, del Alto Palancia y del Alto Mijares.
Esta iniciativa se enmarca en la campaña de inventario de bienes etnológicos, llevada a cabo por encargo de la Dirección General de Patrimonio Cultural Valenciano y que cuenta con un presupuesto de 30.000 aportados por la Conselleria de Cultura y Deporte, según informaron en un comunicado fuentes del Arzobispado.
Así, de los más de 300 inmuebles catalogados, el Instituto Universitario Valenciano de Etnología propone la protección, mediante la figura de 'Espacios Etnológicos', de los lavaderos, abrevaderos y fuentes de Arteas de Arriba y de Arteas de Abajo en Bejís; el embalse de Ajuez y su huerta próxima en Chóvar; la Fuente de la Teja y destilería de Azuébar; la zona del calvario de Castellnovo; el lavadero y fuente de Santa Bárbara de Torralba del Pinar; los lavaderos de los Olmos de Castillo de Vilamalefa; el embalse y 'pocico' de San Vicente; y el corral del rincón del fraile de Torás.
Asimismo, de los más de 300 elementos etnológicos que se han inventariado en los 48 pueblos de estas dos comarcas del interior, los técnicos han propuesto la protección como Bien de Relevancia Local (BRL) de varios bienes de diversa tipología.
La mayor parte de estos elementos se ubican entre los siglos XVI y XIX, aunque, según matizó el responsable del inventario y director de investigación del Instituto de Etnología de la UCV, Pablo Vidal, "fijar una fecha exacta de estos bienes se hace muy complicada al tratarse de elementos no monumentales, con una cronología más prolongada en el tiempo".
El proyecto ha consistido en la elaboración de fichas en las que se ha documentado el elemento con "fotografías, descripción minuciosa y localización exacta mediante un GPS". Entre las conclusiones del inventario se recomienda "enmarcar este patrimonio para fomentar el turismo rural a través de rutas culturales, temáticas, impresión de folletos explicativos y potenciar el valor de estas zonas", añadieron las mismas fuentes.
RAÍCES DEL PUEBLO
Al respecto, Vidal destacó la necesidad de "proteger el patrimonio rural porque son las raíces del pueblo". En este sentido, la Dirección General de Patrimonio Cultural Valenciano trabaja desde 1988 en la realización de fichas de inventario de patrimonio etnológico, aunque la labor sistemática de inventario se está llevando a cabo desde 1996.
Asimismo, anualmente se publican varias órdenes de ayuda para los ayuntamientos y asociaciones sin ánimo de lucro para la restauración y recuperación de elementos etnológicos, así como para la conservación del patrimonio de piedra en seco, las instalaciones de campanas tradicionales y la realización de actuaciones de restauración y conservación de puentes, acueductos, pozos de nieve y demás construcciones hidráulicas de interés patrimonial.
Así, la directora general de Patrimonio Cultural Valenciano, Paz Olmos, destacó que "el inventario supone el primer paso para la protección del patrimonio etnológico, pues sólo conociendo lo que se tiene, se puede preservar para las generaciones futuras".
Para 2009, la Dirección General de Patrimonio Cultural Valenciano ha encargado de nuevo al Instituto Universitario Valenciano de Etnología, la campaña para la realización del inventario de patrimonio etnológico. En esta ocasión ambas instituciones han consensuado que las zonas a inventariar serán la comarca de la Plana Baixa y el Parque Natural de las Hoces del Cabriel, el parque natural más grande de la Comunitat Valenciana.
Esta iniciativa se enmarca en la campaña de inventario de bienes etnológicos, llevada a cabo por encargo de la Dirección General de Patrimonio Cultural Valenciano y que cuenta con un presupuesto de 30.000 aportados por la Conselleria de Cultura y Deporte, según informaron en un comunicado fuentes del Arzobispado.
Así, de los más de 300 inmuebles catalogados, el Instituto Universitario Valenciano de Etnología propone la protección, mediante la figura de 'Espacios Etnológicos', de los lavaderos, abrevaderos y fuentes de Arteas de Arriba y de Arteas de Abajo en Bejís; el embalse de Ajuez y su huerta próxima en Chóvar; la Fuente de la Teja y destilería de Azuébar; la zona del calvario de Castellnovo; el lavadero y fuente de Santa Bárbara de Torralba del Pinar; los lavaderos de los Olmos de Castillo de Vilamalefa; el embalse y 'pocico' de San Vicente; y el corral del rincón del fraile de Torás.
Asimismo, de los más de 300 elementos etnológicos que se han inventariado en los 48 pueblos de estas dos comarcas del interior, los técnicos han propuesto la protección como Bien de Relevancia Local (BRL) de varios bienes de diversa tipología.
La mayor parte de estos elementos se ubican entre los siglos XVI y XIX, aunque, según matizó el responsable del inventario y director de investigación del Instituto de Etnología de la UCV, Pablo Vidal, "fijar una fecha exacta de estos bienes se hace muy complicada al tratarse de elementos no monumentales, con una cronología más prolongada en el tiempo".
El proyecto ha consistido en la elaboración de fichas en las que se ha documentado el elemento con "fotografías, descripción minuciosa y localización exacta mediante un GPS". Entre las conclusiones del inventario se recomienda "enmarcar este patrimonio para fomentar el turismo rural a través de rutas culturales, temáticas, impresión de folletos explicativos y potenciar el valor de estas zonas", añadieron las mismas fuentes.
RAÍCES DEL PUEBLO
Al respecto, Vidal destacó la necesidad de "proteger el patrimonio rural porque son las raíces del pueblo". En este sentido, la Dirección General de Patrimonio Cultural Valenciano trabaja desde 1988 en la realización de fichas de inventario de patrimonio etnológico, aunque la labor sistemática de inventario se está llevando a cabo desde 1996.
Asimismo, anualmente se publican varias órdenes de ayuda para los ayuntamientos y asociaciones sin ánimo de lucro para la restauración y recuperación de elementos etnológicos, así como para la conservación del patrimonio de piedra en seco, las instalaciones de campanas tradicionales y la realización de actuaciones de restauración y conservación de puentes, acueductos, pozos de nieve y demás construcciones hidráulicas de interés patrimonial.
Así, la directora general de Patrimonio Cultural Valenciano, Paz Olmos, destacó que "el inventario supone el primer paso para la protección del patrimonio etnológico, pues sólo conociendo lo que se tiene, se puede preservar para las generaciones futuras".
Para 2009, la Dirección General de Patrimonio Cultural Valenciano ha encargado de nuevo al Instituto Universitario Valenciano de Etnología, la campaña para la realización del inventario de patrimonio etnológico. En esta ocasión ambas instituciones han consensuado que las zonas a inventariar serán la comarca de la Plana Baixa y el Parque Natural de las Hoces del Cabriel, el parque natural más grande de la Comunitat Valenciana.