Un avión con tecnología láser sobrevolará en unos meses las cuencas del Ega y del Arga en Valdega (Tierra Estella) y Pamplona con objeto de actualizar los mapas topográficos de las zonas inundables y proponer medidas que eviten el riesgo de desbordamiento en estas localidades. El proyecto, financiado por el departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, se llevará a cabo con tecnología denominada Lidar (ver gráfico adjunto), que permite la obtención de mapas más precisos sobre las características de la zona que las tradicionales cartografías "manuales". Ya el año pasado un avión procedente de Cataluña sobrevoló las tierras de confluencia del Arga y Aragón (área de Funes, Caparroso, Marcilla, Villafranca etc.), cuyos terrenos también suelen verse ocasionalmente anegados por las crecidas. Este año, un avión que adquirirá la firma Tracasa en abril será el encargado de realizar los vuelos en dos de las zonas más afectadas por las recientes inundaciones del mes de febrero. En concreto, la cuenca de Pamplona, que sufrió el desbordamiento del Arga, y el valle conocido como Valdega, que engloba, entre otras, a localidades como Ancín o Murieta. Los agricultores de esta zona de Tierra Estella llevan años pidiendo la implantación de medidas que eviten los desbordamientos del río a su paso por la zona. Valdega, detalla el estudio previo, es inundable debido a un uso del territorio muy intenso, en el que la vegetación natural de ribera, alisos, ha sido sustituida por chopos de explotación, lo que ha dado lugar a importantes procesos erosivos en la zona.
Actualización de mapas
César Pérez Martín, responsable de Restauración de Riberas y Obras Hidráulicas del Gobierno de Navarra, explicaba que gracias a la tecnología Lidar se podrán actualizar los mapas existentes actualmente. "La última cartografía de Pamplona data de 1999. La ciudad ha cambiado mucho desde entonces. Se ha construido en las riberas del río o se han realizado "rellenos" de tierra, por ejemplo. Queremos una foto actual que nos ayude a tomar las decisiones más adecuadas".
Así, indicó Pérez, el modelo de terreno resultante del vuelo con láser permitirá a los técnicos determinar las "manchas de inundación" en el mapa, es decir, las zonas con mayor riesgo de verse anegadas. "A esos lugares se les aplica un cálculo hidrológico y se proponen medidas que eviten ese impacto negativo de las inundaciones. En algunos casos podrá plantearse la colocación de un dique, en otros, la búsqueda de un nuevo cauce, etc.".
Tracasa tendrá que esperar a efectuar el vuelo de medición a finales de verano, ya que el láser no tiene capacidad para penetrar en el agua. "Lo ideal es llevar a cabo el estudio cuando el nivel del río suele estar en su mínimo caudal del año, agosto o septiembre, para que el mapa cuente con información detallada de las riberas de los cauces", señaló Pérez.