El Ministerio de Fomento concluye las obras que garantizan el suministro de agua dañado en las obras del AVE
Jue, 26/02/2009
La estampa era muy esperada: los manantiales del Valle de Abdalajís dan agua que brota por su propia gravedad desde hace unas semanas. Una situación natural que era habitual en un pueblo conocido históricamente como ´Villa de los Manantiales´, pero que se vio truncada bruscamente tras la ejecución de las obras del AVE en el trazado comprendido entre Córdoba y Málaga.
El milagro recibe el nombre de nuevas tuberías. Unas instalaciones hidráulicas de más de 10 kilómetros que permiten "rescatar" el agua que aún se escapaba de la boca sur de los túneles del AVE, y que a través de un sistema de bombeo es conducida directamente a un depósito con capacidad para almacenar hasta 1,5 millones de litros del líquido elemento.
"Con estas tuberías e instalaciones se da por concluido el suministro de agua al pueblo malagueño, tal y como se acordó en el convenio suscrito con la localidad por valor de cinco millones de euros el pasado 7 de diciembre de 2007", resaltó ayer el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) en un comunicado.
Atrás quedan las manifestaciones y concentraciones protagonizadas por los vecinos de la localidad, que sentían perder, monte abajo, uno de sus bienes más preciados, el agua. De hecho, ayer más de un lugareño se detenía con el coche, a pie de carretera, para contemplar una imagen que echaba de menos. "Hoy (por ayer) esta fuente será de las más visitadas", bromeaba un vecino, mientras se paraba a tocar el agua que brotaba del manantial de los Atanores, ubicado a la entrada del pueblo.
"La Fresneda, Fuente de la Reina, El Nacimiento, los Atanores, todos los manantiales lucen espléndidos con una gran cantidad de agua", resaltó a este periódico alcalde del municipio, Alfonso García, quien se mostraba ayer especialmente satisfecho.
Depuración de las aguas. El sistema de tuberías y la estación de bombeo se completa con una depuradora que filtrará y limpiará el agua antes de que ésta sea conducida a los depósitos municipales. No obstante, en estos momentos el líquido elemento reconducido por las nuevas tuberías no revierte aún a los tanques que suministran a la localidad, a la espera de que Sanidad les otorgue el "sello de potabilidad", según continuó explicando el regidor.
A este panorama de instalaciones hidráulicas se suma la ejecución, ya concluida, de un depósito de decantación destinado a depurar el agua procedente de uno de los dos pozos que abastecen al pueblo. "La infraestructura entró en funcionamiento a principios de año, después de los problemas que sufrimos con la elevada turbidez que empezó a tener el agua de unos de los sondeos", dijo García.
Una vez concluidas las obras que figuraban en el convenio suscrito entre el Ayuntamiento de Valle de Abdalajís y el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias y que correspondían ejecutar a la última entidad pública, restan por acometer obras relacionadas con la recuperación de varias vías y caminos rurales, así como actuaciones de tipo cultural. "Estas acciones las ejecutará el propio ayuntamiento, aunque con el respaldo financiero del Adif", concluyó la empresa pública dependiente del Ministerio de Fomento, responsable del AVE.
El milagro recibe el nombre de nuevas tuberías. Unas instalaciones hidráulicas de más de 10 kilómetros que permiten "rescatar" el agua que aún se escapaba de la boca sur de los túneles del AVE, y que a través de un sistema de bombeo es conducida directamente a un depósito con capacidad para almacenar hasta 1,5 millones de litros del líquido elemento.
"Con estas tuberías e instalaciones se da por concluido el suministro de agua al pueblo malagueño, tal y como se acordó en el convenio suscrito con la localidad por valor de cinco millones de euros el pasado 7 de diciembre de 2007", resaltó ayer el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) en un comunicado.
Atrás quedan las manifestaciones y concentraciones protagonizadas por los vecinos de la localidad, que sentían perder, monte abajo, uno de sus bienes más preciados, el agua. De hecho, ayer más de un lugareño se detenía con el coche, a pie de carretera, para contemplar una imagen que echaba de menos. "Hoy (por ayer) esta fuente será de las más visitadas", bromeaba un vecino, mientras se paraba a tocar el agua que brotaba del manantial de los Atanores, ubicado a la entrada del pueblo.
"La Fresneda, Fuente de la Reina, El Nacimiento, los Atanores, todos los manantiales lucen espléndidos con una gran cantidad de agua", resaltó a este periódico alcalde del municipio, Alfonso García, quien se mostraba ayer especialmente satisfecho.
Depuración de las aguas. El sistema de tuberías y la estación de bombeo se completa con una depuradora que filtrará y limpiará el agua antes de que ésta sea conducida a los depósitos municipales. No obstante, en estos momentos el líquido elemento reconducido por las nuevas tuberías no revierte aún a los tanques que suministran a la localidad, a la espera de que Sanidad les otorgue el "sello de potabilidad", según continuó explicando el regidor.
A este panorama de instalaciones hidráulicas se suma la ejecución, ya concluida, de un depósito de decantación destinado a depurar el agua procedente de uno de los dos pozos que abastecen al pueblo. "La infraestructura entró en funcionamiento a principios de año, después de los problemas que sufrimos con la elevada turbidez que empezó a tener el agua de unos de los sondeos", dijo García.
Una vez concluidas las obras que figuraban en el convenio suscrito entre el Ayuntamiento de Valle de Abdalajís y el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias y que correspondían ejecutar a la última entidad pública, restan por acometer obras relacionadas con la recuperación de varias vías y caminos rurales, así como actuaciones de tipo cultural. "Estas acciones las ejecutará el propio ayuntamiento, aunque con el respaldo financiero del Adif", concluyó la empresa pública dependiente del Ministerio de Fomento, responsable del AVE.