El Instituto Aragonés del Agua finaliza un estudio de campo sobre alternativas a la balsa de regulación de Agua Baja
Jue, 26/02/2009
El Instituto Aragonés del Agua ha concluido un primer estudio de campo sobre posibles ubicaciones alternativas a la balsa de regulación inicialmente prevista en Agua Baja, y que fue desaconsejada en los estudios geotécnicos realizados en 2008.
La balsa de Agua Baja era una de las posibilidades iniciales que se manejaban para el cumplimiento del acuerdo de la Comisión del Agua de Aragón sobre la regulación del Gállego, junto con las balsas de Almudévar, Valcabrera o Alcanadre.
El acuerdo de la Comisión es que, en conjunto, las diversas balsas laterales sumen al menos 328 hectómetros cúbicos, si bien las actuaciones concretas debían determinarse "con los estudios técnicos pertinentes y los estudios de viabilidad económica, social y ambiental correspondientes, sin excluir otros embalses internos del sistema que puedan aparecer fruto de dichos estudios, o la sustitución de alguno de los propuestos", según informó el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno aragonés en una nota de prensa.
Una vez que la balsa de Agua Baja fue desaconsejada mediante el estudio de viabilidad, el Instituto Aragonés del Agua, en colaboración con la Comunidad General de Riegos del Alto Aragón, ha elaborado un estudio de campo que sirve, además, para determinar otros posibles embalses internos del sistema.
En concreto, se ha considerado como prioritario reforzar las posibilidades de regulación interna del tramo quinto del Canal de Monegros y del Canal de Sástago, donde existe un déficit importante de capacidad de regulación. Para ello, se han identificado lugares que, potencialmente, podrían reunir los requisitos para acoger un embalse que pudiese ser llenado por gravedad.
Para las decisiones definitivas, deberán elaborarse estudios más detallados, que permitan garantizar la viabilidad técnica y la sostenibilidad social, ambiental y económica de los proyectos, previo acuerdo con el territorio y mediante el oportuno análisis en la comisión de seguimiento del acuerdo sobre la regulación del Gállego.
Según este primer estudio de campo, potencialmente reunirían las condiciones cuatro emplazamientos, en los términos municipales de Villanueva de Sijena, Sena y Valfarta. Los parajes son los del Sisallar, El Madero, Valcallén y El Reguero. En esa zona ya se barajó, durante el proceso de elaboración del acuerdo sobre el río Gállego, la posibilidad de proponer el llamado embalse de la Valcuerna. Asimismo, se seguirán estudiando cuando propuestas complementarias puedan contribuir a optimizar el almacenamiento en lugares próximos al de los usos previstos, mediante la habilitación de pequeñas balsas.
La elaboración de estos estudios se enmarca en el especial interés del Instituto Aragonés del Agua para, en colaboración con la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), cumplir todos los acuerdos de la Comisión del Agua. Dentro de estos acuerdos sobre la regulación del Gállego, el Instituto Aragonés del Agua se comprometía a financiar los informes geotécnicos de dos balsas laterales y la CHE los de otras dos.
Respecto a Agua Baja, los informes, ya divulgados en 2008, demostraron que el emplazamiento inicialmente sugerido se ubicaba en un espacio con sustrato yesífero con diferentes niveles de permeabilidad, que obligaba a la construcción de pantallas de impermeabilización de gran profundidad. Otro de los elementos a tener en cuenta para desaconsejar este emplazamiento fue la presencia de referencias que indicaban la presencia de sal gema en el entorno.
La balsa de Agua Baja era una de las posibilidades iniciales que se manejaban para el cumplimiento del acuerdo de la Comisión del Agua de Aragón sobre la regulación del Gállego, junto con las balsas de Almudévar, Valcabrera o Alcanadre.
El acuerdo de la Comisión es que, en conjunto, las diversas balsas laterales sumen al menos 328 hectómetros cúbicos, si bien las actuaciones concretas debían determinarse "con los estudios técnicos pertinentes y los estudios de viabilidad económica, social y ambiental correspondientes, sin excluir otros embalses internos del sistema que puedan aparecer fruto de dichos estudios, o la sustitución de alguno de los propuestos", según informó el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno aragonés en una nota de prensa.
Una vez que la balsa de Agua Baja fue desaconsejada mediante el estudio de viabilidad, el Instituto Aragonés del Agua, en colaboración con la Comunidad General de Riegos del Alto Aragón, ha elaborado un estudio de campo que sirve, además, para determinar otros posibles embalses internos del sistema.
En concreto, se ha considerado como prioritario reforzar las posibilidades de regulación interna del tramo quinto del Canal de Monegros y del Canal de Sástago, donde existe un déficit importante de capacidad de regulación. Para ello, se han identificado lugares que, potencialmente, podrían reunir los requisitos para acoger un embalse que pudiese ser llenado por gravedad.
Para las decisiones definitivas, deberán elaborarse estudios más detallados, que permitan garantizar la viabilidad técnica y la sostenibilidad social, ambiental y económica de los proyectos, previo acuerdo con el territorio y mediante el oportuno análisis en la comisión de seguimiento del acuerdo sobre la regulación del Gállego.
Según este primer estudio de campo, potencialmente reunirían las condiciones cuatro emplazamientos, en los términos municipales de Villanueva de Sijena, Sena y Valfarta. Los parajes son los del Sisallar, El Madero, Valcallén y El Reguero. En esa zona ya se barajó, durante el proceso de elaboración del acuerdo sobre el río Gállego, la posibilidad de proponer el llamado embalse de la Valcuerna. Asimismo, se seguirán estudiando cuando propuestas complementarias puedan contribuir a optimizar el almacenamiento en lugares próximos al de los usos previstos, mediante la habilitación de pequeñas balsas.
La elaboración de estos estudios se enmarca en el especial interés del Instituto Aragonés del Agua para, en colaboración con la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), cumplir todos los acuerdos de la Comisión del Agua. Dentro de estos acuerdos sobre la regulación del Gállego, el Instituto Aragonés del Agua se comprometía a financiar los informes geotécnicos de dos balsas laterales y la CHE los de otras dos.
Respecto a Agua Baja, los informes, ya divulgados en 2008, demostraron que el emplazamiento inicialmente sugerido se ubicaba en un espacio con sustrato yesífero con diferentes niveles de permeabilidad, que obligaba a la construcción de pantallas de impermeabilización de gran profundidad. Otro de los elementos a tener en cuenta para desaconsejar este emplazamiento fue la presencia de referencias que indicaban la presencia de sal gema en el entorno.