El Pirineo tiene más agua en las cumbres que embalsada

Jue, 19/02/2009

El Periódico de Aragón

Las cumbres del Pirineo oscense, en las que nacen algunos de los principales afluentes del Ebro, acumulan casi un millar y medio de hectómetros cúbicos de agua en forma de nieve, un volumen que hace que en varias subcuencas el manto nival contenga reservas más cuantiosas que las que almacenan los embalses.
Las montañas que se extienden entre la cuenca del río Aragón y la del Ésera contienen, según los datos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), 1.330 hectómetros cúbicos de nieve, mientras que los pantanos del Aragón, el Gállego, el Cinca y el Ésera almacenaban ayer 1.169 hectómetros de agua. Esa nieve, no obstante, daría lugar a algo menos de 900 hectómetros cúbicos de agua si se fundiera en las mejores condiciones. En el Aragón, el Gállego y el Ésera, la reservas nivales superan a las embalsadas --o les van a la par-- incluso teniendo en cuenta la merma que se prevé que provoquen en ellas los procesos de licuación y sublimación que sufrirán las próximas semanas.
Así, mientras Yesa acumula 365 millones de metros cúbicos de agua, las montañas de la cabecera del Aragón rondan los 600, lo que supondría más de 350 de agua. En el Gállego, los embalses almacenan 57 mientras los 165,5 de nieve darán lugar a casi cien una vez licuados. Los 137,9 de las cumbres ribagorzanas de las que se alimenta el Ésera generarán más de 80 de agua, lo que supera en más de 12 las reservas de Barasona.
Por el contrario, mientras los 241,8 hectómetros cúbicos de nieve que acumula la cabecera del Cinca y los 198,5 de su afluente el Ara supondrían algo más de 260 de agua, los pantanos de esta cuenca rondan los 680.
PREVISIONES La abundancia de las reservas de nieve del Pirineo y de la zona alta de la cuenca del Ebro prácticamente garantizan que los embalses llegarán a la campaña de riegos --salvo en cuencas infrarreguladas como el Ésera y, posiblemente, el Aragón-- con reservas suficientes para garantizar el suministro. Sin embargo, las condiciones meteorológicas pueden hacer que el Ebro y sus principales afluentes de la margen izquierda registren nuevas crecidas.
Las predicciones meteorológicas apuntan a que no habrá precipitaciones en los próximos días. No obstante, la nieve seguirá fundiéndose por debajo de los 2.200 metros de altura en las montañas orientadas al sur y por debajo de los 1.700 en las dirigidas al norte "con un ritmo de débil a moderado", según las previsiones de la CHE. Esta situación hará que el caudal circulante por el eje del Ebro y en los afluentes del Pirineo continúe descendiendo ligeramente en los próximos días, aunque "la fusión nival podría generar variaciones periódicas de caudal de pequeñas dimensiones en los tramos altos de los ríos de las cuencas pirenaicas".