Los usuarios del Ebro piden 46 nuevas centrales en Aragón
Lun, 09/02/2009
Los usuarios del agua, los ayuntamientos, los afectados por la construcción de embalses y la propia Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) han puesto sobre la mesa, en la elaboración de la documentación básica del Plan Hidrológico del Ebro y durante las reuniones del proceso de participación pública previo a la redacción del borrador, la construcción y ampliación de 46 nuevas centrales hidroeléctricas en Aragón para aprovechar el potencial energético de ríos y canales.
La cuenca del Ebro produce en la actualidad, con una potencia instalada de 4 millones de kilovatios, alrededor de 9.400 millones de kilowatios anuales, lo que supone el 21% de la energía hidráulica que se genera en toda España. Sin embargo, según los estudios de los ministerios de Fomento y de Medio Ambiente, podría generar hasta 19.200, es decir, más del doble.
El Documento de temas importantes de la cuenca, la hoja de ruta conceptual del actual proceso de planificación hidrológica, advierte de esa infrautilización, al tiempo que marca como reto para la CHE la búsqueda de fórmulas que permitan incrementar la explotación energética de la cuenca y que, al mismo tiempo, garanticen el equilibrio ecológico de los ríos y la atención de las demandas agrícolas, urbanas e industriales.
Algunas de las propuestas recogidas por la CHE van en ese sentido. Es el caso de la presentada por los ayuntamientos de Arén y Sopeira, que reclaman la instalación de una minicentral en el contraembalse de Sopeira, en el Noguera Ribagorzana, para solucionar el incumplimiento del caudal de seguridad en el tramo del río que discurre entre esta última localidad y Puente de Montañana, cuya central deja secos en la práctica 30 kilómetros de río.
La misma CHE propone una medida similar en el citado río, donde sugiere la posibilidad de derivar agua del barranco de Comosbienes para, tras aprovecharla para generar energía, reforzar el caudal de seguridad del Ribagorzana.
Y, en algunos casos, son organismos como la Federación de Montaña los que proponen la ampliación de aprovechamientos energéticos para mejorar el suministro de refugios como los que están en la zona oriental de La Maladeta, Valliberna y Estós.
No obstante, el grueso de los aprovechamientos propuestos durante el proceso de participación permitiría generar electricidad en algunas de las grandes infraestructuras hidráulicas ahora infrautilizadas o no explotadas, caso de las presas de Montearagón, Calcón, Yesa recrecido, Biscarrués --por construir--, Lechago --pedida por los alcaldes para paliar el coste del bombeo del Jiloca--, Cueva Foradada o El Val --para la que se propone un sistema reversible mediante un contraembalse--.
En otros casos, las propuestas se refieren a la optimización de plantas ya existentes, como la instalación de El Grado III, la mejora del complejo de Moralets, la optimización de Santa Ana y La Tranquera o la habilitación de saltos a Mequinenza desde los tramos bajos del Cinca y el Segre. Y algunas peticiones reclaman el estudio de las posibilidades de explotar los embalses de Vadiello y Arguis, los canales del Cinca, de Bardenas y el Imperial, las acequias de Camarera y Magallón, trasvases como el del Jalón a Mularroya, varios azudes y diferentes tramos de los ríos Ésera, Aragón, Jalón, Vero, Ara, Cinca y Martín. Además de potenciar la instalación de minicentrales y recuperar algunas que se encuentran fuera de uso o derruidas.
El proceso de participación pública ha recogido sugerencias como la realización de estudios sobre los sedimentos acumulados en los embalses para mejorar su explotación, revisar los horarios de explotación de las centrales del Ésera para favorecer los usos lúdicos y deportivos del río, vallar canales y habilitar en ellos pasos para la fauna y reducir el impacto de las líneas de alta tensión en los valles de Broto, Bujaruelo y la cuenca del Cinca en general.
La cuenca del Ebro produce en la actualidad, con una potencia instalada de 4 millones de kilovatios, alrededor de 9.400 millones de kilowatios anuales, lo que supone el 21% de la energía hidráulica que se genera en toda España. Sin embargo, según los estudios de los ministerios de Fomento y de Medio Ambiente, podría generar hasta 19.200, es decir, más del doble.
El Documento de temas importantes de la cuenca, la hoja de ruta conceptual del actual proceso de planificación hidrológica, advierte de esa infrautilización, al tiempo que marca como reto para la CHE la búsqueda de fórmulas que permitan incrementar la explotación energética de la cuenca y que, al mismo tiempo, garanticen el equilibrio ecológico de los ríos y la atención de las demandas agrícolas, urbanas e industriales.
Algunas de las propuestas recogidas por la CHE van en ese sentido. Es el caso de la presentada por los ayuntamientos de Arén y Sopeira, que reclaman la instalación de una minicentral en el contraembalse de Sopeira, en el Noguera Ribagorzana, para solucionar el incumplimiento del caudal de seguridad en el tramo del río que discurre entre esta última localidad y Puente de Montañana, cuya central deja secos en la práctica 30 kilómetros de río.
La misma CHE propone una medida similar en el citado río, donde sugiere la posibilidad de derivar agua del barranco de Comosbienes para, tras aprovecharla para generar energía, reforzar el caudal de seguridad del Ribagorzana.
Y, en algunos casos, son organismos como la Federación de Montaña los que proponen la ampliación de aprovechamientos energéticos para mejorar el suministro de refugios como los que están en la zona oriental de La Maladeta, Valliberna y Estós.
No obstante, el grueso de los aprovechamientos propuestos durante el proceso de participación permitiría generar electricidad en algunas de las grandes infraestructuras hidráulicas ahora infrautilizadas o no explotadas, caso de las presas de Montearagón, Calcón, Yesa recrecido, Biscarrués --por construir--, Lechago --pedida por los alcaldes para paliar el coste del bombeo del Jiloca--, Cueva Foradada o El Val --para la que se propone un sistema reversible mediante un contraembalse--.
En otros casos, las propuestas se refieren a la optimización de plantas ya existentes, como la instalación de El Grado III, la mejora del complejo de Moralets, la optimización de Santa Ana y La Tranquera o la habilitación de saltos a Mequinenza desde los tramos bajos del Cinca y el Segre. Y algunas peticiones reclaman el estudio de las posibilidades de explotar los embalses de Vadiello y Arguis, los canales del Cinca, de Bardenas y el Imperial, las acequias de Camarera y Magallón, trasvases como el del Jalón a Mularroya, varios azudes y diferentes tramos de los ríos Ésera, Aragón, Jalón, Vero, Ara, Cinca y Martín. Además de potenciar la instalación de minicentrales y recuperar algunas que se encuentran fuera de uso o derruidas.
El proceso de participación pública ha recogido sugerencias como la realización de estudios sobre los sedimentos acumulados en los embalses para mejorar su explotación, revisar los horarios de explotación de las centrales del Ésera para favorecer los usos lúdicos y deportivos del río, vallar canales y habilitar en ellos pasos para la fauna y reducir el impacto de las líneas de alta tensión en los valles de Broto, Bujaruelo y la cuenca del Cinca en general.